Celulares bajo la lupa: Boric y Lula cuestionan la hiperconectividad
El presidente chileno apuesta por un celular sin internet mientras su par de Brasil prohíbe el uso de dispositivos en las escuelas.
El presidente chileno apuesta por un celular sin internet mientras su par de Brasil prohíbe el uso de dispositivos en las escuelas.
El presidente de Chile, Gabriel Boric, confesó que, ante el inminente nacimiento de su primer hijo, decidió dar un paso hacia una «transición tecnológica» al optar por un celular sin internet en lugar de un smartphone. En sintonía, su par brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, anunció la implementación de una medida que prohibirá el uso de celulares en las escuelas del país.
Durante la inauguración de la decimocuarta edición del Congreso Futuro, celebrado en la región de Los Lagos, el mandatario chileno expresó su inquietud por los efectos nocivos de la hiperconectividad digital, y explicó las razones detrás de su decisión de abandonar el teléfono inteligente.
“Dentro de poco tiempo más voy a tener la suerte, la alegría, de ser padre y una de las decisiones que tomé es empezar una transición tecnológica”, declaró Boric. “Me compré uno de estos celulares antiguos, sin internet”, agregó, explicando que su decisión busca promover un uso consciente de la tecnología.
El mandatario chileno instó a establecer límites humanos para el uso de las herramientas digitales, en vez de darles vía libre. “No se trata de volver al pasado y negar la tecnología, sino de buscar maneras de relacionarnos sanamente con nuestro entorno y utilizar la tecnología para mejorar nuestra calidad de vida”, afirmó.
Boric también subrayó que el avance tecnológico debe ser acompañado de una implementación sostenible y respetuosa con la sociedad y sus tradiciones. “Queremos inspirar a futuras generaciones y fortalecer nuestras comunidades a través de la innovación”, aseguró, antes de invitar a los asistentes del Congreso a reflexionar sobre el impacto de la tecnología en la vida cotidiana.
En un tono crítico, el presidente observó que muchos asistentes al evento- entre los que figuraban miembros de su gobierno- estaban distraídos con sus dispositivos.»En las dos primeras filas hay sentadas 16 personas, de esas 16, 11 han estado mirando el celular permanentemente durante este ratito y de autoridades de Gobierno que identifique vi 10 que estuvieron permanentemente revisando su celular. Los invito a levantar la mirada», expresó.
«Resulta muy difícil pensar que en estos tiempos de inmediatez, podamos concentrarnos y escuchar lo que está diciendo nuestro interlocutor si estamos revisando las noticias, o el WhatsApp», agregó Boric en su discurso.
La reflexión del mandatario chileno fue parte de un análisis más amplio sobre el impacto de la tecnología en la felicidad, las democracias y la convivencia social. “Es urgente que las democracias establezcan límites claros para el uso de la tecnología, involucrando perspectivas éticas y políticas diversas”, concluyó.
Escuelas sin celulares
En una medida relacionada con el tema, el gobierno brasileño sancionó una ley que prohíbe el uso de teléfonos celulares en las escuelas, tanto públicas como privadas. Brasil se suma así a países como España y Francia, que han adoptado restricciones similares al uso de teléfonos. La Ciudad Autónoma de Buenos Aires también implementó una medida similar a mediados del año anterior.
Lula defendió la medida, calificándola como “absolutamente necesaria” para fomentar la convivencia y el desarrollo social. “El ser humano nació para vivir en comunidad y necesita abrazos, miradas y atención”, destacó el presidente, quien también reveló que prohíbe a los funcionarios de su Gobierno utilizar teléfonos durante reuniones oficiales.
La ley, aprobada por el Parlamento a finales de 2024, establece que los teléfonos podrán utilizarse en las aulas solo con fines pedagógicos y bajo la supervisión de los docentes, o en casos de emergencia, peligro o por necesidades relacionadas con discapacidades.
La normativa, que entrará en vigor al inicio del ciclo lectivo en febrero, busca enfrentar los problemas de rendimiento académico detectados en el sistema educativo brasileño. Una medida similar ya se había implementado en noviembre en el estado de San Pablo y se extenderá a la educación básica, desde preescolar hasta secundaria. Otros estados, como Río de Janeiro, Goiás y Maranhão, ya habían adoptado restricciones similares, pero se encontraron con grandes dificultades para su aplicación.
