El referendo independentista catalán fue suspendido por la Justicia

Firme. El jefe de gobierno Mariano Rajoy fue tajante, pero dejó abierta una puerta: "Estamos a tiempo", le dijo a Mas.

Firme. El jefe de gobierno Mariano Rajoy fue tajante, pero dejó abierta una puerta: «Estamos a tiempo», le dijo a Mas.

Secesionismo en España. El Ejecutivo de Rajoy presentó un recurso y los jueces decidieron por unanimidad en forma inmediata. El futuro del conflicto es incierto.

El Tribunal Constitucional español suspendió de forma cautelar el referéndum independentista que el gobierno de Cataluña pretende celebrar el 9 de noviembre. El pleno del alto tribunal, convocado de urgencia, admitió los recursos presentados horas antes por el gobierno central de Mariano Rajoy, que considera a la consulta expresamente inconstitucional. La suspensión del referendo se produjo de forma automática, de acuerdo con la solicitud del Ejecutivo. Se paralizan tanto la convocatoria del referéndum, decretada el sábado por Cataluña, como la ley de consultas aprobada el 19 de septiembre por el Parlamento catalán.

En un comunicado, el tribunal explicó que la celeridad responde a «la trascendencia constitucional y política de las cuestiones planteadas para la sociedad española en su conjunto y, en particular para la catalana». Grupos independentistas llamaron a la movilización de los catalanes para rechazar la decisión judicial. La Asamblea Nacional Catalana (ANC), organización responsable de las grandes manifestaciones independentistas de los últimos años, convocó para hoy.

El Constitucional tiene cinco meses para resolver los recursos y decidir sobre el fondo de la cuestión: si considera la consulta ilegal al no estar amparada por la Carta Magna.Tras la decisión de ayer se abre asimismo un plazo de entre 15 y 20 días para que las partes presenten sus alegatos. El gobierno catalán, presidido por el nacionalista Artur Mas, ya adelantó que así lo hará. Rajoy anunció la impugnación de la consulta soberanista en una declaración institucional en la que destacó que es «abiertamente contraria» a la Constitución española. El Partido Socialista, la fuerza más importante de la oposición, apoyó la decisión. «Hoy cumplimos con nuestra obligación de interponer un recurso contra una decisión que atenta gravemente contra los derechos de todos los españoles», dijo el jefe del gobierno, quien insistió en que es a todos los ciudadanos del país a quienes corresponde decidir. En otros términos: una consulta o referendo sobre la secesión de una región de España debe hacerse en todo el país, no sólo en la región directamente interesada, como plantean los catalanes.

Rajoy también lanzó un mensaje a Mas, quien firmó el sábado el decreto de convocatoria de la consulta independentista. «Aún estamos a tiempo de enderezar el rumbo y buscar un diálogo fructífero. El gobierno y yo estamos abiertos, pero siempre dentro del más escrupuloso respeto a la legalidad», destacó Rajoy. Pero Mas calificó de «hostil» la actitud del gobierno español. «Tienen miedo de la respuesta», dijo en un acto en el que criticó el tiempo récord del Constitucional para admitir los recursos. El portavoz del gobierno catalán, Francesc Homs, dijo que la decisión de Rajoy era un «error político de consecuencias mayúsculas» que no frenará el proceso soberanista sino que lo reforzará. El desafío soberanista de Mas se concretó el pasado diciembre, cuando su gobierno anunció la fecha y las preguntas del referéndum: «¿Quiere que Cataluña sea un Estado? y, en caso de que la respuesta sea afirmativa, ¿Quiere que ese Estado sea independiente?»

La postura de Rajoy siempre fue clara sobre la consulta: «No se celebrará», dijo ya aquel día de diciembre. Cataluña, con 7,5 millones de habitantes y es una de las regiones más ricas de España pero también una de las más endeudadas. Mas, al inicio de su primera gestión en 2010, no radicalizó el reclamo, limitándolo al terreno fiscal. En 2012, ya en plena crisis, llamó a elecciones anticipadas, reteniendo el Ejecutivo aunque con fuerte pérdida de votos y bancas. Entonces radicalizó el planteo soberanista, hasta llegar a la actual situación.

Fuente: La Capital; Rosario