Caos y confusión en el Palacio de Hacienda

En Washington, ofrecieron ceder en lo comercial a cambio de la plata del FMI, pero el ministro no sabe cómo pararse ante el colapso que daña a la industria. China se metió a jugar fuerte y advirtió a Estados Unidos por el swap argentino.  

En Washington, ofrecieron ceder en lo comercial a cambio de la plata del FMI, pero el ministro no sabe cómo pararse ante el colapso que daña a la industria. China se metió a jugar fuerte y advirtió a Estados Unidos por el swap argentino.

Tardó algo más de un año en ocurrir, pero lo que los sectores del poder económico veían como una posibilidad, terminó pasando: el Gobierno de Javier Milei, formado desde su génesis por expertos en finanzas y técnicos de bancos, quedó inmóvil en la doble trampa de tener que hacer política económica en medio de una guerra mundial del comercio y, a la vez, enfrentar ese problema sin dólares en las reservas y rogándole desembolsos urgentes al Fondo Monetario Internacional (FMI). Además, según supo Página/12, en las negociaciones en Washington, el Gobierno intentó cambiar favores comerciales a Estados Unidos por un dinero grande del organismo que conduce Kristalina Georgieva.

Este martes, a última hora, el FMI emitió un comunicado que simplemente dice que el staff técnico llegó a un acuerdo con el gobierno argentino para elevar al Directorio la propuesta del nuevo Acuerdo de Facilidades Extendidas por 20.000 millones de dólares en el marco de un programa por 48 meses, pero sin especificar otros aspectos centrales, como el desembolso inicial ni la fecha en que se concretará. Decisiones que tomará el Directorio Ejecutivo del organismo, a cuya aprobación están sujetas además las condiciones arriba referidas.

En este contexto, el clima en el Quinto Piso del Palacio de Hacienda está convulsionado. Hay fuertes internas entre los que creen que hay que pararse de algún modo ante la crisis comercial y aquellos que lo niegan o directamente no conocen el paño de la economía real. A eso suma que sectores empresarios están desesperados golpeando la puerta de los despachos para ver qué hará el Gobierno con el impacto de la crisis en la economía local. El caso más elocuente es el de la Unión Industrial (UIA), que ahora le pide a Milei que se vuelva proteccionista y que baje la apertura importadora que la misma entidad no rechazó.

La realidad muestra que tanto Milei como el ministro de Economía, Luis Caputo, están en silencio casi hace una semana y sin ganas de frenar el ajuste para hacer política contracíclica en la crisis, mientras el resto de los países están tomando posición y analizando el futuro en base a la decisión de Donald Trump de imponer aranceles masivos y, sobre todo, con la temperatura creciente que está tomando la disputa entre Estados Unidos y China. En las últimas horas, Jian Lian, vocero del país asiático, salió en redes sociales a advertirle a los estadounidenses que no intenten tocar el swap de monedas con Argentina, en una jugada pocas veces vista de parte de ellos, pero que expresa lo delicada que es la batalla global del comercio. ¿Del lado de Argentina? Nada.

Negocios a cambio de dólares del FMI
El martes por la tarde, Hacienda volvió a filtrar que el viernes habría una reunión del Board (los directores de países) del organismo para tratar el caso argentino. Lo cierto es que siguen discutiendo cuánto hay que devaluar y de cuánto será el desembolso inicial.

Fuentes de la negociación en los Estados Unidos contaron que, la semana pasada, Argentina aceptó algunas condiciones comerciales de Trump a cambio de plata rápida del FMI. «¿Quieren los 50 productos sin arancel o la plata del Fondo?», les preguntaron a los funcionarios nacionales, que habían pedido llevar del 10 al 0 los aranceles para bienes específicos. Eligieron la plata.

En esa charla, los de Trump plantearon que es necesario que Argentina abra las importaciones de neumáticos recauchutados y maquinaria agrícola usada, entre otros productos, algo que hoy está prohibido. Les pidieron que les prohiban eso a China, pero «no a nosotros». Esos usados los colocaban, hasta hoy, en los países de Centroamérica. Además, Estados Unidos reclamó la eliminación de la Tasa Estadística, que es un plus de 3 por ciento en las importaciones que se usa para financiar al INTA y al Conicet.

«Eso no alcanza»
El plan original que Caputo le vendió a Milei es que si se confirma que entra la plata del FMI esta semana, tendrá que buscar, de todos modos, financiamiento privado. Como el ministro sabe que el escenario es complejo y ese dinero «no alcanza», le aseguró al Presidente que, una vez que entre el dinero, el Riesgo País (que acaba de superar los 1000 puntos) caerá fuerte y permitirá salir a los mercados.

«Ya no tenes más crédito al 5 por ciento, Toto», le dijo uno de sus laderos al ministro, que no quiere ni escuchar que tendrá que pagar, como le advierten los analistas, una tasa del 10 por ciento. Eso, con suerte y viento a favor.

En reserva, en Hacienda confiesan, además, que el FMI va a pedir devaluar como condición de prestar al menos 10 mil millones, como adelantó el 2 de abril este diario. Mirando de cerca, el Gobierno pasó de vender 100 millones o más para parar la corrida a vender entre 30 y 60 millones. «Lo están haciendo caminar más rápido al dólar, es imposible de negar eso», concluyó una fuente del mercado.

Fuente: Página 12