Lula: el hambre no es económico, sino político
Tras participar en el Foro Mundial de la Alimentación en Roma, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva afirmó ayer lunes que el hambre no es un problema económico, sino un problema político.
Tras participar en el Foro Mundial de la Alimentación en Roma, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva afirmó ayer lunes que el hambre no es un problema económico, sino un problema político.
«Si hay interés político de los gobiernos de todo el mundo, se encontrará la manera de brindar desayuno, almuerzo y cena a los pobres de todo el mundo», enfatizó durante una conferencia de prensa posterior al evento de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
“No hay explicación para que el mundo rico gaste 2,7 billones de dólares en armas y, con sólo el 12% de esa cantidad (unos 300.000 millones de dólares), podríamos alimentar a 763 millones de seres humanos hambrientos”.
Para Lula, solo será posible acabar con el hambre mundial «cuando la humanidad se indigne». «Durante mucho tiempo se dijo que no tendríamos la capacidad tecnológica para producir suficientes alimentos para seguir el ritmo del crecimiento de la humanidad».
Hoy en día, producimos casi el doble de los alimentos que necesitamos. No basta con producir, necesitamos consumir, necesitamos llegar a la gente. Y necesitamos asegurar que la gente reciba estos alimentos. Y necesitamos tener ingresos.
Al final de la rueda de prensa, el mandatario volvió a catalogar el hambre como un tema político y dijo que espera discutir el tema en todos los foros globales en los que participe.
“El mundo es desigual porque la economía, tal como está concebida, conduce a un mundo desigual”.
“Puede que les guste o no, pero en cada foro en el que participe, los líderes políticos me escucharán hablar de desigualdad racial, desigualdad alimentaria, desigualdad salarial, desigualdad en todo”, concluyó.
