Pluriempleo en el Estado, dos de cada tres empleados tienen más de un trabajo

Un estudio reveló que el 64% de los trabajadores públicos suma otro empleo para compensar el congelamiento salarial. La pérdida de poder adquisitivo y la falta de paritarias empujan a una precarización silenciosa

Un estudio reveló que el 64% de los trabajadores públicos suma otro empleo para compensar el congelamiento salarial. La pérdida de poder adquisitivo y la falta de paritarias empujan a una precarización silenciosa

En medio del ajuste fiscal que sostiene el Gobierno, el empleo público atraviesa una crisis que combina recorte presupuestario, congelamiento salarial y pérdida de estabilidad. Para ese capítulo del mundo del trabajo un informe de la Fundación Germán Abdala reveló que el 64% de los trabajadores y trabajadoras estatales posee más de un empleo para compensar la caída de sus ingresos. La tendencia, coinciden distintos centros de estudio, ya es estructural: el pluriempleo se convierte en refugio frente al derrumbe del salario real y en símbolo de una nueva etapa de precarización laboral, mientras la coyuntura incluye una reforma laboral potente.

Según el relevamiento, que abarca organismos nacionales, provinciales y municipales, el 44% de los pluriempleados combina dos puestos de trabajo, el 17% sostiene tres y un 3% supera los cuatro. Apenas un 36% de los trabajadores logra subsistir con un único ingreso, mientras que el 52% percibe menos de un millón de pesos mensuales, monto inferior al valor de la canasta básica total que marca el límite de la pobreza.

A la par de los ingresos en baja, la precarización del empleo estatal gana terreno: sólo el 58% del personal se desempeña en planta permanente o transitoria; el resto lo hace mediante contratos, monotributos u otras formas temporarias. Vale consignar que dicho fenómeno precede a la gestión libertaria y continuó a través de diferentes gobiernos. “La necesidad de recurrir al pluriempleo para alcanzar un ingreso digno genera agotamiento físico y mental, burnout y frustración, afectando no sólo la vida personal sino también la calidad del servicio público”, advierte el estudio.

Los datos de la Fundación Abdala coinciden con el Informe Especial de C-P Consultora, publicado por BAE Negocios, el cual detalla que el pluriempleo creció desde 2016 al presente, pasando del 8 % al 12 % de los trabajadores con más de una ocupación en 2024.

El informe ubica al fenómeno como un “cuarto mecanismo de ajuste” frente a la crisis de ingresos, junto con la pérdida de puestos registrados, la expansión del trabajo informal y la caída del salario real. “Frente a las dificultades para sostener el poder adquisitivo, las personas buscaron otro trabajo que les permita complementar los ingresos perdidos. El proceso es acumulativo y facilitado por los empleos en plataformas”, señala el documento.

C-P identificó además que el ancla salarial y la reforma laboral en curso son las dos piezas centrales del programa libertario: la primera contiene los salarios para reducir la inflación, y la segunda busca redefinir la relación entre capital y trabajo, desarticulando la negociación colectiva y promoviendo la rotación constante de mano de obra. “El gobierno promete una reforma laboral como respuesta a la crisis salarial”, dice el informe.

“La era del hielo paritario”
Desde diciembre de 2023, el Ministerio de Economía dispuso un congelamiento total de las paritarias del sector público, bajo el argumento de “contener el gasto”.

La medida implicó una caída del 14% del salario real estatal respecto de noviembre de 2023 y profundizó el deterioro de los ingresos de jubilados y beneficiarios sociales

A la vez, la Administración Pública redujo su dotación en más de 35.000 despidos bajo el “plan motosierra”.

El resultado es una realidad contradictoria: más trabajo, en peores condiciones. El pluriempleo no implica mejora sino desgaste, y configura lo que los especialistas denominan “trabajo pobre”.

Estudios de la Fundación Mediterránea y del CIFRA-CTA coinciden en que uno de cada cinco trabajadores formales es pobre, y que la pobreza laboral alcanza al 37,5 % de los informales y al 40 % de los cuentapropistas. La desigualdad territorial agrava el cuadro: en provincias del norte, donde la informalidad supera el 50 %, la pobreza laboral se vuelve estructural.

“Hay que salir del agujero interior”
Los gremios estatales advierten que el pluriempleo se convirtió en una estrategia de supervivencia individual que erosiona el sentido colectivo del trabajo público.

“El 71% de los empleados públicos dice estar buscando otro empleo, incluso quienes ya tienen más de uno. Sólo el 42% manifiesta interés en continuar su carrera dentro del Estado”, señala la Fundación Abdala.

La cifra refleja el desencanto y la pérdida de identidad profesional dentro del sector público, sometido a un discurso gubernamental que criminaliza al trabajador estatal mientras achica su poder adquisitivo.

La CTA Autónoma y la ATE Nacional plantearon que el congelamiento de paritarias es “el ataque perfecto”: bajos salarios, precarización y hostigamiento mediático. Desde esa perspectiva, la expansión del pluriempleo no es una decisión libre, sino una consecuencia directa de la política económica libertaria.

El informe de C-P Consultora ya advirtió que el ajuste en los salarios públicos fue uno de los pilares del equilibrio fiscal durante 2024 y 2025, “consolidando un modelo de exclusión y desigualdad”.

El gobierno, explica el estudio, “no ofrece respuestas claras a la crisis de ingresos”, y la reforma laboral profundiza el problema: lejos de mejorar el empleo o los salarios, apunta a debilitar la negociación colectiva y a instalar un nuevo paradigma de flexibilidad permanente.

El pluriempleo, en ese contexto, deja de ser una elección para transformarse en una obligación estructural de quienes buscan sostener su subsistencia. La paradoja es que la multiplicación de trabajos no amplía derechos, sino que los fragmenta: cada empleo parcial implica menos estabilidad, menos cobertura y menos representación sindical.

 “Que puertas del diluvio no hay”
La Fundación Germán Abdala define su misión como la de “construir conocimiento y propuestas desde y para los trabajadores”. En esa línea, su diagnóstico no se agota en la descripción estadística: propone revalorizar el rol del Estado como instrumento de justicia social, y advierte que “un país donde trabajar no garantiza salir de la pobreza es un país donde la democracia se debilita”.

El pluriempleo, concluyen los especialistas, no es solo un número: es el síntoma visible de un modelo que reconfigura la relación entre trabajo, tiempo y dignidad. Una realidad que ya dejó de ser excepcional.

Fuente: baenegocios.com