Milei y un gobierno con sello propio: despidos, cierres de empresas y aumento de tarifas
El cierre de empresas y el conteo de despidos de empleados registrados dan la impresión de no tener fin debido a las políticas económicas implementadas por el gobierno de Milei.
03/12/2025 OPINIÓNEl cierre de empresas y el conteo de despidos de empleados registrados dan la impresión de no tener fin debido a las políticas económicas implementadas por el gobierno de Milei.
La semana que concluyó ayer estuvo atravesada por una agenda de noticias de diversa índole -varias de ellas “implantadas” por el poder hegemónico-. Dichas noticias -las más sensibles para la ciudadanía- van desde la sucesión acelerada de despidos de empleados y el cierre de empresas, el anuncio oficial de los aumentos de las tarifas de energía, llegando hasta el encendido de las alarmas -por la preocupante situación económica del país- por parte de importantes bancos, como el Santander o el BBVA. También las hay, noticias, sobre temas de corrupción -actuales- como el caso Andis, $LIBRA, o alguna financiera investigada por sospecha de lavado, que se superponen a algún otro caso, “rescatado de años pasados”, como el juicio a CFK -difundido con la mayor amplificación posible por los grandes medios que comparten una sintonía afín con el gobierno nacional-. Todo este contenido informativo ha transitado con el intento -efectivo- de desviar la atención con una discusión pública sobre las instituciones del fútbol profesional del país.
Despidos, cierres de empresas y aumento de tarifas.
El cierre de empresas y el conteo de despidos de empleados registrados dan la impresión de no tener fin -y de ir acrecentándose a pasos agigantados-. Whirlpool, Scania, Essen, Cameco, PanPack; estos son los casos más notorios -entre otros menos publicados- que han tomado estado público en los últimos días. A estas noticias de incremento del desempleo las decidió acompañar el gobierno con un anuncio de una suba de tarifas en energía –por pedido expreso del FMI- que regirán a partir de enero. He aquí algunos de los grandes anuncios pre navideños del gobierno de Milei. Qué más puede faltar. Lo que tal vez alguien de su entorno le pudiera hacer notar al presidente Milei es que el incremento del desempleo es algo que -en su momento- fue el motivo primordial de la destrucción de la imagen y el gobierno de su ídolo: Carlos Menem. Pero, claro, también puede ser posible que, dentro de la admiración total de Milei por el ex presidente riojano, pretenda alcanzar -inconscientemente- el mismo final de gobierno que el nacido en Anillaco; quién sabe. Eso sí, los pasos los está siguiendo de modo casi idéntico.
Inversiones extranjeras con Milei.
Luego de que el Presidente declamara hasta el hartazgo que Argentina necesitaba un régimen especial para inversiones del exterior -RIGI- para garantizar la llegada de una andanada inmensa de capitales foráneos deseosos de apostar por Argentina el resultado no puede ser peor -al menos por ahora, digamos-. Esto, la lluvia de inversiones extranjeras, según Milei, se iba a dar porque dichos inversores verían en él al garante de un modelo que les aseguraría sus rentas. Pues bien, pasada el agua -como se dice-, no solo que no ha llegado nada de nada sino que se han retirado una gran parte de los capitales invertidos durante administraciones anteriores. Algunos de los datos que se mostraron esta semana en los medios -de la consultora PxQ- señalan que durante la administración de Macri se invirtieron más de 3mil millones de dólares de capitales extranjeros, y durante la administración de Alberto Fernández -luego del desastre del final de Macri, y con una Pandemia que paralizó la economía durante dos años- casi mil millones. Ahora, después de dos años de la administración Milei -con la ley Bases, el RIGI, y demás –, no solo no ha llegado un dólar sino que se han retirado del país, o “desinvertido” si se quiere, más de 1.500 millones de dólares. Digamos, o sea, que Milei está -en cuanto a inversión extranjera en Argentina- 1.500 millones de dólares negativos. La nueva excusa del presidente -y su entorno de funcionaros económicos-, para “explicar” este tremendo fracaso, es que hacen faltan más reformas que acentúen la destrucción del estado y los derechos laborales. Quizás en breve -si los gobernadores, los sindicalistas, y “la calle” no se oponen- el experimento aniquilador de Milei se ponga en marcha. Mientras, metafóricamente hablando, la aturdida sociedad argentina continúa subida a un navío que, a la vista de todos, avanza a todo vapor directamente hacia el témpano gigante con la declarada intención de estrellarse contra la inmensa roca de hielo. A qué responde ese impulso autodestructivo de una parte de la sociedad -de acompañamiento a los designios de un Capitán estrambótico- es un interrogante que cuesta despejar.
Imagen, palabras y firma: el préstamo que no fue.
Entre lo que podría considerarse -con una mirada piadosa- como una llegada de dólares desde el exterior está el tan ampulosamente anunciado préstamo de los bancos privados de Wall Street por 20mil millones de dólares. Pues bien, en atención a esto se produjeron -hace varias semanas atrás- fuertes mensajes comunicacionales, en sentido positivo, por parte de los principales actores involucrados. Consecuentemente, el secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, expresó en la red X su total participación en el avance de las negociaciones; luego desembarcaron en el país un conjunto de banqueros -y personas del poder económico global- que se reunieron con toda pompa en el Teatro Colón dando la impresión de que las negociaciones estaban prácticamente cerradas; también, a su tiempo, el ministro Luis Caputo expresó en los medios el inminente arribo del nuevo socorro proveniente de los bancos, pero sobre el final del día, por así decirlo, quedó demostrado que todo lo exhibido y expresado no fue nada más que una puesta en escena, concebida y llevada a cabo por los poderes fácticos de los EE.UU., para lograr que Milei apuntalará un poco su endeble performance. Finalmente, como suelen decir los jugadores de fútbol profesional: Hasta que no está la firma…, no hay nada más que puro verso.
Apostillas de cierre: fútbol, una pasión nacional.
Luego de que días atrás la Asociación de Fútbol Argentino (AFA) decidiera otorgarle un polémico título al equipo de Rosario Central se desató una fortísima tormenta política -que sirvió para distraer a la sociedad de los temas centrales que han sido señalados anteriormente-. El inicio de la tempestad estuvo a cargo del presidente de Estudiantes de La Plata, Juan Verón; y luego la incrementaron, hasta no se sabe dónde –ya que la cosa no ha concluido ni mucho menos-, los dirigentes políticos y deportivos que, al igual que Verón, pretenden que los clubes de fútbol pasen de las manos de los socios hacia manos privadas. Nadie sabe bien cómo concluirá este torbellino, el cual se encuentra, hoy por hoy, en pleno desarrollo. En sintonía con Verón –respecto a su pretensión privatista-, viene al punto señalar que, uno de los grandes propulsores de la privatización del fútbol es el exministro de desregulación, Federico Sturzenegger. Reconocido hincha de Gimnasia y Esgrima La Plata inmediatamente desatada la tormenta -político/futbolera- salió a colaborar denodadamente con la causa privatista mediante mensajes públicos en redes. La mala noticia para él le llegó casi como un rebote inmediato: horas atrás fue desafilado como socio del club. Sturzenegger ya había sido repudiado por la hinchada en el estadio de Gimnasia por su intención de quitarles a los socios el manejo del club; ahora le hicieron saber que, sin pagar la cuota, no se puede ir a ver los partidos –ni a votar-. Por último, siguiendo dentro del ámbito del fútbol, fue noticia que el presidente Milei decidiera suspender su viaje a los EE.UU. para asistir al sorteo del Mundial, toda vez que se anotició previamente que su gran objetivo, una foto con Messi, por decisión del jugador, no iba a ser posible de alcanzar. Qué se le va a hacer. Otra vez será (¿?).
Flavio Colazo