El G-20 incluyó a los holdouts en su documento final
17/11/2014 POLÍTICA
El ministro de Economía, Axel Kicillof, y el canciller Héctor Timerman lo calificaron como «un hecho histórico».
En un contacto mantenido con la prensa en el Centro de Convenciones de Brisbane, al finalizar las deliberaciones de la Cumbre, Kicillof manifestó que en la delegación argentina se encuentran «extremadamente conformes porque la cuestión con los holdouts quedó reflejada en el documento final», y en un anexo en el que se reconoció la «litigiosidad» que representa el planteo de los fondos buitre y «la necesidad de otorgarle «previsibilidad» a los procesos de deuda soberana.
«Por primera vez en la historia del G-20 la cuestión de la reestructuración de deudas soberanas fue planteada en el comunicado final», resaltó el titular del Palacio de Hacienda.
«En el cuerpo del comunicado se habla de deuda soberana y después en un anexo, donde se abunda en la cuestión, queda en claro el tema de la litigiosidad, que es un eufemismo para referirse a los fondos buitre porque son ellos los que entran en litigio para el cobro de deuda soberana», agregó.
El documento. El documento final -de tres páginas- habla en el punto 12, sobre un total de 21, de la importancia de contar con «procesos de reestructuración de deuda soberana ordenados y previsibles».
En el anexo, en tanto, bajo el título «Temas de Acción Futura», refiere a la «litigiosidad» desatada a partir de la acción de los fondos buitre y ante la necesidad de «dar previsibilidad» a las procesos de reestructuración de deuda.
«Damos la bienvenida al trabajo internacional sobre el fortalecimiento de las cláusulas de acción colectiva y pari passu» y alentamos a la «comunidad internacional y al sector privado a que promuevan activamente su utilización», resalta el documento.
Además, pide a «los Ministros de Finanzas y Presidentes de Banco Centrales (de los países miembro) que discutan el progreso alcanzado en este tema y en temas relacionados».
En la discusión previa del comunicado final algunos países pretendían la inclusión del FMI como organismo a cargo del tema, posición que quedó de lado ante el consenso mayoritario de que en la discusión fluyan las distintas alternativas que puedan existir para solucionar el tema.
“Resultado impresionante”. Timerman, por su parte, consideró que el documento final significó «un resultado impresionante» para la lucha que viene llevando adelante el país en el tema de los fondos buitre y la necesidad de dar previsibilidad a los procesos de reestructuración de deuda.
El canciller, tras señalar que la solución del tema no será un proceso de corto plazo, sostuvo que «fue interesante ver a los líderes de varios países hablar de los fondos buitre dentro del G-20. No hablaban de grupos financieros, decían fondos buitre».
Timerman adelantó además, que viajará hoy a Nueva York, donde mantendrá una serie de encuentros relacionados con la discusión que impulsan Argentina y el G77+China para la creación de un marco legal para la reestructuración de deuda en el seno de las Naciones Unidas.
«Por instrucción de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, estoy viajando a Naciones Unidas mañana (por hoy) para reunirme con el presidente de la Asamblea General, representantes de la Unión Africana, de la CELAC y del G77+China, para ir discutiendo todos los elementos que se hablaron en el G-20 y seguir hablando el tema de la deuda en Naciones Unidas», indicó el canciller en la rueda de prensa.
«Se están buscando cláusulas antibuitres». Por su parte, Kicillof, al brindar detalles sobre las sesiones de trabajo del G-20, aseveró que «la situación argentina en términos de los ataques de los fondos buitre fueron planteadas abiertamente por muchos de los presidentes y comentada por el FMI» en la sesión de trabajo en la que se abordó la cuestión financiera internacional.
El ministro de Economía, tras repetir que en la delegación argentina están «tremendamente conformes», señaló que «Argentina realizó la denuncia del accionar de los fondos buitre y esto es algo que debe ser tomado por los líderes de los países porque lo cierto es que el límite a los especuladores, a todo lo que es finanza poco transparente, o las llamadas guaridas o paraísos fiscales, debe ser una preocupación permanente del G-20».
Kicillof subrayó que «el caso de la Argentina ha cambiado ya la historia de las emisiones de deuda soberana», debido a que en las nuevas colocaciones «se están buscando cláusulas antibuitres».
A renglón seguido, el ministro insistió en que «no alcanza sólo con la modificación de los contratos a futuro por razones obvias, no solo por la cuestión argentina, sino porque hay un trillón de dólares de deuda en bonos con la cláusula pari pasu» y si algunos de los países emisores entra en reestructuración o default, «va a tener el mismo problema» que nuestro país.
«Cualquiera de esa deuda que pase por un restructuración o default, va a tener el mismo problema que tuvo la deuda argentina si algún juez le da cabida a estas interpretaciones» surgidas en el fallo del juez Thomas Griesa que fueron convalidadas por la Corte Suprema de Estados Unidos, concluyó el ministro.