Por primera vez, Cuba asistirá a una Cumbre de las Américas de la OEA
13/12/2014 EL MUNDO
El país anfitrión, Panamá, la invitó y ayer tuvo la confirmación de La Habana. EEUU dio un «sí» tácito y pidió la asistencia de opositores. Cuba fue excluida de la OEA en 1962 por iniciativa de Estados Unidos.
Cuba asistirá en abril por primera vez a una Cumbre de las Américas, un foro de la OEA, a desarrollarse en Panamá e invitada por este país. Lo confirmó Isabel de Saint Malo de Alvarado, vicepresidenta y canciller de Panamá, durante una visita a Miami. Estados Unidos dio un asentimiento tácito a la iniciativa, pero reclamó que además de invitarse a los gobernantes de la isla, se extienda la invitación a los dirigentes de la sociedad civil cubana.
«Sí. A tan solo unos pocos días de haber entregado formalmente las invitaciones, Panamá ya cuenta con las confirmaciones al más alto nivel de Chile, Colombia, Cuba, México, Guatemala, Costa Rica y El Salvador», dijo De Saint Malo desde Miami. De Saint Malo asistió en Miami al foro Futuro de las Américas, que conmemoró el vigésimo aniversario de la primera Cumbre de las Américas, que se celebró en esa ciudad en 1994. La próxima cumbre, del 10 al 11 de abril de 2015, podría reunir por primera vez a los presidentes de Cuba y Estados Unidos, países enemigos desde el triunfo de la revolución comunista en la isla en 1959. «Panamá está trabajando para que los jefes de Estado y de gobierno de los 35 países de América, desde Chile hasta Canadá, estén presentes. Aún en la heterogeneidad de la región, son más los temas que nos unen y son estos en los que nos vamos a concentrar. Para hacerlo, toda América debe estar presente», dijo De Saint Malo.
Washington se ha opuesto tradicionalmente a la presencia de Cuba en la Cumbre de las Américas, un foro regional que se celebra desde 1994 bajo el patrocinio de la Organización de Estados Americanos (OEA). En los últimos años, sin embargo, muchos países latinoamericanos han abogado por la inclusión de La Habana, aún si es la única dictadura de la región. En la última Cumbre de las Américas, celebrada en Colombia en 2012, los países del bloque de izquierda del ALBA amenazaron con boicotear el encuentro si no asistía Cuba, que la pasada semana recibió la invitación oficial de Panamá.
Cuba fue excluida de la OEA en 1962 por iniciativa de Estados Unidos, después de que Fidel Castro declarara el «carácter socialista» de su régimen y eliminara la prometida opción de convocar a elecciones pluripartidarias, algo que jamás hizo. Pero aunque el organismo multilatera levantó en 2009 la sanción, el régimen castrista rechazó volver a la OEA, a la que consideraba hasta ahora «un instrumento de dominación» de Washington. El secretario general de la OEA, el chileno José Miguel Insulza, había dicho que la participación de Cuba sería una «gran noticia» y que esperaba la presencia del presidente cubano Raúl Castro.
Washington lo piensa. Washington no ha confirmado hasta ahora la presencia de Barack Obama. Pero el 8 de octubre, el subsecretario adjunto para el Hemisferio Occidental, John Feeley, dijo que el foro debe «escuchar la visión de Cuba». Fue una novedad, una postura mucho más flexible que en el pasado. El 10 de diciembre de 2013, Raúl Castro y Obama se dieron un apretón de manos en el funeral de Nelson Mandela en Sudáfrica. La imagen de los mandatarios de ambos países juntos no se veía en décadas.
Y el pasado miércoles, el secretario de Estado John Kerry pidió que la próxima Cumbre de las Américas se centre más en el contenido que en los asistentes. «Debemos ir más allá del eterno debate de quiénes serán los asistentes, quién viene. Y debemos enfocarnos en la sustancia de los asuntos de la cumbre, que serán cruciales para, a la larga, construir un futuro mejor para las Américas», dijo con motivo del vigésimo aniversario de la primera cumbre. Para el portal Martí Noticias, «Kerry sugirió que el gobierno del presidente Barack Obama no se opondrá finalmente a que Cuba, el único país sin democracia representativa en el hemisferio, participe en la Séptima Cumbre de las Américas» de Panamá. La primera Cumbre de las Américas, realizada en 1994 en Miami bajo el mandato del presidente Bill Clinton, reunió a «los líderes democráticamente elegidos» de 34 países del continente, recordó Kerry. «Ahora que nos aproximamos a la cumbre del próximo abril en Panamá, nos encontramos más cerca que nunca de hacer realidad la visión» de oportunidades y prosperidad compartida que delineó Clinton en 1994, agregó. Kerry opinó que es necesario «en los próximos meses nos centraremos en una agenda robusta de democracia y derechos humanos para la Cumbre de las Américas». «Queremos que ésta sea la cumbre del «cómo», centrada en cómo enfrentamos algunos grandes retos y cómo aprovechamos algunas grandes oportunidades», explicó. Pero para Estados Unidos, también es esencial que la Cumbre sea «incluyente», por lo que está «insistiendo en que incluya una participación directa y significativa de empresarios, defensores de derechos humanos y otros miembros creíbles de la sociedad civil», añadió Kerry. Una manera de decir que no solo deberá invitarse a los gobernantes del régimen comunista, sino también a los llamados «disidentes», los opositores ilegalizados y perseguidos implacablemente en Cuba.
Sin DDHH. El carácter dictatorial del gobierno de la isla es un punto de permanente debate entre las democracias del continente. El autoritarismo del régimen cubano quedó nuevamente de manifiesto este miércoles 10 de diciembre, Día Internacional de los Derechos Humanos, cuando opositores pacíficos fueron reprimidos y detenidos en la vía pública. La manifestación se realizó en una popular avenida de La Habana.Varios «activistas» fueron detenidos a medida que llegaban de forma individual o en pequeños grupos. Policías vestidos de civil dispersaron a los manifestantes que coreaban «¡Vivan los derechos humanos!» con sus dedos índice y pulgar en forma de «L», simbolizando la palabra libertad. Militantes del gobierno comunista coreaban a modo de réplica «¡Viva la Revolución!» o «¡Viva Fidel». El incidente tuvo lugar a la vista de los corresponsales extranjeros, quienes fueron convocados a la manifestación por las Damas de Blanco, un grupo de esposas y familiares de ex presos políticos.