Río Negro avanza en la elaboración de pan reducido en sodio
17/01/2015 MUNICIPIOSEn Argentina el consumo de sal está muy por encima de las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud por ello, a partir de la campaña “Menos Sal + Vida” implementada por el Ministerio de Salud de la Nación y adherido por las provincias, se busca reducir la cantidad de sodio en la fabricación del pan.
Esta es una medida inicial para ser aplicada posteriormente al resto de los productos de panadería.
En Río Negro a partir del trabajo realizado por el Ministerio de Salud durante 2014, se ha logrado la adhesión y certificación de 34 panaderías, que en algunas localidades significa el 100% de consumo de pan reducido en sodio como es el caso de Ingeniero Huergo y Los Menucos.
Desde la cartera sanitaria provincial se busca concientizar a la población sobre la necesidad de disminuir la incorporación de sal en las comidas, la reducción progresiva del contenido de sodio de los alimentos procesados mediante acuerdos con la industria de alimentos y la reducción del contenido de sal en la elaboración del pan artesanal.
El objetivo es reducir hasta un 25% la cantidad de sal en la fabricación del pan y otros productos del rubro, es decir en 50 kilogramos de harina se utiliza sólo 750 gramos de sal y el dato relevante es que esto no modifica el sabor. Cabe destacar que en Argentina se consume por habitante y por día de 12 a 13 gramos de sal cuando la recomendación de la Organización Mundial de la Salud es de 5 gramos por día y por habitante.
Para ello, se trabajó en la promoción tanto en el ámbito privado con los fabricantes panaderos y en el público, mediante actividades de promoción con la colocación de stands saludables en eventos comunitarios, para informar a la comunidad sobre el impacto positivo para la salud de disminuir el consumo de sal, y con material gráfico informativo sobre los beneficios para la salud de la disminución del consumo diario de sal, especialmente en el aparato cardiocirculatorio de la persona.
Es una iniciativa que persigue disminuir el consumo de sodio de la población en su conjunto para reducir la importante carga sanitaria que representan las enfermedades cardiovasculares, cerebrovasculares y renales. Constituye una de las principales acciones de promoción de la salud y forma parte de un plan integral de prevención y control de enfermedades crónicas no transmisibles que tienden a modificar hábitos muy arraigados en la población y que luego se traducen en hipertensión arterial, problemas renales y enfermedades cardiovasculares.