La mitad de los neuquinos no limpian su baldío
31/01/2015 MUNICIPIOSEl año pasado se multó a 863 dueños de lotes ociosos.
La mitad de los baldíos de la ciudad están descuidados. Son cerca de 900 propietarios los que no quitan los yuyos ni limpian, como ordena la legislación local. Días atrás, al igual que en años anteriores, el Municipio los intimó para que reviertan la situación o serán los propios agentes públicos los que harán el trabajo y después le enviarán la factura al dueño, acompañada por la correspondiente multa. El plazo vence en dos semanas: el 15 de febrero.
Aunque Gabriela Painevilu, subsecretaria de Limpieza Urbana, dijo que no existe una cifra oficial porque el crecimiento constante de la ciudad dificulta el cálculo, se estima que hay alrededor de 1.800 baldíos.
Contó también que, al hacer las inspecciones de los terrenos ociosos, encuentran que es muy alto el número de predios sin mantenimiento, donde los propietarios no se hacen cargo de cercar, limpiar o asegurar que su lote no se convierta en un foco de proliferación de ratas y culebras. “Tenemos infracciones casi en el 50% de los casos”, indicó.
Agregó que, durante 2014, se labraron 863 multas por no hacer el mantenimiento del baldío y que suele haber reincidencia entre los infractores. Las sanciones van desde 1.000 a 10 mil pesos, aunque pueden ser mayores si no es la primera vez que un mismo espacio está sin limpiar.
Painevilu señaló que, además de la multa, a los que no regularicen la situación para el 15 de febrero les cobrarán por la limpieza que hagan los agentes municipales en resguardo de la salud del resto de los vecinos. “Del 16 en adelante, empezamos por los terrenos que están en peores condiciones, donde ingresamos con la desmalezadora, con la pala por si hay escombros y con operarios; después le cobramos al dueño $50 por metro cuadrado por esta tarea”, explicó y aclaró que el objetivo no recaudar sino “crear conciencia, porque todavía hay vecinos que no se preocupan por mantener la ciudad limpia”.
Recordó que “esto se nota en lo que pasa con los baldíos y también los microbasurales, que llegamos a contabilizar cerca de 80”. En ese caso, se trata de bulevares o terrenos públicos, donde los vecinos arrojan residuos pese a que saben que no serán recolectados.
La subsecretaria dijo que, en el caso de los microbasurales, “a algunos los pudimos transformar en espacios verdes y también intentamos evitarlos poniendo cajuelas o contenedores”.