En la última década se duplicó en el país la superficie cultivada con malbec

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En el Día Mundial del Malbec, referentes del sector analizan el crecimiento que ha logrado sostener la variedad insignia de la provincia, más allá del freno registrado en los últimos años por falta de precio y competitividad.

Messi, Francisco, tango, carne y malbec: probablemente pronunciando estas palabras en cualquier parte del mundo, una persona fácilmente remita a Argentina. Es que en los últimos 20 años, y con más fuerza desde 2005, el malbec pasó de ser una cepa prácticamente ignota a convertirse en el estandarte de los vinos argentinos que hoy celebra en todo el mundo su día.

Las inversiones realizadas en su nombre hablan por sí solas: en una década, entre 2005 y 2015, Argentina duplicó la superficie implantada con malbec pasando de 21.737 hectáreas a 46.084 hectáreas, un aumento del 112%.

Pero, aun cuando navega mejor las aguas de la falta de competitividad que aqueja a toda la vitivinicultura, no escapa a las generales del vino argentino. En 2014, al igual que lo hizo la categoría vinos, el consumo en el mercado interno de malbec se contrajo en 1 millón de litros, pasando de 71 millones en 2013 a 70 millones de litros en 2014, según datos del Observatorio Vitivinícola Argentino.

En tanto, logró mejor performance en el mercado externo donde conservó, con números austeros, los envíos al exterior.

“Nuestro malbec es número 1 en ventas locales e internacionales. Entre las grandes ventajas comparativas del malbec argentino con el resto del mundo, es que son vinos de buen carácter, buena concentración y buen color que, a su vez, tienen taninos redondos y dulces y por ende son fáciles de beber. Además, tiene la ventaja de que jóvenes, maduros, frescos o con paso por madera, siempre son vinos agradables”, describió Alberto Arizu, director comercial de bodega Luigi Bosca.

El malbec es una cepa originaria del suroeste francés, en donde es llamada Côt, pero que fue introducida en Argentina en 1852 por Michel A. Pouget, (ingeniero agrónomo francés contratado por el gobierno nacional) en donde encontró su gran despliege, tomando como base el terruño y el clima continental desértico que ofrece Mendoza.

“Las particulares condiciones de clima y suelo en Argentina son las que nos han permitido posicionar al malbec como nuestro varietal emblemático. También pienso que este fenómeno de malbec, Argentina es único en el mundo donde un varietal se expresa mejor que en su zona de origen”, destacó José Galante, desde Bodegas Salentein.

“El malbec argentino varía mucho según la zona de producción. El francés no tiene nada que ver con el nuestro y hay vinos de otras zonas con buena calidad y características parecidas. Pero no nos olvidemos de que la primera exportación de malbec se hizo hace más de cuarenta años y desde ese entonces se ha mantenido una calidad que lo ha prestigiado”, dijo Ricardo Santos, bodeguero, quien sólo produce malbec.

“El malbec de Argentina se caracteriza por su intenso color morado, aroma de frutos rojos maduros y sabor largo, voluminoso y opulento. Las otras zonas del mundo poseen un malbec menos elocuente, de menos volumen y generosidad de boca”, señaló el enólogo Ángel Mendoza.

Sin techo pero con la necesidad de diversificar

Con crecimientos en las exportaciones de embotellados de malbec que hasta 2010, según datos de Caucasia, rondaban el 29%, diversificar no parecía necesario para Argentina. Sin embargo, con los magros crecimientos de los últimos años, la posibilidad de pensar en un techo para las ventas de malbec, ya se desliza entre algunos elaboradores.

“Siempre pensé y lo expresé desde hace años que era un error estratégico poner todo el esfuerzo de marketing en el malbec. Es una variedad maravillosa pero también lo era el syrah australiano y el sauvignon blanc de Nueva Zelanda y todos sabemos dónde están ahora.

Argentina tiene una posibilidad tremenda de hacer una cantidad importante de varietales a nivel de calidad internacional. Ésa es la ventaja estratégica real del país. Creo que el malbec es fundamental para ese salto en el mundo y el reconocimiento del vino argentino pero no creo que sea suficiente”, estimó José Manuel Ortega, dueño de bodega O.Fournier.

En 2014, en volumen, las exportaciones de embotellados de malbec sólo crecieron 1,9%, mientras que en valor prácticamente se mantuvieron, con una magra suba del 0,4%, de acuerdo al informe de Caucasia. No obstante, se piensa que todavía hay espacio para seguir creciendo.

“Creo que aún estamos muy lejos de llegar a un techo. Si bien estamos interesados en demostrar que en Argentina elaboramos muchos cepajes con gran calidad, el malbec sigue siendo muy importante. Pienso que aún tenemos mucho para crecer no sólo en volumen de exportación sino en calidad, imagen y tipos diferentes de acuerdo a los terruños donde lo cultivemos”, sostuvo Roberto de la Mota, de Mendel Wines.

Para Alberto Arizu, Argentina tiene todavía mucho espacio en los mercados mundiales para seguir desarrollando el malbec. Es sólo el 3% del consumo mundial y aún lejos de variedades como cabernet o merlot”. En 2014 se exportaron en botella vinos varietales de la cepa emblema por 390 millones de dólares, 1 millón por encima de lo registrado en 2013.

“Pienso que los malbec son muy amigables con los distintos tipos de consumidores y gastronomías del mundo”, señaló José Galante, al tiempo que agregó que “tampoco creo que el malbec haya tocado su techo. Todo depende de nuestra imaginación y creatividad para posicionarlo entre los grandes vinos del mundo, de manera tal que cuando alguien quiera probar un malbec inmediatamente piense en nuestro país”.

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Bodegas renovó autoridades

Bodegas de Argentina tuvo ayer su asamblea anual y renovó autoridades. De este modo, el nuevo presidente de la entidad es Walter Bressia, que quedó en lugar de Juan José Canay. En tanto, la vicepresidencia primera fue para Carlos Crotta. El mencionado Canay, por su parte, quedó como vicepresidente segundo de la entidad.

Cuatro años con precios estancados

Aun cuando los envíos al exterior se mantienen y la demanda de malbec, por ahora, parece no tener techo, los precios pagados al productor llevan cuatro años de precios estancados en pesos.

Datos del Observatorio Vitivinícola Argentino indican que  en 2011 se pagó $ 4,25 el kilo de uva malbec, lo mismo que percibieron los productores al año siguiente. En tanto, en 2013 el precio promedio por la variedad emblema rondó los $ 3,90 el kilo para recuperarse en 2014 cuando llegó a $ 4,26 y volvió a los niveles de 2011. Por lo tanto, teniendo en cuenta el contexto inflacionario que se desarrolla en el país, los productores vieron depreciar su moneda de cambio, la uva.

“Como los costos de elaboración, embotellamiento y comercialización del vino siguen creciendo al ritmo de la inflación, no así los precios del mismo vino, las bodegas se quedan con menos fondos para pagar la materia prima. A tal punto, luego de un fuerte aumento hace cinco años, el precio de la uva malbec (y de otras tintas) se ha mantenido estancado (en pesos), a pesar de estar en un contexto inflacionario”, señala un reporte del economista Jorge Day, publicado por la Bolsa de Comercio de Mendoza.

Malbec World Day

El Malbec World Day es organizado por Wines of Argentina y se realizó por primera vez el 17 de abril del 2011. En dicha ocasión se llevaron a cabo más de 72 eventos en 45 ciudades de 36 países.

Según destacan desde la entidad “la enorme trascendencia a nivel internacional que el Malbec World Day ha logrado en cada una de sus ediciones ha sido también gracias al apoyo del Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto de la Nación Argentina.

Más de 40 representaciones de Argentina alrededor del mundo juegan año a año un rol fundamental en la repercusión que cobra el Malbec World Day en los medios internacionales”.

Todos los años se elige un tema central para el festejo, este año el evento tendrá como coprotagonista al cine bajo el título “Lights, Camera, Malbec” que, al igual que el vino, combina arte e industria a la vez.

«Lights, Camera, Malbec» se replicará en Buenos Aires, Nueva York, Estados Unidos; Lima, Perú; San Pablo, Brasil; el Distrito Federal de México; Bogotá, Colombia, y Buenos Aires, Argentina. Así mismo, se desarrollarán campañas con los principales retailers de Reino Unido, Canadá, Brasil y México para promover las ventas.

Todas las acciones tienen como objetivo proporcionar una experiencia de inmersión en la cultura y el espíritu de Argentina, en el cual el vino es una parte esencial.

Asimismo, junto con el Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto de la Nación Argentina y los gobiernos provinciales, se llevarán a cabo eventos con compradores e invitados especiales, que incluyen degustaciones y shows de tango.

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Fuente: Los Andes