Grecia debió cambiar negociadores por presión de la «troika»

04-28-EM2701--rt.jpg_88717827
Apartó al hombre de confianza del ministro Varoufakis y puso al frente al vicecanciller. Los mercados y la UE, contentos.

El primer ministro de Grecia, Alexis Tsipras, echó al jefe de los negociadores con los acreedores del paí, Nikos Theojarakis, ante los escasos avances alcanzados hasta ahora. Theojarakis es hombre de confianza del polémico ministro de Finanzas, Yanis Varoufakis, y fue reemplazado por Giorgos Jouliarakis, quien ya había participado en las negociaciones bajo el anterior gobierno conservador y que cuenta con la confianza de los acreedores. Pero además, Tsipras creó un «grupo de trabajo» para negociar con los acreedores, y puso al frente al vicecanciller, no a Varoufakis. Este queda así con su poder muy resimensionado después de que tuviera una mala performance en el último encuentro de ministros de Finanzas de la zona euro. Grecia necesita llegar en los próximos días a un acuerdo con Europa y el FMI para que le renueven el crédito o caerá en default de su enorme deuda externa.

Tsipras ha formado un «grupo de trabajo» para llevar de ahora en más las negociaciones con los acreedores. A este grupo pertenece también Varoufakis, pero la coordinación estará en manos del viceministro de Relaciones Exteriores, Euklides Tsakalotos. «Cometemos errores y aprendemos de ellos», apuntó Tskalotos ante el Parlamento. Según fuentes del gobierno, ayer se reunió por primera vez el nuevo grupo de trabajo, aunque no trascendieron detalles. Estaba previsto que el grupo se comunicase con los acreedoeres, informó la televisión pública.

Ante este giro marcado en el enfoque de las negociaciones, y por primera vez desde hace tiempo la bolsa de Atenas registró un avance del 4,37 por ciento.

«Parece que algunas cosas están cambiando en Atenas», apuntó un diplomático de la Unión Europea en Bruselas. «Quien sea que negocie con nosotros debe tener un mandato y saber sobre lo que habla. Eso es lo único que nos interesa», agregó. Pareció una crítica tácita a Varoufakis y su equipo. Al mismo tiempo, Tsipras ratificó públicamente su confianza en Varoufakis, quien ha sido blanco de duras críticas en Atenas por su manfiesto aislamiento dentro del Eurogrupo. Tsipras considera que Varoufakis se mueve dentro del marco de las decisiones colectivas del gobierno y seguirá trabajando por una «solución sostenible» de la crisis financiera griega. Tsipras debe hacer equilibrio: la izquierda interna de su coalición de gobierno Syriza, es muy fuerte y cuenta con un decisivo bloque de diputados. No puede entonces anunciar un viraje abierto al centro en una materia tan sensible como la negociación de la deuda externa con la antigua y odiada «troika» (UE, Banco Central Europeo y FMI).

Tras la frustrada cumbre del Eurogrupo del viernes en Letonia, las negociaciones sobre las reformas de Grecia continúa a nivel de técnicos, pero también al máximo nivel político. El domingo, Tsipras conversó largamente por teléfono con la canciller alemana Angela Merkel. «Hay conversaciones a todos los niveles», afirmó una portavoz de la Comisión Europea en Bruselas. Después de la cumbre de Riga, se está de acuerdo en que «se necesitan avances con rapidez», añadió la portavoz.

Por otro lado, el portavoz del ministro de Finanzas alemán Wolfgang Schauble, la situación es «bastante frustrante. La pelota está en el campo de los griegos», afirmó Martin Jager. Según el portavoz, es de esperar que Atenas presente una propuesta de reformas «consistente» antes de la próxima reunión del Eurogrupo, que tendrá lugar el 11 de mayo en Bruselas.

El gobierno griego sigue buscando dinero en efectivo para pagar las pensiones y los salarios de los empleados públicos, después de que los ministros de Finanzas de la Eurozona le advirtieran a Grecia que no debe esperar más ayuda mientras no cumpla todas las condiciones del programa de reformas.Grecia está recibiendo un segundo «rescate», del que restan aún 7.200 millones de euros. La Eurozona condiciona su liberación a que el gobierno de Tsipras implemente reformas del mercado laboral, de la seguridad social, suba el impuesto al valor agregado (IVA) y haga privatizaciones. Durante el fin de semana, los jefes de gobierno locales aceptaron finalmente transferir sus reservas de efectivo al Estado central, después de haber rechazado inicialmente la petición de Tsipras. Grecia debe pagar en mayo 950 millones de euros (1.020 millones de dólares) al FMI y 1.700 millones de euros en concepto de jubilaciones y pensiones y salarios a públicos, entre otras obligaciones.

Fuente: La Capital, Rosario