La presidenta de Brasil acusó a la oposición de «ser golpista»
08/07/2015 EL MUNDO
La presidenta de Brasil descartó además que no renunciará. «Yo no voy a caer. No se la voy a poner fácil, es la lucha política», dijo la mandataria.
La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, desafió a los que impulsan su salida prematura del poder a probar que se quedó con «una moneda de dinero sucio» y descartó cualquier posibilidad de renunciar al cargo, que caduca en diciembre de 2018.
El dirigente opositor brasileño Aécio Neves dijo que las declaraciones de la presidenta Dilma Rousseff responden a una estrategia para “inhibir a las instituciones”, luego de que la mandataria acusara a la oposición dejando en claro que de ninguna manera va a renunciar a su mandato.
«El discurso del golpe que tuvo hoy la presidenta, repetida por sus ministros y el PT, no es más que parte de una estrategia planificada para inhibir la acción de las instituciones y la prensa brasileña en un momento en el que pesan sobre la presidenta y su partido denuncias de mayor gravedad «, dijo el senador y actual presidente nacional del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB).
En una entrevista publicada hoy por el diario Folha de Sao Paulo, Rousseff dijo que no dimitiría de su cargo porque no tiene la culpa de la malversación de fondos en Petrobras y añadió que ve una «oposición un tanto golpista» cuando se dice que no se completará su mandato.
«Yo no voy a caer. No se la voy a poner fácil, es la lucha política», sentenció la mandataria y agregó: “No hay base para que yo caiga, que intenten. Si hay una cosa de la que no tengo miedo es de eso, no me atemorizan», resaltó con el dedo levantado.
Neves afirmó luego que el discurso del PSDB “todo lo contrario a lo que dice el PT” y que los petistas “no reconocen los instrumentos de la democracia”.
Más tarde, el opositor se refirió en una entrevista con O Globo a la reacción de la presidenta tras los discursos de los socialdemócratas en la convención nacional del partido que se realizó el pasado fin de semana, y en la que deslizaron que “estaban listos para gobernar”.