La relación Dilma y el Congreso atravesará “meses nebulosos”
21/07/2015 EL MUNDO
El presidente del Senado, Renan Calheiros, expresó también que “no diría que habrá un agosto o un septiembre negro, pero serán meses nebulosos, con la concentración de una agenda muy pesada, y nos cabe a todos resolverla”.
La relación entre el gobierno y el Congreso de Brasil atravesará hasta fin de año “meses nebulosos” debido a la tensión creciente entre los dos mayores partidos de la alianza gobernante, vaticinó ayer el presidente del Senado, Renan Calheiros.
Entre los temas más delicados de esa agenda, Calheiros mencionó las dificultades de la economía, el análisis de vetos presidenciales a leyes sancionadas por el Congreso, el proyecto de ley de responsabilidad de las empresas estatales y la labor de las comisiones parlamentarias de investigación. La relación entre el Partido de los Trabajadores (PT) de la presidenta Dilma Rousseff y el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) del vicepresidente Michel Temer entró en tensión en los últimos meses, a partir de las denuncias de corrupción que involucran a funcionarios, dirigentes y legisladores de ambas fuerzas.
Entre los apuntados por las denuncias figuran Calheiros y el presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, ambos pertenecientes al PMDB.
Dentro del PMDB conviven una corriente más alineada con Rousseff -entre quienes sobresalen Temer y el ministro de Aviación Civil, Eliseu Padilha- y otra menos favorable a mantener la alianza en los mismos términos en que transcurrió hasta ahora, entre los cuales están Calheiros y Cunha, pero aun entre estos dos últimos hay matices.
En la sospecha de que las imputaciones contra él forman parte de una maniobra del PT, Cunha anunció el viernes pasado que rompía con la administración de Rousseff, advirtió que a partir de entonces “el presidente de la Cámara es oposición del gobierno” y vaticinó un segundo semestre “más duro” para el oficialismo en el parlamento.
En cambio, Calheiros resaltó virtudes de Temer: “Es un hombre prudente, de conciliación, de diálogo, que está siendo importante para este momento de inestabilidad del país”.
Mientras tanto, Padilla afirmó -tras una reunió que Rousseff mantuvo con varios ministros para hacer un balance del semestre- que “las relaciones serán normales entre los dos poderes” porque “los intereses de la nación se sobrepondrán a los intereses en conflicto entre uno y otro poder”.
Padilla, que integra el llamado “núcleo de articulación política del gobierno”, dijo que respetaba la opinión de Cunha pero cuestionó la sospecha del legislador al sostener que “varios integrantes del Poder Ejecutivo también sufren acusaciones en este proceso” y que el gobierno “no tiene ninguna influencia sobre el Ministerio Público y la Policía Federal”.