Multitudinaria marcha a 39 años de la operación represiva del «Apagón» que enlutó a Jujuy

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Se trata de la operación represiva en Calilegua, Libertador General San Martín y El Talar que secuestró a más de 400 personas, de las cuales 33 siguen desaparecidas, delitos por los que fue imputado el dueño del ingenio Ledesma, Carlos Blaquier.

La gran columna emprendió su andar cerca de las 16 encabezada por víctimas y familiares de «las noches del terror», con la consigna de “cárcel común perpetua y efectiva, ni un solo genocida por las calles de Argentina” y expresiones de repudio al fallo de la Casación que benefició con la falta de mérito a Blaquier y Alberto Lemos, ex administrador del Ledesma.

“No vamos a parar hasta que los milicos, Blaquier y los jueces cómplices estén en la cárcel», expresaron con altavoces los referentes de organismos de derechos humanos al frente de la columna saludada por vecinos en la marcha que, como cada año, comenzó en Calilegua y culminará en Libertador.

Participaban también de la demostración organizaciones sociales, estudiantiles y políticas, entre otras, que recuerdan el asalto represivo que militares, gendarmes y policías desataron entre el 20 y el 27 de julio de 1976, una cacería de militantes sociales, políticos y trabajadores del ingenio, secuestrados y en muchos casos trasladados a centros clandestinos de detención en camionetas del Ledesma.

Blaquier y Lemos estaban procesados por su vinculación con esos delitos de lesa humanidad perpetrados en el departamento de Ledesma pero en abril de este año fueron beneficiados con la falta de merito por la Sala IV de la Cámara Federal de Casación, presidida por Juan Carlos Gemignani.

“Hemos sido varios los que militábamos en la obra social del sindicato Ledesma junto a Weisz y Aredez, entre otros, que aun siguen desaparecidos”, recordó a Télam Hugo Condori -ex presos político de Jujuy, detenido en 1976 cuando los militares y máximas autoridades de Ledesma intervinieron la obra social el sindicato del que fue fundador-, y llamó a seguir trabajando para «que la justicia funcione y poder condenar a los genocidas”.

Por su parte, la dirigente social Milagro Sala señaló: «desde hace años acompañamos este reclamo por verdad, memoria y justicia. La noche del apagón fue una noche muy larga para todos nosotros. Todavía vivimos las consecuencias económicas del nefasto paso de la dictadura”.

Inés Peña, presidenta de la asociación Madres y familiares de detenidos-desaparecidos de Jujuy, sostuvo que “con el paso de los años, la lucha se fue nacionalizando e incorporando familiares y ex presos políticos”; al tiempo que resaltó que “luego se consiguió el apoyo de la Tupac Amaru y de otras organizaciones sociales que tomaron como bandera la defensa de los derechos humanos y la lucha por la memoria, la verdad y la justicia”.

Una de las tantas agrupaciones llegadas de diferentes puntos del país fue la que lleva el nombre de Luciano Arruga, con la madre del joven a la cabeza, quien tuvo oportunidad de expresarse manifestando un “profundo orgullo” de marchar y ver a todo un pueblo que al igual que su hijo “no transó” y está “pidiendo justicia contra un asesino corrupto (Blaquier) que hace años se está escapando de la ley”.

En la multitudinaria marcha se encontraban algunas de las Madres del Dolor, además de la Tupac Amaru, la Red de Organizaciones Sociales, el Frente Unidos y Organizados por la Soberanía Popular (FUyO), organizaciones estudiantiles y sindicales de Jujuy y de otras provincias.

Fuente: Télam