Brasil privatiza aeropuertos como salida de la crisis

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La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, promulgó ayer el decreto de privatización de aeropuertos enmarcado en el refuerzo de la política de reducción de gastos y el aumento de la recaudación adoptado luego de que el país perdiera su grado de inversión.

El Diario Oficial de la Unión publicó ayer el decreto presidencial de «desestatización» de las aerostaciones de las ciudades de Porto Alegre y Florianópolis, ambas en el sur del país, y Salvador de Bahia, en la región nordeste.

Según informó el gobierno, la secretaría de Aviación Civil, a cargo del ministro Eliseu Padilha, será la cartera responsable del proceso de desestatización de los aeropuertos, una iniciativa anunciada meses atrás por la presidenta.

Cabe señalar que el ministro Padilha es miembro del Partido Movimiento Democrático Brasileño y hombre muy próximo al vicepresidente, Michel Temer.

El influyente Temer se reunió la semana pasada con empresarios de San Pablo y antes lo hizo con emprendedores de Rio de Janeiro, los que respaldan la privatización de obras de infraestructura.

Los empresarios de Sao Paulo también manifestaron su oposición frontal al aumento de impuestos anunciado ayer por el ministro de Hacienda, Joaquim Levy.

La privatización de los aeropuertos se inscribe en el esfuerzo de Rousseff por acelerar el programa de ajuste económico diseñado por el ministro Levy, cuyo objetivo es que el presupuesto de 2016 arroje un superávit del 0,7% del Producto Interno Bruto (PBI).

Rousseff, Levy y otros ministros mantuvieron una reunión de emergencia el jueves luego de que la agencia evaluadora Standard and Poor’s bajó la calificación de Brasil, que de esa forma perdió el grado de inversión obtenido en 2008.

«Existe un problema difícil que será vencido actuando con responsabilidad, el gobierno va a cortar gastos, va a hacer más de lo que ya estaba haciendo», declaró el ministro Levy.

Las posiciones del titular de Hacienda, a favor del superávit del 0,7%, se vieron fortalecidas luego de la calificación de Standard and Poor’s, mientras perdieron peso los ministros que abogaban por un déficit fiscal del 0,5%.

Aloízio Mercadante, titular de la Casa Civil, y Neslon Barbosa, de Planificación, son los defensores del déficit en 2016 pues consideran que no se puede reducir drásticamente el gasto público sin correr el riesgo de agravar la recesión en curso y perjudicar las políticas sociales.

Uno de los programas alcanzados por el recorte de gastos será Mi Casa, Mi Vida, de viviendas populares, donde se aumentarán los montos a pagar por parte de familias que tienen ingresos de hasta 400 dólares, reportó hoy el diario Folha de San Pablo.

Según ese matutino este aumento posiblemente dejará a miles de familias fuera del programa pues no estarán en condiciones de afrontar el gasto, menos en momentos de crecimiento del desempleo.

En el informe elaborado por la agencia Standard and Poor’s también hubo bajas en las notas sobre varias empresas públicas y privadas, entre las que se destaca la petrolera Petrobras, mayor compañía del país.

El ministerio de Minas y Energía, Eduardo Braga, reconoció hoy que la pérdida de puntaje de Petrobras fue una noticia negativa pero estimó que la empresa superará la crisis. «Esto es pasajero, lo peor ya pasó», declaró Braga antes de reunirse con las autoridades del Consejo de Administración de la empresa estatal de capital abierto.

Entre tanto, poco después del mediodía de hoy las acciones ordinarias de Petrobras sufrían una baja del 2,15% y del 3,14%, en el caso de las preferenciales negociadas en la Bolsa de Valores de San Pablo.

Fuente: Tucumán Hoy