La medida aplica para empleados que no cumplen un horario fijo de oficina o visitan clientes.
El tribunal de Justicia de la Unión Europea determinó que el tiempo que un empleado tarda en llegar de su casa al trabajo y en regresar deben ser contabilizadas como horas laborales.
La decisión del tribunal afecta a las profesiones como los trabajadores sociales y los agentes de ventas que no cumplen un horario fijo de oficina o salen de sus hogares directo a visitar clientes.
En los argumentos, los jueces detallaron que siguieron los principios de seguridad y salud labolar que establece la Directiva de la Unión Europea sobre las horas de trabajo.