Crecieron dividendos de las empresas durante 2013

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Con más flexibilidad oficial, crecieron los dividendos de empresas al exterior.

El reparto de utilidades y el giro de dividendos al exterior fue un poco más flexible el año pasado en relación con lo que había sucedido en 2012, cuando la instauración del cepo prácticamente frenó cualquier operación de estas características. Aquel año las empresas distribuyeron el monto en pesos más bajo entre sus accionistas desde 2001. Pero ya en 2013 comenzó a aflojarse esta tendencia y ahora son los bancos los que buscarán sumarse, luego de regulaciones que impidieron hacerlo a la mayoría de ellos.

De acuerdo con un informe distribuido por el Instituto Argentino de Mercado de Capitales, las empresas locales que cotizan en Bolsa distribuyeron entre sus accionistas 4.022 millones de pesos, un 37 por ciento más que en 2012. Las compañías que tuvieron un salto más importante a la hora de distribuir utilidades fueron Siderar (425 por ciento), del empresario Paolo Rocca, Transportadora de Gas del Sur, que no había repartido dividendos en 2012, y Telecom Argentina, que consiguió un incremento del 24. En la lista también aparece Nortel Inversora, controlante de Telecom, con 227 millones de pesos, contra una cifra casi nula en 2012. Tenaris incrementó hasta los 2.792 millones de pesos (un 37,5 por ciento), con la salvedad que aparece en el listado como empresa extranjera ya que tiene domicilio legal en Europa.

El monto total de dividendos de empresas cotizantes cayó el año pasado en relación con 2012, pero se trata de una merma explicada prácticamente por una sola compañía: Repsol YPF, que pasó de repartir dividendos en efectivo de 3.884 millones de pesos a sólo 361 millones, una merma del 90,7 por ciento.

El gobierno puso bajo la lupa el reparto de dividendos en efectivo para evitar la salida de dólares en medio de las restricciones cambiarias. Cuando una compañía distribuye ganancias, los accionistas del exterior deben cobrar y la única manera es a través del giro de dólares. Por eso, el Central en 2012 prácticamente cerró cualquier posibilidad de transferencia con este objetivo, un cerrojo que modificó parcialmente en 2013.

Aunque el monto distribuido de dividendos en efectivo no es muy significativo, de todas formas el gobierno autorizó un reparto mayor ante la fuerte presión de las empresas. El argumento es sencillo: es imposible pedir que ingresen inversiones extranjeras si luego las empresas no consiguen repartir al menos una porción de sus utilidades. En muchos casos, se autorizó el giro de dividendos al exterior contra el compromiso del ingreso de nuevas inversiones directas, como ocurrió en el caso de la minería. Mientras que las cifras del Iamc abarcan la totalidad de las utilidades repartidas por las compañías cotizantes, el Central se encarga de difundir el pago de dividendos que involucren giro de divisas al exterior. También en este caso se nota un fuerte salto: de niveles mínimos de 253 millones de dólares pasó a 1.344 millones, según los números finales del balance cambiario anual que se conoció la semana pasada.

En el caso de los bancos, se produce una situación particular. Desde 2012, la mayoría de las entidades se quedó sin la posibilidad de distribuir dividendos (por ende, tampoco pueden girar al exterior por este concepto) debido a una regulación que los obligó a incrementar significativamente sus niveles de capital. Este requerimiento (o “buffer”, en la jerga financiera) impidió girar utilidades hasta no cumplir con dicho objetivo.

Pero la cuestión es que, tras las ganancias de 2013, muchos bancos líderes quedaron por encima de aquellas exigencias, por lo que podrían efectuar distribución de utilidades. De producirse, la cotización de las acciones bancarias que cotizan en Bolsa podrían tener un envión significativo. Según pudo establecer este diario, ya comenzaron las negociaciones entre algunas entidades tanto de capital nacional como extranjero con las autoridades del Central para conseguir el guiño. En todos los casos se está pensando en montos pequeños, pero con la idea de enviar una señal que marque un alivio adicional al cepo cambiario, tras el regreso del “dólar ahorro” a fin de enero.

La última palabra la tendrá el titular del Central, Juan Carlos Fábrega, y el resultado se conocerá en las próximas convocatorias que harán los bancos a las asambleas de accionistas, que deben ser convocadas entre fines de marzo y principios de abril. Allí, los respectivos directorios deberán presentar una propuesta para sus dividendos, lo que ocurrirá luego de que finalicen las negociaciones con la autoridad monetaria.

Fuente: El Ciudadano de Rosario