Caleta Olivia podría despedir a 2.500 trabajadores municipales

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El intendente Facundo Prades trazó un sombrío panorama de las finanzas municipales al inaugurar ayer el período de sesiones ordinarias del Concejo Deliberante. Responsabilizó de ello a quienes lo precedieron y a los gobiernos provincial y nacional que recortaron partidas presupuestarias. Por tal motivo anunció que las opciones para salir de las crisis se escalonan en tres planes. El más crítico implicaría despedir a 2.500 trabajadores de la comuna.

El jefe comunal de extracción radical habló al mediodía en el complejo deportivo «Ingeniero Knudsen» ante no más de 400 personas, un número cinco veces menor al de quienes asistieron a su acto de asunción, hace 80 días en la Plaza 20 de Noviembre.

De los ex intendentes constitucionales solo asistió Miguel Benítez (PJ), no pudiendo concurrir por razones de salud Emilio Papousek (PJ), en tanto Fernando Cotillo (FpV) prefirió permanecer en Río Gallegos para escuchar el discurso de Alicia Kirchner y de José Córdoba (FpV) no se pudo establecer si estaba en Caleta.

Luego de las formalidades de rigor, Prades se sentó junto al presidente del cuerpo legislativo, Javier Aybar, en tanto que los restantes ediles, Liliana Andrade, Rubén Martínez, Juan José Naves y Pablo Calicate, ocuparon sus bancas colocadas en el mismo escenario.

HERENCIA Y FUTURO

Prades expuso por algo más de 30 minutos y dividió su discurso en «la herencia recibida» y el «horizonte de nuestro futuro», ambos sumamente críticos por lo cual no hubo aplausos intermedios, sino solamente cuando finalizó.

En principio reiteró lo que ya venía diciendo desde que asumió funciones al señalar que «hoy nos encontramos con un Estado municipal devastado, superpoblado de empleados, inerme en su capacidad de reacción y trabajo calificado, vaciado en su economía, sin opciones visibles para dirigir nuestros esfuerzos».

Destacó además que asumió una comuna «sin alternativas de trabajo genuino que no sea el eterno empleo petrolero o minero al que siempre se apuntó en los discursos futuristas de anteriores gestiones, donde actualmente no podemos apoyarnos en razón de la crisis por todos conocida y las escasas proyecciones a futuro de un recurso limitado».

Luego dijo que «mi ciudad, mi gente, han sido agraviadas, maltratadas, abandonadas y vapuleadas por las distorsiones que impusieron a la ley todos aquellos que debían servirla».

Graficó que «encontramos un municipio con una planta funcional excedida, con planes sociales y cooperativas cuyo soporte eran los gobiernos provincial y nacional, quienes ahora los han dejado librados a su suerte».
A ello sumó «tremendas» deudas que reclaman proveedores, «los que no pueden subsidiarnos el déficit y necesitan que mínimamente se cubran sus créditos».

CAMBIOS URGENTES

Ante ese panorama afirmó que «hay que ejecutar cambios urgentes; ordenar la capacidad organizativa, desvincular las áreas ociosas y comenzar a exigir el cumplimiento pleno de las obligaciones de los vecinos».

En lo que respecta a la planificación de su gestión, citó que se generarán cursos de capacitación cortos con posibilidades para la inclusión laboral y «generar oportunidades requiriendo al Estado Nacional todo tipo de opciones, sobre todo fabriles, aunque con las nulas políticas aplicadas por las anteriores gestiones poco tenemos que ofrecer a los que se instalen en nuestra localidad».

Más adelante enumeró otra serie de acciones comunitarias que se realizaron desde que asumió, indicando además que se continuará apoyando al deporte y la cultura y que se está trabajando para volver a restablecer el servicio de colectivos.

En la etapa final de su discurso, rechazó de plano la postura del gobierno provincial que argumentó que no había abandonado a Caleta Olivia. Al respecto, indicó que «esta gestión lleva 80 días, por lo que es imposible haber generado una deuda de 324.432.230 pesos y otra similar entre las cajas de Servicios Sociales y Caja de Previsión Social».

Asimismo, precisó que «nuestro pasivo es superior a los 1.400 millones de pesos entre deudas comerciales sindicales, judiciales, fiscales y previsionales».

Citó además que Caleta Olivia recibe aportes provinciales calculados para una localidad de 20 mil habitantes, «como si nuestro futuro jamás hubiera llegado».

Por el contrario «nuestros ingresos municipales mensuales promedio son 35 millones de pesos y necesitamos 85 millones para pagar las remuneraciones totales de la planta municipal, sin contar pagos de aportes a las dos cajas provinciales».

CRITICAS ALTERNATIVAS

Luego anunció que para superar esta crisis tiene como opciones aplicar tres planes alternativos. El primero, que identificó como «A», es reclamar, incluso por vía judicial, los fondos que «injustamente nos niegan» los gobiernos provincial y nacional, precisando que entre ambos dejaron de remitir unos 50 millones de pesos mensuales.

El plan «B» apunta a «congelar paritarias, por lo menos hasta que podamos equilibrar las cuentas» y el «C» es aún más temerario, ya que implica «achicar» la planta municipal, despidiendo a unos 2.500 trabajadores.

Ante esta situación, sostuvo que «sin recursos financieros quedaremos en la historia como meros soñadores», pero también dejó en claro que «no nos quedaremos con los brazos cruzados y daremos la pelea necesaria en todos los ámbitos», para rematar su discurso con una frase de John Fitzgerald Kennedy, cuando dijo: «no preguntes lo que tu país puede hacer por ti; pregúntate mejor lo que tú puedes hacer por tu país».

Fuente: El Patagónico