Rosario: Más de 4 mil personas quieren aprender un oficio en los centros municipales

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Los cursos elegidos fueron higiene y seguridad, confitería, panadería, reparación de aire acondicionado, gastronomía, peluquería, textil, administración.

Entre el 14 y el 18 de marzo, los centros municipales de Distrito Centro, Sur, Sudoeste, Oeste, Noroeste y Norte inscribieron a miles de rosarinos interesados en capacitarse en distintos oficios. El registro para participar de los cursos se llevó adelante en distintos puntos de la ciudad y reunió a más de 4.000 personas que tendrán la oportunidad de realizar los talleres.

Al respecto, desde el Ejecutivo local indicaron que en este semestre se brindarán 65 cursos, un 20 por ciento más que en igual periodo de 2015, cuando se había alcanzado récord de capacitaciones.»La Municipalidad debe ofrecer herramientas para que las personas puedan ingresar al mundo laboral desde el empleo o desde la generación de su emprendimiento. Cuando hablamos de gestionar en pos de una ciudad más sustentable y humana hablamos de garantizar derechos y el derecho al trabajo es uno de de ellos. Como Estado tenemos esta responsabilidad y hoy más nunca este compromiso debe estar orientado a los jóvenes», resaltó la intendente de la ciudad Mónica Fein.

Por su parte, el secretario General del municipio, Pablo Javkin, quien tiene a su cargo la coordinación de los distritos, resaltó el gran interés de los rosarinos en capacitarse en distintas profesiones y destacó que «es fundamental que una ciudad como Rosario desarrolle un cambio pensando en la convivencia a largo plazo y es en éso en lo que estamos trabajando: en brindar la posibilidad que en todos los barrios las personas puedan acceder a una capacitación laboral, para integrar a los rosarinos dándoles igualdad de oportunidades».

«Los talleres están dirigidos a personas mayores de 18 años y el dictado de las capacitaciones está a cargo de instituciones de formación profesional inscritas en el Registro Municipal de Instituciones Capacitadoras (RIC), que brindan servicios en el ámbito de la educación no formal, a la que muchas personas no podrían acceder si no se dictaran de forma gratuita», explicó Javkin. Y agregó: “En un taller se encuentran todos los rosarinos: quienes pudieron estudiar una carrera universitaria, una persona mayor o aquel joven que no completó sus estudios universitarios y que por medio de esta herramienta puede acercarse al mundo laboral”.

En este sentido, señaló que «en base a las inscripciones puede verse que los dos grandes grupos más referenciados son los adultos de entre 40 y 50 años por ser a quienes el sistema laboral ha dejado afuera y a los que sin duda, como ciudad, tenemos que recuperar. El curso les da la oportunidad de capacitarse en un nuevo conocimiento y con esto poder encarar su propio emprendimiento. Otro de los grandes grupos que se identifican con el dictado de los talleres son los jóvenes que no pueden acceder a una educación universitaria y ven en esta modalidad una alternativa que les permite aprender y adquirir conocimientos y con ellos un nuevo oficio que los vuelve a insertar en el mundo laboral”.

Las capacitaciones en oficios son un proyecto votado en el Presupuesto Participativo. “Nuestro principal objetivo como gestión se centra en escuchar a los vecinos y eso es lo que estamos haciendo. A través de los recursos que tenemos como Estado, ofrecemos a los vecinos lo que ellos mismos eligieron por medio de la votación del Presupuesto Participativo”, indicó el funcionario municipal. El ranking de inscripciones lo lidera el distrito Sur (21%), seguido por el Oeste (19%), Norte (17%), Sudoeste (17%), Noroeste (15%) y Centro (12%).

«Poniendo el acento en mejorar la calidad de vida y el acceso a la igualdad de oportunidades, para seguir impulsando acciones que mejoren la convivencia en la ciudad, es como vamos a darle un nuevo impulso a esta ciudad”, finalizó Javkin.

En primera persona

Estas capacitaciones no sólo implican el aprendizaje de nuevos oficios, sino que tras ellas se ocultan historias, nuevos desafíos y sueños. Es el caso de Luis (57) y Daniel (22) Raposo, padre e hijo, que se interesaron por un curso de Operario Metalúrgico que se dicta en el Centro Municipal Distrito Sudoeste. Su objetivo es incorporar nuevos conocimientos y herramientas que puedan trasladarse a su labor: la joyería.

Luis tuvo sus inicios en el oficio en una joyería de calle Maipú, donde a lo largo de 30 años de trabajo fue pasando por distintos puestos hasta que el local cerró. “Empecé siendo el pibe de los mandados, después me iban rotando para aprender diferentes partes del trabajo. Había un torno pero yo sólo lo miraba porque no era mi lugar de trabajo. Nosotros hacíamos pulseras, alianzas, de todo. Después trabajé con un balancín a tornillo, para cortar y también con una maquina que hace las alianzas y le da forma”, narró.

Actualmente Luis, su mujer –quien también trabajó en la misma joyería realizando el pulido– y su hijo Daniel llevan adelante un pequeño taller al que sueñan incorporarle un torno paralelo. Cumplir con este deseo fue lo que los llevó a capacitarse juntos y compartir anécdotas.

“En una clase de fracciones no pude resolverlas y mi hijo las hizo todas bien”, contó Luis. Mientras, Daniel se justificaba: “Es porque hace poco que terminé la escuela secundaria y tengo los conocimientos más frescos. Lo bueno para mí es que mi papá me traslada sus conocimientos”.

En el curso de Operario Metalúrgico los alumnos aprenden sobre procesos productivos, seguridad aplicada, calidad, materiales, metrología y sistemas de medición, interpretación de planes y uso de herramientas. Al finalizar su cursado, las capacitaciones otorgan un certificado del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación, que habilita a los egresados para participar de los programas de Empleo que lleva adelante dicha cartera.

Fuente: Sin Mordaza