Mendoza: Sin el Aeropuerto operando peligran más de 200 puestos de trabajo directos
Hoy se emplean en el café, el restorán, la empresa de limpieza y la que da el servicio de remisería. Sin actividad en la aeroestación, se baraja que se les adelanten vacaciones, suspendan y hasta que cobren la mitad del sueldo.
18/04/2016 PROVINCIASHoy se emplean en el café, el restorán, la empresa de limpieza y la que da el servicio de remisería. Sin actividad en la aeroestación, se baraja que se les adelanten vacaciones, suspendan y hasta que cobren la mitad del sueldo.
Si tuvieran que elegir un tango para describir su futuro cercano, tal vez los empleados de los distintos servicios del aeropuerto El Plumerillo apelarían a la frase de Anclao en París, de Enríque Cadícamo: «Aquí estoy, parado, sin plata y sin fe». Es que esos más de 200 trabajadores directos, entre mozos, empleados de limpieza y remiseros, sólo mastican la incertidumbre de no saber qué pasará con sus puestos laborales durante los 3 meses en que el Aeropuerto estará cerrado para arreglar la destrozada pista de aterrizaje.
Parte del pesar es compartido con la Asociación Empresaria Hotelero Gastronómica y Afines, que va a pedir la emergencia turística durante ese período para paliar las pérdidas que les significará la falta de visitantes que puedan optar por otros destinos. Según sus cálculos, a los hoteles de 4 y 5 estrellas les supondrá una caída del 80% de sus clientes.
«Nadie dice nada. Sólo rumores de que van a adelantar vacaciones, que habrán suspensiones o que van a pagar sólo la mitad del sueldo, porque dicen que no habrá ingresos», cuenta, con un dejo de resignación, uno de los 41 mozos que en 3 turnos trabajan en el café y el restorán de la aeroestación mendocina. La empresa que los emplea es dueña de una cadena que tiene presencia en varias aeroestaciones del país, pero no en San Juan ni San Luis, y mucho menos en San Rafael, los aeropuertos que se usarán como opcionales mientras dure la obra, que comienza el 7 de setiembre y culminaría el 7 de diciembre.
En la misma situación se encuentran otros 40 empleados de Serza, la empresa tercerizada de limpieza, varios trabajadores de los drugstores y los más de 120 remiseros que trabajan exclusivamente para cubrir las necesidades de los pasajeros que llegan y salen de El Plumerillo. Esos choferes por ejemplo pagan un canon mensual de $4.300 cada uno por esa exclusividad, pero a la vez no pueden subir pasajeros en otro lugar que no sea allí, por lo que al no estar operativo el aeropuerto se les cierra, al menos en ese lapso, la posibilidad de trabajar.
Quienes avizoran un panorama un tanto menos denso son los empleados de las dos aerolíneas, quienes en principio serán trasladados para reforzar la atención en los aeropuertos alternativos, aunque también aplicarían un adelanto de vacaciones.Todo se justifica en el cierre de El Plumerillo, en las pérdidas que eso acarrea y en la caída de las ventas.
¿Quién pagará la distancia extra?
Esa es la gran duda de los pasajeros que ya adquirieron con anticipación un vuelo con destino a Mendoza en ese lapso o aquellos que forzosamente tendrán que hacerlo, por razones de trabajo o capacitación.
En esos 3 meses sólo en el auditorio Ángel Bustelo están confirmados 10 eventos, entre congresos, conferencias, exposiciones y hasta shows musicales que no se suspendieron (ver recuadro aparte).
Cuando el ministro de Transporte de la Nación, Guillermo Dietrich, anunció la obra no hubo precisiones de quién afrontará el gasto del traslado de los pasajeros del aeropuerto alternativo al que lleguen hasta Mendoza. En principio, se dio por supuesto que las mismas aerolíneas sumarían ese costo a los pasajes y pagarían esos «transfer», pero puertas adentro del aeropuerto nadie lo asegura.
Al parecer, esas compañías se niegan a afrontar no sólo el costo del traslado sino también los seguros que eso supone. A eso se suma que, según sus evaluaciones, bajarán las ventas de pasajes aéreos, ya que los pasajeros evaluarán todo el trajín que deberán hacer para tomarse un vuelo desde San Juan o San Luis, y optarán por viajar en colectivo.
«Por dar un ejemplo: el primer vuelo de San Juan a Buenos Aires sale a las 7.40. Para tomarlo, un pasajero mendocino debe estar una hora y media antes en el aeropuerto, por lo que tendrá que tomar un colectivo a las 3, y eso supone que deba salir de su casa a las 2. En vez de hacer todo esto, va a preferir tomar un coche cama a las 20 y llegar a Capital Federal a las 8. El costo es casi el mismo», evaluó un empleado de una aerolínea local que prefirió quedar en el anonimato. Comparativamente, hoy un vuelo a Buenos Aires comprado con anticipación ronda los $2.000 y un viaje ejecutivo en colectivo cuesta $1.050.
En la terminal de ómnibus las empresas que viajan a San Juan y San Luis aún no definen la ingeniería que pondrán en marcha para responder a la supuesta mayor demanda que tendrán desde setiembre.
«Se evalúa reforzar el transporte de madrugada desde Mendoza a San Juan y cómo se resuelve la vuelta, que tendrá como destino esta terminal. Se piensa rebajar a quien adquiera los dos tramos de ida y vuelta. Hoy ir a San Juan cuesta $185 y los dos tramos quedarían en $290», confió Rosario Fernández, encargada de Autotransportes San Juan.