La canasta sigue hacia las nubes
La Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas, insospechable de cualquier simpatía por los enfoques opositores, registró el salto en las canastas de consumo básicas que utiliza para medir pobreza e indigencia. En el año fue de 41,5.
06/05/2016 El PaísLa Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas, insospechable de cualquier simpatía por los enfoques opositores, registró el salto en las canastas de consumo básicas que utiliza para medir pobreza e indigencia. En el año fue de 41,5.
Los productos básicos que integran las canastas de consumo elaboradas por FIEL para medir pobreza e indigencia registraron en abril un salto interanual del 41,5 y 36,5 por ciento, respectivamente. En abril subieron 7,8 y 2,7 por ciento. Como consecuencia de la aceleración inflacionaria que generaron las políticas del gobierno de Mauricio Macri, el costo de la canasta básica total (CBT) utilizada para definir el umbral de pobreza alcanzó los 10.580 pesos para una familia de cuatro miembros. En tanto, el piso para definir el nivel de indigencia, la canasta básica alimentaria (CBA) construida por la consultora, fue valuado en 4524 pesos para el mismo grupo familiar.
El tarifazo en los servicios públicos disparó la inflación del mes pasado hasta el 7 por ciento, la mayor suba mensual desde abril de 2002. A pesar del inédito apagón estadístico del Indec, las diferentes consultoras calcularon un avance de esa magnitud en los precios a raíz de las medidas de “sinceramiento” adoptadas por el Gobierno nacional. Así, en apenas cuatro meses la inflación alcanzó el límite inferior de la pauta del 20-25 por ciento que pretendió instalar a comienzos de año el ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat-Gay.
De acuerdo conFIEL, una de las consultoras más afines al establishment económico, la CBT trepó a lo largo de los últimos cuatro meses 18,6 por ciento mientras que la CBA lo hizo al 14,9 por ciento. Se trata de mediciones apuntadas a medir pobreza e indigencia por ingresos que solo contemplan “hábitos de consumo de la población considerándose los requerimientos kilo-calóricos y proteicos imprescindibles para que un hombre adulto de entre 30 y 59 años de actividad moderada (adulto equivalente), cubra durante un mes esas necesidades”.
El trabajo de la consultora FIEL no llega a calcular los niveles de pobreza e indigencia sino que se limita a valuar las canastas. Los datos oficiales de pobreza e indigencia se darán a conocer recién a fines de septiembre. Y una de las alternativas disponibles hasta marzo son las estimaciones del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica (ODS-UCA). El centro de estudios consultado por el presidente Macri y sus principales colaboradores estimó que durante el primer trimestre del año la cantidad de pobres en el país llegó a 13 millones, un incremento de 1,4 millones de individuos entre enero y marzo de 2016.
Cuestionado por sobredimensionar la magnitud del fenómeno el relevamiento ofreció una aproximación a las implicancias de las políticas aplicadas entre enero y marzo. El ODS-UCA estima la tasa de pobreza en 29 por ciento de la población para fines de 2015 y sus cálculos llevan el guarismo hasta 34,5 por ciento para el primer trimestre.