Jesús María no aprobó más loteos desde la inundación
La mayoría de los lotes están ubicados sobre la margen del río Jesús María, que sufrió destrucción por las crecidas.
17/05/2016 MUNICIPIOSLa mayoría de los lotes están ubicados sobre la margen del río Jesús María, que sufrió destrucción por las crecidas.
Sobre el noroeste de esta ciudad, más de un centenar de lotes que pertenecen a particulares siguen sin habilitación, aunque en muchas de esas parcelas hay familias viviendo desde hace tiempo. En lo formal, significa que la escrituración de esos terrenos se demorará más tiempo que el sugerido cuando se firmó el boleto de compraventa entre loteadores y compradores.
Entre las causas de la demora para obtener la habilitación, se encuentra la drástica modificación de la línea de ribera que operó en la ciudad tras las excepcionales crecidas del río del 15 de febrero y del 3 de marzo de 2015.
Eso obligó a la Municipalidad a demorar los trámites de habilitación hasta tanto la autoridad de aplicación sobre el río –Recursos Hídricos de la Provincia– resuelva una nueva línea de ribera y determine en qué condiciones autorizaría esos loteos.
Una vez que demarcó la nueva línea de ribera, la repartición provincial exigió a los loteadores que estabilizaran las márgenes de su loteo mediante obra de engavionado.
Además, les hizo dejar una faja de espacio verde en el sector colindante con el río, como margen de protección adicional. Esta nueva línea de ribera sistematizada hizo también que cambiaran las superficies y plano de mensura de cada loteo y, por ende, los tiempos del proceso de habilitación definitiva de esas parcelas.
Prevención
Pero la Municipalidad quiere ir un poco más allá porque considera que la demarcación de la línea de ribera no es parámetro suficiente para decidir cómo se autorizarán loteos en el futuro. En 2015, el río se llevó casas y hasta terrenos de loteos que el municipio antes había autorizado.
“Estamos pensando en hacer un estudio integral de toda la cuenca del río Jesús María que incluya estudios geomorfológicos, hidrológicos, hidráulicos y hasta geotécnicos. Ese estudio debe contemplar también las obras de engavionado que ya existen y las que están proyectadas para poder diagramar un mapa de riesgo real de la ciudad tanto para crecidas normales y severas como para las extraordinarias”, señaló la titular de la Secretaría de Desarrollo Urbano del municipio, Mariana Kinen.
Kinen estimó que esos estudios podrían demandar más de un año y tienen que servir para poder seguir proyectando obras, limitar usos de suelos y tener “memoria” cuando en las próximas décadas se atraviese otro período de sequía que haga suponer que se puede avanzar sobre las costas.
El municipio viene dialogando con Recursos Hídricos de la Provincia y con el Instituto Nacional del Agua de la Nación para la financiación de ese estudio.
Kinen advirtió que, para los nuevos loteadores, las exigencias serán más estrictas que en el pasado.
Además de exigir, para autorizar loteos, que cuenten con redes de agua, cloacas y energía, cordón cuneta y pavimento, alumbrado y arbolado público, después de las inundaciones se solicitan además cálculo de escurrimiento superficial y obras de retardo o evacuación de excedentes pluviales y verificación de límites de no inundabilidad.
Paralelamente, cada loteador deberá gestionar sus habilitaciones en Ambiente, Recursos Hídricos y Catastro de la Provincia antes de la aprobación local.