En Molulo, el agua para la escuela está a 140 metros

Niños juegan en la escuela de Molulo.

Niños juegan en la escuela de Molulo.

En el paraje Cuarteles de Molulo, ubicado a 84 kilómetros de esta ciudad y a 5 mil msnm, está la Escuela Nº 76 “Juan Bautista Ambrosetti”, una de las siete que se encuentran en los Valles de altura de la jurisdicción municipal tilcareña e incluida en Región Educativa II.

En el paraje Cuarteles de Molulo, ubicado a 84 kilómetros de esta ciudad y a 5 mil msnm, está la Escuela Nº 76 “Juan Bautista Ambrosetti”, una de las siete que se encuentran en los Valles de altura de la jurisdicción municipal tilcareña e incluida en Región Educativa II. El estado edilicio que presenta y las necesidades que posee son similares a las del resto de esa zona rural, sin mencionar las dificultades y grandes distancias que los maestros deben superar para llegar y cumplir con su función.

La subsistencia de las escasas familias de Molulo no es fácil, como tampoco la crianza de sus hijos quienes además de estudiar deben ayudar a sus padres en la cría de la hacienda y el trabajo en la tierra para tener algunas verduras y hortalizas con las cuales alimentarse. Los niños no tienen juguetes, golosinas ni galletas y menos aún televisión para entretenerse.

En la escuela encuentran muchos motivos para estar mejor, aunque no para alejarse de la precariedad de sus humildes casas y con ayuda de los maestros se superan en sus estudios ignorando la desigualdad de condiciones en las que están con respecto a otros niños de escuelas estatales. El Gobierno provincial firmó, con los municipios, el plan provincial de refacción y mantenimiento de escuelas 2014, para un “mantenimiento básico” que según los requerimientos de cada edificio es insuficiente.

Por ejemplo, la escuela de Molulo además del deterioro edilicio debido a las persistentes lluvias de verano y los fuertes vientos en invierno, las prioridades más urgentes que posee es la provisión de agua potable. Actualmente el agua se acarrea de a pie y desde una distancia aproximada a 140 metros, que es donde se encuentra la vertiente. El líquido es indispensable para los quehaceres diarios: limpieza, cocina, higiene y otras, además para el funcionamiento del calefón solar aprovechando su beneficio.

A través de un relevamiento de las precariedades que posee, también precisa la instalación de cañerías entre los sanitarios y pozo absorbente con la construcción de la cámara séptica, la reconstrucción de paredes (debido a la humedad), arreglo de techos (las chapas tienen agujeros por donde penetra el agua), construcción de pisos (el actual es de tierra), cercado perimetral (para evitar el ingreso de animales que originan más deterioro en las dependencias) y antena de conexión a internet.

Las paredes de adobe de todas las dependencias en su interior no poseen revoque; el techo de chapas de aulas, dormitorio de maestros, albergue de las niñas y gran parte del depósito en un 80% necesitan arreglo o recambio; los baños presentan buen estado; las puertas, ventanas y celosías requieren mantenimiento general y el patio de la escuela es de tierra y no tiene techo: en época de lluvia hay barro y no cuenta con vereda o con una galería por donde puedan circular los niños y los educadores. Las instalaciones eléctricas son precarias y en época de frío las baterías resultan insuficientes para abastecer de energía a la institución.

En base a lo ennumerado, los directivos de la misma calificaron el estado del edificio escolar como “muy deteriorado, necesitando urgente la atención por parte del personal entendido en la materia”. Los trabajos voluntarios realizados por los docentes y padres “no fueron suficientes para frenar el deterioro de tal magnitud que refleja la escuela”, del alejado paraje de Molulo.

Fuente: Pregón