Cruces por el Convenio Colectivo de Trabajo en Avellaneda
El acuerdo ya fue firmado entre el Municipio, UPCN y SUMA. Pero desde el STMA sostienen que “es ilegal” porque estos gremios “no tienen personería gremial”. SUMA apuntó una “pérdida de credibilidad” del STMA
21/06/2016 SINDICATOSEl acuerdo ya fue firmado entre el Municipio, UPCN y SUMA. Pero desde el STMA sostienen que “es ilegal” porque estos gremios “no tienen personería gremial”. SUMA apuntó una “pérdida de credibilidad” del STMA.
El Convenio Colectivo de Trabajo (CCT) que acordaron los trabajadores municipales de Avellaneda y el Municipio abrió un nuevo capítulo en la historia de diferencias que existen entre los sindicatos.
Es que el convenio sólo fue firmado por representantes de la Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN) y el Sindicato Unificado de Municipales de Avellaneda (SUMA), y no por el Sindicato de Trabajadores Municipales de Avellaneda (STMA), que está encabezado por el titular de la Federación de Sindicatos Municipales (Fe.Si.Mu.Bo), Rubén “Cholito” García.
Según remarcó el secretario adjunto del STMA, Hernán Doval, “es un convenio ilegal, porque ni UPCN ni SUMA tienen personería gremial en Avellaneda, y al único gremio que tiene personería (en referencia al STMA) no lo convocaron para firmar eso”. “Por eso, el Concejo Deliberante no quiso votarlo. Estaba en el orden del día para tratarse en la última sesión y por un acuerdo de todos los bloques se retiró”, señaló el gremialista y candidato a suceder a García en la secretaría general del STMA.
Además, indicó que “hay una intimación del Ministerio de Trabajo que lo obliga a Jorge Ferraresi (intendente de Avellaneda) a no convocar a paritarias hasta que se resuelva la representatitividad, porque hubo una resolución del mismo Ministerio de que el único gremio que se podía sentar a negociar en Avellaneda es el que tenía personería gremial”.
“Siempre vimos con curiosidad el tema de que Ferraresi no quiera convocar como corresponde a la paritaria, que tiene que estar dividida en partes iguales, con cinco representantes de los trabajadores y cinco del Municipio. Si esa paritaria hubiese sido así, nosotros no hubiésemos firmado este convenio”, aseveró Doval, quien sostuvo que Ferraresi “quería sentar otros gremios en la mesa paritaria, para tener mayoría y poder firmar que, por ejemplo, la estabilidad del trabajador no se adquiera a las 12 meses sino que el Ejecutivo municipal decide cuándo”.
“También se estira la jornada laboral de 6 a 8 horas y otra cuestión que hemos detectado es la bonificación por tarea, que es una flexibilización laboral”, cuestionó y aseguró que “Ferraresi tiene un capricho y un empecinamiento en contra de los trabajadores”.
Por su parte, el titular del SUMA, Daniel Aversa, le replicó al STMA: “Se hubiesen sentado en la mesa paritaria”.
“El gremio nuestro tiene inscripción gremial y con eso ya podemos empezar a discutir, porque estamos casi rondando los 800 afiliados”, señaló y, en ese sentido, consideró que la postura del STMA de no aceptar el CCT firmado “es ningunear a 800 trabajadores y a otros 2.500 que no están afiliados a ningún sindicato, que no están representados por el STMA”.
En ese marco, Aversa sentenció que “no se pueden arrogar la representatividad de todos”. “Yo si hay algo que no me gusta, me siento en la mesa de discusión y la discuto. No ninguneo a nadie”, afirmó el secretario general del SUMA.
Destacó, asimismo, algunos puntos del CCT como “ampliarles a los padres los días por maternidad, así como el 4 por ciento de antigüedad. La adhesión a la Ley de Higiene y Seguridad Laboral y, entre otra de las cosas, el tema de las 8 horas de trabajo que son optativas”.
Sin embargo, sostuvo que “el tema no es lo que se firmó, sino la representatividad de los gremios que se sentaron”. Para Aversa, al STMA “no les interesa lo que se firmó, porque si les interesara no hubiesen firmado una ley de paritarias (14.656) no vinculante en la Provincia de Buenos Aires, que es una cargada, porque al ser no vinculante es una sugerencia”. “El problema es la representatividad y credibilidad que han perdido ante a los trabajadores y la que fuimos generando nosotros desde tantos años de estar con los compañeros en la base. Ése es el único problema de ellos”, sentenció Aversa.