Todo listo en Huinca Renancó para generar energía con biogás, a partir de la basura
Huinca Renancó ya tiene casi a punto la primera planta del país con esa tecnología. La energía se generará a partir de desechos y de sorgo. Aún falta cerrar un convenio clave.
01/07/2016 MUNICIPIOSHuinca Renancó ya tiene casi a punto la primera planta del país con esa tecnología. La energía se generará a partir de desechos y de sorgo. Aún falta cerrar un convenio clave.
Huinca Renancó está allá abajo en el mapa cordobés, muy cerca de La Pampa. En meses, será noticia nacional si se convierte en la primera ciudad argentina que genere energía eléctrica mediante biogás, usando residuos urbanos como combustible.
El proyecto, que se amasa desde hace tres años, está en su etapa final y, a la vez, en una encrucijada. Para ser puesto en marcha necesitará de un contrato con la Nación, para venderle esa energía alternativa. Sin eso, los 21 millones de pesos ya invertidos podrían servir de poco y nada.
La iniciativa no implica incinerar basura, el método más cuestionado desde la perspectiva ambiental. Para producir biogás, no hay quema, sino descomposición natural, evitando acumulación de residuos. En lugar de contaminar con gas metano al aire, se aprovecha para transformarlo en energía limpia. Además, el desecho que queda del proceso es útil como fertilizante orgánico.
La planta se pensó para usar los residuos que generan unos 20 mil habitantes, de siete pueblos de esta región, más un aporte de sorgo para mejorar la combustión.
La planta fue iniciada en 2013. “Está casi lista, en un 90 por ciento, para usar con dos de los cinco motores previstos. Los equipos importados que se demoraban ya están; sólo resta la parte eléctrica. El cambio de gobierno nos generó alguna incertidumbre, ya está superada. Seguimos y con más expectativas”, señaló Carlos Marioni, presidente de la Cooperativa Eléctrica de Huinca Renancó, que junto a la Federación de Cooperativas Federadas (Fecofé), se asociaron para este proyecto.
La inversión fue posible por los 21 millones de pesos que en subsidios aportó el Ministerio de Agricultura nacional entre 2013 y 2015. “Con fondos propios sería imposible. Sólo funciona, a esta escala, con apoyo estatal”, admitió Juan Ribotta, gerente de la cooperativa. “No se pensó sólo para generar energía sino como solución al destino a los residuos”, aclaró.
En Huinca Renancó, de 10 mil habitantes, la Provincia instaló un vertedero regional que recibe la basura de esa población y de otros 10 mil de pueblos vecinos.
Una ley que ayuda
“Este año se aprobó una ley nacional que favorece estos proyectos. Obliga a grandes consumidores a que el ocho por ciento de su consumo sea de energías alternativas. Para eso, el Estado paga un canon diferencial a quienes generen energía solar, eólica o por biogás”, explicó Marioni.
“Nuestra planta está lista para generar 0,12 megavatios con dos generadores ya instalados. El proyecto original prevé cinco, con los que llegaríamos a 0,4 mega. Pero el mínimo para licitar ante la Nación es ofrecer un mega. Para llegar, necesitaríamos una inversión muy superior. Ahora gestionamos ante el Gobierno que nos permita una excepción, dado nuestro aporte adicional al ambiente”, apuntó Marioni. “Si logramos ese contrato, accederíamos a créditos del Banco Nación por los seis millones de pesos que nos faltan para llegar a los 0.4 megavatios”, acotó. Y una vez en marcha, la idea es encarar otra ampliación (que costaría más que todo lo invertido hasta ahora) para llevar la potencia a 1,4 megavatios. “Recién a esa escala sería rentable. La idea es lograr más aportes del Estado o asociarnos con empresas privadas que inviertan, para llegar a ese nivel”, marcó Marioni.
“Importar” residuos
Como con la basura no alcanzará, desde el inicio se imaginó mezclarla con sorgo como combustible para la biomasa.
«Para 1,4 megavatios harían falta unas 800 hectáreas de sorgo, más los residuos orgánicos de esta región», indicó Carlos Marioni, presidente de la cooperativa de Huinca Renancó.
Si se llegase a ese volumen (para el cual deberían más que duplicar la inversión ya hecha), la usina necesitaría más combustible. Es probable que en ese caso deban gestionar los residuos de otras regiones del sur cordobés (¿hasta Río Cuarto?), aunque el costo de los fletes plantea interrogantes. Hasta se tiene en vista a la vecina ciudad de Realicó, en La Pampa, que ya hace separación domiciliaria de residuos.
El sistema permite utilizar además los desechos de frigoríficos, lácteas y criaderos de animales.
El proyecto contó, desde su génesis, con el asesoramiento del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Inta) y del Grupo Ifes, ligado a la Universidad Nacional de Buenos Aires.
Guido Casanovas, integrante del Ifes, aseguró que «es la primera planta en el país pensada para generar biogás con residuos urbanos», y destacó la tecnología de punta aplicada, de origen italiano. Marcó además que es «una apuesta al futuro» porque podrá ser imitdada en muchas zonas del país y comparó que Alemania ya obtiene por biogás el 10 por ciento de su demanda de energía.
En Argentina ya hay en marcha usinas que generan energía con biogás, de empresas privadas o emprendimientos rurales, pero en base a granos o estiércol. Ninguna procesa desechos domiciliarios.