En Cuba cambian de ministro de economía y encaran escasez de energía
El gobierno apunta al mismo tiempo a seguir impulsando las las transformaciones en marcha, estimadas como imprescindibles y a la necesidad de "actualizar" el modelo económico.
15/07/2016 EL MUNDOEl gobierno apunta al mismo tiempo a seguir impulsando las las transformaciones en marcha, estimadas como imprescindibles y a la necesidad de «actualizar» el modelo económico.
El Consejo de Estado, a propuestas del presidente Raúl castro, sustituyó como ministro de Economía a Marino Murillo por Ricardo Cabrisas, vicepresidente del Consejo de Ministros.
Murillo -añadió una nota oficial- deberá «concentrar sus esfuerzos» en el programa de «actualización del modelo económico y social», como denomina el gobierno a las transformaciones iniciadas por Raúl Castro desde 2008.
El hoy ex ministro de Economía ha estado a la cabeza del equipo para controlar la marcha de los cambios que entran -según diferentes expertos- en una etapa «más compleja», en vista de los recortes en el uso de combustible y recursos energéticos.
Las tensiones económicas causadas parcialmente por la situación en Venezuela -principal aliado de Cuba en el mundo- cuyas exportaciones de petróleo a La Habana han dismiuido, presionan en otras palabras sobre una economía cuya mejoría apunta a «un «socialismo eficiente y sustentable», según ha explicado el gobierno.
Sin olvidar otros problemas económicos, como la baja de las cotizaciones internacionales del níquel, producto crucial de las exportaciones.
Cabrisas, destacaron fuentes locales, cuenta a su vez con gran experiencia en puestos relacionados con la economía, el comercio y las finanzas. Tiene «vasta experiencia y preparación» y entre sus éxitos se destaca el reciente «reordenamiento» en el tema de la deuda externa.
En los últimos ocho años las transformaciones de la economía permitieron la expansión del sector privado, actualmente formado por medio millón de personas y de las cooperativas administradas por sociedades de sus ex empleados estatales.
También se dio espacio a la reforma de las grandes empresas del Estado, y la introducción de cambios en la agricultura, a través por ejemplo de la distribución en usufructo de tierras estatales inactivas. En esta rama el fin es el de aumentar la producción hasta niveles que permitan a Cuba ahorrar en importaciones. Hoy la factura anual por compras de alimentos es de cerca de dos mil millones de dólares.
Acompañan esos programas el objetivo de unificar las dos monedas que circulan actualmente en Cuba, el peso nacional y el CUC, con valor de divisa cuya unidad vale 24 de la primera, y el aumento de las exportaciones además de la llegada de las inversiones extranjeras, imprescindibles para reforzar el crecimiento de la economía. El aporte del turismo se ha convertido por otra parte en un elemento clave.