El boom de la cultura de las ferias

En los últimos meses, explotó el suceso de circuitos en Buenos Aires que ofrecen propuestas gastronómicas, paseos de compras de muebles vintage y shows en vivo.

En los últimos meses, explotó el suceso de circuitos en Buenos Aires que ofrecen propuestas gastronómicas, paseos de compras de muebles vintage y shows en vivo.

Comer, caminar, comprar. Degustaciones de productos orgánicos bajo el sol, shows de música en vivo, foodtrucks, venta de muebles vintage y artesanías regionales. Las ferias y mercados al aire libre no son ninguna novedad: son pocas las personas que no recuerden haber paseado durante algunos memorables fines de semana de la niñez de puesto en puesto, con alguna golosina en mano. Así y todo, en los últimos tiempos pareció convertirse en una modalidad de mercado de experiencias que se está popularizando cada vez más en Buenos Aires, como plan de fin de semana, de día o de noche, entre amigos, en familia o en pareja. Y las opciones son infinitas.

Quizás la más divulgada es la gastronómica, y hay para todos los gustos: la feria Leer y Comer fue concebida como un espacio destinado a acercar la experiencia de la lectura a la culinaria; Buenos Aires Market es el mayor mercado de la ciudad de Buenos Aires dedicado a los alimentos saludables; Caminos y Sabores busca dar a conocer los sabores de todo el país; Masticar es la primera feria de cocina argentina realizada íntegramente por cocineros; Picurba propone picnics urbanos en distintos puntos de Buenos Aires, y Le Marché está dedicado a la sublime gastronomía francesa.

Según Gonzalo Robredo, director ejecutivo del Ente de Turismo de la Ciudad de Buenos Aires, las ferias y mercados al aire libre se convierten en ejes de dinamización, impulso y transformación urbana, pero también ayudan al desarrollo económico, social y cultural. En diálogo con Infobae aseguró que «un vecindario que participa y vive el espacio público transforma lugares en espacios. Y los espacios vividos, primero por sus propios vecinos, invitan al turismo, tanto local de otros barrios, como del país y del exterior a visitarlos. Y esto sucede con las ferias, se multiplican porque tienen éxito de visitas».

Algunas ya son instituciones establecidas, parte de la tradición porteña. El Mercado de las Pulgas es una de ellas, lugar de regateo y joyitas escondidas. El Puerto de Frutos es un paseo de fin de semana típico de las familias que enfilan para Tigre, y de los jóvenes que buscan muebles baratos -o no tanto- para amueblar su primer hogar. La feria de San Telmo es tan clásica como caótica, con un sinfín de turistas locales y extranjeros en busca de artesanías y objetos únicos. Quizás el más instaurado es el de la Feria de Mataderos, que arrancó en la década del ’80 y hoy sigue más vigente que nunca, con comidas típicas, artesanías, bailes populares, shows de folklore, y hasta carreras de sortijas.

Pero hay una diferencia clarísima, reconocible hasta por los no habitués de estas ferias: las clásicas son fieles a su espíritu original, sus pequeños detalles anacrónicos, sus tradiciones y costumbres. Las más recientes en cambio, cuentan con un brillo nuevo, un marketing bien puesto y propuestas que apuntan a la experiencia, al estilo de vida y a una cultura moderna y espontánea. Son más trendy, más gourmet, con rasgos estilísticos que las acercan a las ferias neoyorquinas y europeas.

Sara Vinocur, creadora y responsable de la Feria de Mataderos, explicó en diálogo con Infobae que las ferias y mercados son tan populares porque «son encuentros al aire libre que convocan a toda la familia. Tienen precios accesibles y multiplicidad de propuestas, desde talleres, hasta bailes y charlas. Es un adueñamiento de los espacios públicos y ahora están muy de moda las artísticas y gastronómicas. Buenos Aires se está intentando posicionar como un polo cultural con una gran oferta».

Agregó que «es también una manera de volver a las raíces, crear relaciones entre la gente. Es un fenómeno cultural y social muy interesante. Se puede pasar todo el día, y es un punto a explotar para el turismo. A la de Mataderos vienen en promedio 25 mil personas los domingos, e incluso más los feriados patrios. Estas ferias igualan a todo el mundo, más allá de los recursos, que es lo que no permiten por ejemplo los shoppings, y por eso se masifican».

Hoy el entretenimiento sale de adentro de los patios de comida de los shoppings y de los paseos de compras y galerías y busca un acercamiento entre la gente. Algunas son itinerantes, y viajan de mes a mes a distintos predios de la Ciudad y del Gran Buenos Aires: espacios verdes, lugares cerrados o callecitas de barrios. La locación cambia, y sus espíritus se transforman. Reúnen a productores, chefs de primera línea y emprendedores. Sus fanáticos están tan atentos a las nuevas ediciones como a las fechas de recitales de sus bandas preferidas. Otros, no acostumbrados a asistir a estos eventos, se enteran quizás por las redes sociales y deciden pasar el día con amigos.

Cecilia Famá, una de las organizadoras de Picurba, aseguró en una charla con Infobae que «las ferias son paseos nuevos que ofrecen propuestas de calidad. Es también un fenómeno inspirado en lo que ocurre en el mundo. Hoy, aunque una persona no viaje, puede estar al tanto de todo lo que está pasando del otro lado del globo a través de las redes sociales, y así va conociendo estas tendencias que hoy llegaron al país. La cultura de la comida callejera, por ejemplo, implica una reivindicación y un cambio de paradigma que viene de la mano de este tipo de ferias».

Y la gran variedad es una ventaja más, según Famá: «La gran cantidad de propuestas, tan completas y variadas, hacen que muchos emprendedores logren acercarse al público, y que el público pueda acceder a muchas alternativas diferentes».

Robredo afirmó que «estamos viviendo la época de las experiencias y las emociones. Observamos que las ferias se van segmentando según temáticas que permiten experimentar una cultura diferente cada una: la cultura de un país extranjero; o la propia cultura de la Argentina; están las ferias que proponen el estilo de vida slow, con picnics, alimentos orgánicos y espectáculos; las que se caracterizan por alimentos frescos de calidad; las ferias de diseño; por su parte, las ferias de artesanos son un clásico que nos caracteriza como ciudad».

San Telmo, Palermo, Villa Crespo, Mataderos… Son varios los barrios que decidieron subirse a la movida. El lifestyle urbano está de moda, y se incentiva el turismo local, el del porteño que quiere conocer aún más su lugar en el mundo. Comida al paso, frutas frescas, canastas de adorno, bibliotecas para el living. A continuación, algunas de las ferias más populares e innovadoras con identidad propia de la Ciudad y el Gran Buenos Aires.

Mercado de Maschwitz, medieval y gourmet

A menos de una hora de la Ciudad de Buenos Aires se encuentra un oasis de desconexión, relax, cocina y diseño. Se trata del Mercado de Maschwitz, un circuito original de locales de gastronomía y arte en Zona Norte, donde hay propuestas culinarias que van desde el asado hasta el sushi, y negocios de decoración y diseñadores independientes que invitan a pasear con ganas. Además, la arquitectura vintage de estilo medieval que ofrece un clima de otra época.

Entre hoy y mañana se llevará a cabo en este lugar la Feria de Productores Gastronómicos, con entrada libre y gratuita. Los visitantes podrán disfrutar de un circuito con más de 20 puestos de productores y foodtrucks de alimentos gourmet, orgánicos y saludables, además de actividades para toda la familia. Promueve el consumo de productos locales presentando una variada oferta de alimentos y materias primas de productores de la zona. habrá también música en vivo, talleres y charlas abiertas.

Mercado de las Pulgas, el de los tesoros escondidos

Este histórico mercado de antigüedades de Colegiales se remonta a fines del siglo XVIII. Se cuenta que las familias de alto poder adquisitivo desechaban sus objetos que ya no querían, y eran recolectados y llevados a este mercado para venderse en pequeños puestos. El predio actual se encuentra ubicado en Dorrego y Álvarez Thomas. No es necesario comprar antigüedades -o mobiliarios más nuevos- para disfrutar de este lugar. Es un buen paseo de fin de semana, y se puede ir a tomar algo a los bares y restaurantes aledaños, en una zona revitalizada y con mucho movimiento. El Mercado de las Pulgas funciona de martes a domingo de 10 a 20 horas.

Palermo Soho, el trendy

En Palermo Soho, en la zona de Serrano y la Plazoleta Julio Cortázar, se encuentra la movida más trendy de la ciudad. Puestos de diseñadores independientes se entrelazan con las grandes marcas, ferias en la calle, espectáculos al aire libre y banderines de colores realzan el ambiente de un lugar que florece en especial los sábados y domingos. Este pintoresco barrio ofrece las últimas tendencias en moda y gastronomía, y es una experiencia única en la ciudad. La feria organizada por Sociedad de Fomento de Palermo Viejo en la Plazoleta Cortázar funciona todos los fines de semana, de 10 a 20 horas.

Feria de Mataderos, la tradicional

Nacida hace unas tres décadas aproximadamente, la Feria de Mataderos (Av. Lisandro de la Torre y Av. De los Corrales) es un paseo de fin de semana obligatorio para todos aquellos que quieran, por lo menos por un rato, acercarse de nuevo a sus raíces argentinas. Puestos de comida autóctona, bailes tradicionales y artesanía gauchesca son tan sólo algunos de los ejes de este multitudinario evento. Funciona los domingos y feriados patrios a partir de las 11 horas, de marzo a diciembre, y, durante febrero, sólo los sábados a partir de las 18 horas.

Buenos Aires Market, comida rica y saludable

Buenos Aires Market es el mayor mercado de la ciudad de Buenos Aires dedicado a los alimentos saludables. Se realiza durante un fin de semana por mes y convoca a los principales productores de alimentos orgánicos y saludables de la Argentina. Con acceso libre y gratuito, ofrece la posibilidad de degustar sin cargo y comprar a precio promocional, alimentos y bebidas naturales. Al estilo de los mercados de orgánicos de Londres y Nueva York, Buenos Aires Market cuenta con más de 60 gazebos dónde se ubican los productores participantes. Este fin de semana se desarrollará en la Plaza del Avión, Ciudad Jardín (Partido de Tres de Febrero).

Le Marché, francés y exquisito

Abierto al público y con entrada libre, Le Marché reúne a los chefs de la Asociación Gastronómica Francesa en Argentina. Aquí se preparan las mejores especialidades culinarias de aquel país, con una tradición gourmet, tricolor y familiar. También cuenta con un espacio de productores de quesos, fiambres, terrinas caseras, vinos, panes artesanales y chocolates.

Fuente: Sin Mordaza