España está a un paso de enterrar más de diez meses de bloqueo político

Rajoy se apresta a ser investido presidente, en virtud de la abstención anunciada por el PSOE para la segunda votación legislativa de mañana.

Rajoy se apresta a ser investido presidente, en virtud de la abstención anunciada por el PSOE para la segunda votación legislativa de mañana.

La cuenta atrás para el fin del bloqueo político en España comenzó. Tras la primera votación no superada ayer por Mariano Rajoy, los diputados fueron convocados a votar de nuevo 48 horas después, momento en el que el conservador previsiblemente será reelegido presidente. No hubo ayer sorpresas en el Congreso español. Los diputados siguieron el guión preestablecido, por lo que Rajoy obtuvo el apoyo de 170 diputados, los correspondientes al Partido Popular (PP), a los liberales Ciudadanos y a los regionalistas Coalición Canaria. El resto rechazó la candidatura del político, ganador de las elecciones celebradas en junio.

Puesto que la victoria tenía que ser por mayoría absoluta, los diputados fueron emplazados a votar nuevamente 48 horas después, mañana por la tarde. En esta ocasión el éxito de la votación se lograría con una mayoría simple, por lo que Rajoy resultará elegido gracias a la abstención del Partido Socialista (PSOE). Precisamente el representante socialista, Antonio Hernando, portavoz del socialismo en el Congreso, fue el primero en intervenir ayer y enfrentó el duro papel de explicar el reciente viraje de su partido hacia la abstención.

«Usted no nos gusta». El histórico partido acordó el pasado domingo en un comité que diría «no» en la votación de ayer, pero que se abstendrá en la segunda y con ello Rajoy será presidente. Hernando dijo que el único motivo por el que van a facilitar la investidura es poner fin al bloqueo político que vive España hace ya más de diez meses y evitar la celebración de unas terceras elecciones. «Usted no nos gusta como presidente porque no nos gustan sus políticas, pero sí nos gusta este país», dijo Hernando, quien le recordó al conservador que «la abstención le permitirá formar gobierno, pero no es un apoyo ni a su gobierno ni a sus políticas».

La votación del PSOE debería ser en bloque, aunque varios diputados socialistas ya anunciaron que desobedecerán la disciplina de voto. Sin embargo, el actual líder de la gestora que controla al PSOE, Javier Fernández, dijo ayer a la prensa que no contempla la posibilidad de expulsar del grupo socialista a los diputados que rompan la disciplina de voto.

Los ojos estarán mañana puestos sobre Pedro Sánchez, ex líder del partido, quien tuvo que dimitir por las críticas de gran parte del PSOE ante su «no» rotundo a Rajoy. Sánchez asistió al debate de ayer y, desde su escaño como diputado, escuchó impasible los discursos de los distintos líderes políticos a favor o en contra del candidato.

El toque de color del día lo pusieron los diputados de Unidos Podemos, quienes abandonaron el hemiciclo durante unos minutos después de que la presidenta del Congreso, Ana Pastor, les negara la palabra por alusiones. Tras casi diez horas de debate en calma, en la última intervención, correspondiente al conservador Rafael Hernando, vocero del PP, éste acusó al líder de Podemos, Pablo Iglesias, de venderse «con el nombre de España» a «dictaduras como Irán y Venezuela». Iglesias pidió la palabra por alusiones, pero le fue negada, por lo que los diputados se levantaron de sus escaños y abandonaron la Cámara aunque regresaron unos minutos después para participar en la votación.

Tanto en el discurso del miércoles con el que se inició el debate como en sus sucesivas intervenciones de ayer, Rajoy insistió en que durante su mandato se esforzará por dialogar con todas las fuerzas políticas. Y es que la fuerte fragmentación de la Cámara augura un Ejecutivo no exento de dificultades para el conservador.

Tiempos de protesta. Los partidos de la izquierda española, abanderados por Podemos, vaticinan tiempos de protestas sociales ante la que denominan «triple alianza» formada por PP, PSOE y Ciudadanos. Mañana, cuando los diputados estén reunidos en el Congreso, los ciudadanos se manifestarán en la calle. Con el nombre de «Ante el golpe de la mafia, democracia. No a la investidura ilegítima», una manifestación fue convocada por varias organizaciones civiles y recorrerá las calles del centro de Madrid. Como en anteriores ocasiones, ésta podría acabar con un rodeo simbólico del Congreso de los Diputados.

Fuente: La Capital Rosario