En Cuba crecen los impuestos y los evasores
Los impuestos, quizá la parte más rechazada entre los cubanos de los cambios iniciados en 2008, aumentaron los ingresos del estado, aunque también crecieron las "indisciplinas" de los contribuyentes en 2016.
12/01/2017 EL MUNDOLos impuestos, quizá la parte más rechazada entre los cubanos de los cambios iniciados en 2008, aumentaron los ingresos del estado, aunque también crecieron las «indisciplinas» de los contribuyentes en 2016.
La Oficina Nacional de Administración Tributaria (ONAT) anunció que el año pasado aumentaron los ingresos declarados por los trabajadores privados, llamados aquí «cuentapropistas» aunque «aún subsisten indisciplinas y conductas evasoras».
De acuerdo con esa entidad fiscal el 55 por ciento de los contribuyentes resultó «subdeclarante» o sea que reportó un monto inferior al estimado real de lo que ganan. Unos 10 mil no presentaron sus declaraciones juradas correspondientes a 2015.
ONAT agregó que los «cuentapropistas» más indisciplinados se detectaron en «las actividades de alimentos, servicios de la construcción y mantenimiento, transporte y arrendamiento de viviendas, habitaciones y espacios», o sea los sectores más activos y numerosos del sector privado nacional.
Hoy comenzó una campaña de declaración y cobros de tributos que se prolongará hasta el 29 de abril próximo a la que han sido «convocados» 200.000 ciudadanos, de ellos alrededor de 170.000 trabajadores por cuenta propia. El resto de los convocados son artistas, creadores y personal de apoyo del sector de la cultura, comunicadores sociales y diseñadores de la Asociación Cubana de Comunicadores Sociales y trabajadores de empresas extranjeras.
La Campaña 2017 incluirá, además, como cada año el cobro de impuestos sobre transporte terrestre, propiedad o posesión de embarcaciones, utilidades y los ingresos no tributarios.
Un objetivo de los cambios iniciados en 2008 en el país y que expandió desde entonces el sector privado nacional, ha sido precisamente el aumento de los ingresos estatales por impuestos con el fin de mantener los altos gastos sociales en la isla y que se costearon por décadas casi exclusivamente por el estado. Los cubanos, según análisis, carecen de «cultura impositiva» pues sus pagos mínimos no fueron «visibles» por décadas, cuando se descontaban de sus salarios estatales.
El sistema impositivo que ha venido creándose en los últimos años excluyó a los mayoritarios trabajadores estatales hasta octubre pasado, cuando se anunció la aplicación de una «contribución especial a la seguridad social» y un nuevo tipo de impuesto para esos empleados. El salario medio actual entre ellos es de alrededor de 700 pesos mensuales, o sea el equivalente a 28 dólares. «Ayudan» a elevar el poder adquisitivo de esos bajos salarios mecanismos de venta de alimentos subvencionados por el estado y las gratuidades de los sistemas de educación y salud pública. «Estamos conscientes que no son medidas populares pero en cuanto a derecho también hay que darle a los trabajadores la oportunidad de ejercer el tributo no solamente a la seguridad a corto y largo plazo, sino a la redistribución de los ingresos de la cual todos somos beneficiarios», dijo en ese momento ante la televisión nacional Abel A. Rivero Ochoa, Jefe del Departamento de Empleo y Salario de la Central de Trabajadores de Cuba, la única organización sindical de su perfil en el país.