Dique Cuesta del Viento y Pampa El Leoncito

De octubre a mayo se dan las condiciones ideales para disfrutar de los deportes.

En San Juan hay dos localidades ubicadas en distintos departamentos que supieron sacarle el máximo provecho a algo que los comodorenses conocemos bien: el viento. Ambos lugares son ideales para la práctica de windsurf, kitesurf o carrovelismo.

De octubre a mayo se dan las condiciones ideales para disfrutar de los deportes.

El viento corre de una manera muy especial. Para el común de las personas es viento fuerte, pero los amantes de la acción saben que lo que ocurre es mágico y único, que es uno de los mejores lugares del mundo donde practicar windsurf, kitesurf o carrovelismo: la provincia de San Juan, en el Dique Cuesta del Viento (Dpto. Iglesia) y en la Pampa El Leoncito (Dpto. Calingasta).

En temporada, permite disfrutar y vivir una experiencia deportiva inigualable en ambientes con vistas de la cordillera y pueblos pintorescos con gran valor cultural.

La adrenalina está a la orden del día en medio de estos inmensos paisajes montañosos e impresionantes, donde las ráfagas pueden llegar a superar los 100 kilómetros y 50 nudos por hora.

Embarcarse en la aventura en una escapada o de vacaciones emociona a los viajeros, tanto por el entorno en el que se encuentran como por la autorrealización de encarar un nuevo desafío. Se mejora la técnica y se aprende desde cero junto a especialistas que saben correr con este tipo de vientos y conocen todos sus secretos.

De octubre a mayo, justo a partir del mediodía, en el Dique Cuesta del Viento hacen su ingreso por la quebrada las ráfagas de la zona entre la postal precordillerana y el verde esmeralda de la vegetación. Es el mejor punto de Sudamérica donde practicar kite y windsurf, y una de las mecas del viento en la Argentina.

Cualquier visitante desorientado podría llegar a la Cuesta del Viento y pensar que está frente al famoso Valle de la Luna inundado por un gran diluvio. Pero se trata en verdad de un ventoso lago artificial originado por la construcción del dique, que por un azar de la intervención humana conformó uno de los paisajes más sorprendentes.

Dentro del lago, rodeado por montañas de hasta 6250 metros, sobresalen peñones solitarios cuyos rectos paredones tienen algo de fortaleza sumergida. Algunos tienen extrañas formas helicoidales y desde lejos pareciera que una verdadera Atlántida en ruinas sobresale apenas sobre las aguas.

Las condiciones climáticas son únicas, al igual que de noviembre a marzo en la Pampa El Leoncito, antigua laguna que, ya seca, dio lugar a una planicie blanca y radiante de 10 kilómetros de largo y 4 kilómetros de ancho. Tal escenario, listo y resquebrajado con pentágonos perfectos, es una superficie ideal para el carrovelismo.

Alrededor de las cuatro de la tarde, en la Pampa El Leoncito las ráfagas se acercan a los 80 kilómetros y quienes practican carrovelismo llegan a deslizarse a la increíble velocidad de 135 kilómetros por hora. Al alzar la vista, el cerro Mercedario se levanta imponente a 6770 metros sobre el nivel del mar. El atardecer corona la jornada, que tiñe el cielo de colores y genera un recuerdo imborrable.

Fuente: El Patagónico