Mar del Plata: Contradiciendo a algunos concejales propios Arroyo vetó tres ordenanzas
Dejó sin efecto la norma que autorizaba a los bomberos de la Sierra a vender calcos en seis semáforos y otra que creaba un plan de mejoramiento de espacios verdes.
17/01/2017 POLÍTICADejó sin efecto la norma que autorizaba a los bomberos de la Sierra a vender calcos en seis semáforos y otra que creaba un plan de mejoramiento de espacios verdes. También vetó el pedido para que el municipio «gestione» la puesta en valor del muelle del Club de Pesca. Arroyo planteó que el mantenimiento edificio podría financiarse con la instalación de letreros.
En las últimas horas el intendente Carlos Arroyo hizo un amplio uso de su facultad de veto dejando sin efecto tres ordenanzas que habían sido recientemente aprobadas por el Concejo Deliberante.
En un mismo día el jefe comunal se pronunció en contra de la norma que instaba al municipio a poner en valor y señalizara el muelle del Club de Pesca, la que autorizaba a los bomberos voluntarios de Sierra de los Padres a vender calcos en seis semáforos y otra que planteaba crear un programa de mejoramiento de espacios verdes.
En algún punto, todas esas iniciativas habían contado con el respaldo de integrantes del interbloque de Cambiemos. En particular la última, que había sido impulsada por su propia bancada y llevaba la firma de su ex asesora y ahora concejal de la Agrupación Atlántica, Patricia Serventich.
Lo llamativo de este último veto es que el proyecto además había tenido un informe favorable del Ente Municipal de Obras y Servicios Urbanos.
Los vetos aparecieron uno tras otro durante la jornada de este lunes, causando sorpresa entre los concejales, en especial, entre los del oficialismo.
Una de las ordenanzas rechazadas por Arroyo había sido elaborada por la jefa del bloque de Acción Marplatense, Claudia Rodríguez, y había tenido el acompañamiento de algunos radicales.
En el texto se pedía que el Ejecutivo gestionara la puesta en valor del muelle del Club de Pesca y que además se lo señalizara, dada su condición de bien de interés patrimonial.
Esta iniciativa surgió luego de que en las comisiones los concejales de todos los bloques, incluidos los de Agrupación Atlántica-PRO, rechazaran la posibilidad de que la entidad volviera a instalar un cartel publicitario sobre el edificio, en medio de la bahía de la Bristol.
Sorpresivamente y en contra de la postura de su propia bancada, el intendente no sólo vetó la iniciativa de Rodríguez. En los fundamentos de la decisión consideró que el muelle, monumento histórico, sí debería tener auspiciante.
El edificio “constituye una postal tradicional de Mar del Plata, que durante décadas estuvo asociada a imágenes publicitarias lumínicas, brindándole una característica identitaria y de referencia tanto para marplatenses como para turistas”, argumentó, dejando abierta la puerta para que el club vuelva a explotar el edificio comercialmente, exhibiendo algún letrero.
Lo curioso es que esta idea ya había sido rechazada meses atrás por concejales de su propio partido, entre ellos por su hijo y presidente de la bancada oficialista, Guillermo Arroyo.
En las últimas horas hubo un segundo veto que también echó por tierra una iniciativa oficialista. En este caso, su autora era la concejal Patricia Serventich, quien había logrado que el Concejo aprobara un “Plan de Incorporación y Mejoramiento de Espacios Verdes Públicos”.
La iniciativa, que en su momento había tenido el visto bueno del Enosur, tenía como objetivos: incrementar la superficie actual de áreas utilizadas como espacios verdes; crear nuevas plazas y parques; rehabilitar espacios degradados; condicionar predios baldíos; forestar y parquizar sectores carentes de especies vegetales y revalorizar sectores libres públicos a efectos de su mejor aprovechamiento.
Aparentemente la iniciativa no fue del agrado del jefe comunal quien resolvió dejara sin efecto.
Pero eso no fue todo. Este lunes se hizo público un tercer veto, que en esta caso afectará directamente a los bomberos de Sierra de los Padres. Arroyo dispuso dejar sin efecto la norma que admitía que vendieran calcos en seis semáforos.
En este caso la ordenanza había sido aprobada a fines del año pasado y tenía como finalidad “recaudar fondos para dotar al personal del material necesario para prestar el servicio contra incendios”.