La actividad económica de Rosario cayó un 4,6 por ciento

La facturación de las empresas creció 32% en términos nominales pero bajó en comparación con la inflación. La industria fue la rama más golpeada.

La facturación de las empresas creció 32% en términos nominales pero bajó en comparación con la inflación. La industria fue la rama más golpeada.

La facturación de las empresas de Rosario creció un 32% entre enero y noviembre de 2016 con respecto al mismo período de 2015 informó la Agencia Municipal de Inversiones y Proyectos Estratégicos. Esto significa una caída real del 4,6% si se lo deflacta por la variación de precios que mide el Instituto Provincial de Estadísticas y Censos (Ipec).

En los primeros once meses del año, los locales habilitados de Rosario facturaron unos 160.384 millones de pesos a valores corrientes, según la base imponible del Derecho de Registro e Inspección (Drei).

Se trata de una suba nominal del 32% respecto al mismo período de 2015, pero una baja en los hechos del 4,6%, si se tiene en cuenta la inflación relevada por el organismo estadístico provincial.

Para Eleonora Scagliotti, titular de la Agencia Municipal de Inversiones y Proyectos Estratégicos, los números de Rosario están en sintonía con los que reflejan los informes del Indec y de la Dirección General de Estadística y Censos de la ciudad autónoma de Buenos Aires.

En efecto, para el instituto a cargo de Jorge Todesca el PBI cayó un 2,4% entre enero y septiembre de 2016 contra igual período de 2015. En tanto, la economía porteña se contrajo un 3,1% en los primeros nueve meses de 2016, de acuerdo al Ministerio de Hacienda de la ciudad de Buenos Aires.

Si se pone la lupa sobre los distintos sectores, se observa que el de servicios es el único que experimentó un «crecimiento real y significativo» del orden del 45% a valores corrientes, revela el informe. En el otro extremo se ubica la industria, que creció solo un 20% en términos nominales.

Comercio y construcción «evidencian comportamientos similares al promedio», asegura el trabajo.

Industria y comercio redujeron su participación en la facturación total. La actividad fabril bajó de 23,60% a 21,53%, y la mercantil de 44,19% al 43,44%. Los servicios privados, en cambio, ocuparon el lugar que dejaron ambos sectores (un 2,8%): pasaron del 28,71% al 31,51%.

En el caso particular de los comercios, Scagliotti resaltó un «comportamiento dispar entre ramas, en detrimento del sector de las concesionarias de automóviles».

La construcción fue el sector más heterogéneo en cuanto a facturación. «Durante los primeros ocho meses su crecimiento nominal es diez puntos porcentuales menor a la media de los sectores; a partir de ese mes, logra un incremento similar e incluso levemente superior en el acumulado a noviembre. Es importante ver si esta tendencia se sostiene, sobre todo por el impacto del sector como empleador de mano de obra», explicó la funcionaria.

Ganadores y perdedores

Acercando aún más el zoom, se percibe también cuáles fueron las ramas ganadoras y perdedoras del año. Las que más crecieron en términos nominales fueron intermediación financiera (55,94%), enseñanza (53,95%), servicios inmobiliarios, empresariales y de alquiler (45,24%), refinación de petróleo y productos químicos (43,51%) y servicios sociales y de salud (42,59%).

Por el contrario, la rama preparación de terrenos para obras cayó un 74,86% (descendió de 144 millones de pesos a 36 millones) mientras que el rubro de textiles, confecciones y cuero aumentó solo 7,45%; metales y productos de metal, 9,95%, y terminación de edificios y obras de ingeniería civil, 11,84%.

Las retracciones más marcadas se registraron en los mese de junio, julio y octubre. También en ese aspecto Rosario «reproduce la tendencia nacional», afirmó Scagliotti.

Perspectivas para 2017

Para 2017 Scagliotti proyectó un «leve crecimiento positivo», alineado con la tendencia nacional. No obstante, destacó, Rosario tiene una estructura productiva particular, en la que comercio y servicios inciden más que a nivel país.

Como dato positivo, mencionó la recuperación de la construcción desde septiembre, sector para el que auguró «perspectivas positivas». Destacó que este sector es de los que «primero despegan» e indicó que por cada punto que crece la facturación del rubro del ladrillo, crecen tres puntos de empleo relacionados con la actividad.

En contraste, expresó su preocupación por la industria. Es un sector que, recordó, representa el 20% de la facturación de la ciudad pero tiene «gran capacidad de generación de empleo, sobre todo de mano de obra menos capacitada».

Consultada sobre si la industria revertiría la tendencia de 2016, sugirió «hacer un análisis rama por rama». Aquellas vinculadas a la sustitución de importaciones como línea blanca y también las relacionadas a la producción automotriz podrían tener «comportamiento negativo». En cambio, evaluó, la rama de alimentación «tiene perspectiva de mejora, incluso de inserción internacional».

Fuente: Sin Mordaza