Brasil alcanzó un desempleo récord: el 12%

La tasa duplica la de fines de 2014, cuando se situaba en el 6,5%. Y se espera que siga creciendo, al menos hasta fines de mayo. La recesión en 2016 fue de 3,8 %.

La tasa duplica la de fines de 2014, cuando se situaba en el 6,5%. Y se espera que siga creciendo, al menos hasta fines de mayo. La recesión en 2016 fue de 3,8 %.

El desempleo en Brasil alcanzó un nivel récord en 2016 y puede seguir aumentando hasta mediados de año, en espera de que la reducción de las tasas de interés y otras medidas pro mercado reviertan la tendencia de un país sumido en la recesión.

En el cuarto trimestre, el índice de desocupación llegó al 12%, una décima más que en el anterior, marcando un nuevo récord desde el inicio de la actual forma de cálculo en 2012, indicó ayer el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE).

Los analistas consultados por la agencia Bloomberg apostaban en promedio por un mantenimiento de la tasa en 11,9%.

El dato marca una degradación de 3 puntos porcentuales respecto al último trimestre de 2015 (9%) y prácticamente duplica el de fines de 2014, cuando se situaba en 6,5 por ciento.

En el período octubre-diciembre de 2016 había 12,3 millones de personas en busca de trabajo, un 36% más (3,3 millones) que en el mismo periodo de 2015, precisó el IBGE.

Brasil registró una recesión de 3,8% en 2015 y de 3,5% en 2016, según las estimaciones.

En una oficina de la Secretaría de Trabajo de Río de Janeiro, unas 60 personas aguardan su turno frente a los dos únicos empleados presentes. “Está difícil conseguir empleo, incluso para mí que tengo una especialización. Me imagino lo que será para quien no tiene ninguna”, dice Ángelo Moreira, un obrero de la construcción, sin trabajo desde hace seis meses.

Lento despegue

El gobierno conservador de Michel Temer lanzó una serie de medidas de austeridad con la intención de recuperar la confianza de los inversores, pero el despegue se anuncia lento: el Banco Central estima que el PBI de la mayor economía latinoamericana crecerá 0,8% este año; el mercado prevé 0,5% y el FMI apenas 0,2 por ciento.

El Banco Central redujo además las elevadas tasas de interés adoptadas para combatir la inflación pero que inhiben la inversión y el consumo. Los tasas promedio cayeron de 14,25% en octubre a 13% enero. El mercado espera que caigan a 10,9% este año, acompasando la reducción de la inflación que fue de 10,67% en 2015, de 6,29% en 2016 y que podría cerrar 2017 en 4,70%, según proyecciones del mercado.

Pero esas medidas “todavía no han surtido efecto” y el empleo “es la última variable en la que se experimentará una mejora”, afirma Alex Agostini, economista jefe de la consultora Austin Rating.

Ello se debe, explica, a que las medidas tienden ante todo a mejorar la productividad, con lo cual “quienes tienen trabajo deberán trabajar más”, antes de que las empresas vuelvan a contratar.

Por eso, prevé que la tasa de desempleo llegue “a un 13% hacia mayo” antes de empezar a reducirse, para cerrar el año en torno a un 12,5%.

Una mejora de los indicadores de confianza en la industria y en los servicios sorprendieron al gobierno este mes. Según Agostini, queda por ver “si esa grata sorpresa es consistente o momentánea”.

Como para enfriar cualquier entusiasmo anticipado, la Confederación Nacional de Industria (CNI) anunció ayer  que la utilización de la capacidad instalada de la industria brasileña cayó a fines de 2016 a un 76%, su menor nivel desde 2003.

En las estadísticas de empleo, entre el tercer y el cuarto trimestre de 2016 hubo un aumento del número de contrataciones en los ramos “comercio y reparación de automóviles” (+3,3%) y “transporte, almacenamiento y correos” (+3,1%).

Pero en los sectores de administración pública, defensa, educación, salud y servicios sociales siguieron contrayéndose (-1,3).

El déficit cerró en 2016 en un 2,47% del PBI

Brasil cerró 2016 con un déficit primario de 2,47% de su Producto Interno Bruto (PIB), frente a 1,88% en 2015, el peor resultado desde que comenzó la actual medición 15 años atrás, informó el martes el Banco Central.

El resultado del sector público consolidado de 2016, antes del pago de intereses de la deuda, fue de 155.791 millones de reales (unos 49.792 millones de dólares), que refleja la profunda crisis que atraviesa la mayor economía latinoamericana.

No obstante, el saldo quedó por debajo de la meta establecida por el gobierno, de un rojo de 163.942 millones de reales, gracias al aporte extraordinario de una operación de blanqueo de capitales en el exterior.

En diciembre, el déficit primario fue de 70.737 millones de reales, cerca del doble del de noviembre (39.141 millones).

El deterioro del último mes del año fue empujado por los gastos del gobierno central -Tesoro, Banco Central y Seguridad Social-, que registraron un déficit de 64.248 millones. Los gobiernos regionales y las empresas estatales acumularon un déficit de 6.067 millones y 422 millones respectivamente.

El Ministerio de Hacienda proyecta para este año un rojo de 139.000 millones de reales tan solo en el gobierno central, por debajo de los 154.255 millones de 2016.

Fuente: Los Andes