En Ecuador ganó el candidato oficialista pero habría segunda vuelta
Lenin Moreno se imponía a Guillermo Lasso, pero no lograba quebrar la barrera del 40 por ciento con 10 por ciento de ventaja que le permitiría la victoria en primer turno
20/02/2017 EL MUNDOLenin Moreno se imponía a Guillermo Lasso, pero no lograba quebrar la barrera del 40 por ciento con 10 por ciento de ventaja que le permitiría la victoria en primer turno
Ecuador tuvo ayer su primera ronda electoral, que mantuvo el suspenso hasta pasada la medianoche en Argentina, con un resultado mucho más disputado de lo previsto. Según resultados con el 76 por ciento del escrutinio al cierre de esta edición, los dos candidatos más votados deberían competir nuevamente en el ballottage del próximo 2 de abril. Con ese porcentaje de votos escrutados, el candidato oficialista Lenin Moreno se ubicaba al frente con 38,76 por ciento seguido por el opositor Guillermo Lasso con 28,69 por ciento , por lo que ambos deberían dirimir la Presidencia en la segunda vuelta. La expectativa de Lenin Moreno era anoche la de superar el umbral del 40 por ciento y que su contendiente quedara por debajo del 30 por ciento. Con el sistema de ballottage atenuado vigente en Ecuador, esa diferencia le bastaría para ganar en primera vuelta. Moreno iba ganando en cada escrutinio algunas décimas de punto, como él mismo destacó a esa hora.
El oficialismo salió muy temprano a proclamar la victoria en primera vuelta de Moreno, quien se mostró junto al presidente saliente Rafael Correa. Pero luego el escrutinio tan cerrado no le permitió llegar a la diferencia decisiva.
Según el Consejo Nacional Electoral (CNE), con un 73,3 por ciento de votos recabados, Moreno había obtenido el 38,70 por ciento, mientras que Lasso le seguía con el 28,83 por ciento. Este venía bajando lentamente, mientras Moreno parecía subir algunos decimales. En caso de no darse el resultado esperado por el oficialismo, habría segunda ronda el 2 de abril. Ese era el panorama que se daba anoche, con un escrutinio de infarto en el que Moreno rozaba constantemente el 40 por ciento sin alcanzarlo, pero con Lasso rondando siempre el 30 por ciento. Era vital el tercer puesto de la social cristiana Cynthia Viteri, quien llegaba al 16,13 por ciento. Esos votos en el ballottage irán con seguridad a Lasso, tal como anunció anoche mismo Viteri, algo que permitiría vencer al candidato oficialista, un ex vicepresidente de Correa. Por esto la «batalla por el 40 por ciento» se jugaba anoche con tanto ahínco. Pasar al ballottage para el oficialismo o «correísmo» era ir a una derrota segura. Correa no se podía presentar por una prohibición temporal impulsada por el propio presidente (ver aparte).
Horas antes, al cierre de las elecciones, hubo una verdadera «guerra» de bocas de urna. Una de la firma Cedatos-Gallup reveló en la cadena de televisión Teleamazonas que el oficialista había obtenido 39,4 por ciento, mientras que Lasso tendría 30,5 por ciento. En cambio, la encuestadora Opinión Pública señaló en un canal estatal que Moreno tenía 42,9 por ciento y Lasso 27,7 por ciento. El diario oficialista El Telégrafo se apresuró a consagrar el triunfo en primera vuelta de Moreno. Tras darse a conocer la información de Opinión Pública y de otros estudios de boca de urna con guarismos similares, Moreno hizo una triunfal conferencia de prensa con el presidente Correa a su lado. Allí aseveró que «hemos ganado las elecciones en justa lid», y asumió una actitud triunfalista: «hemos liderado este proceso de tal forma que permite que la revolución continúe» en el poder.
Pero muy pronto Lasso salió a dar él también su discurso y destacó que habría segunda vuelta, e invitó al resto de candidatos opositores a unir esfuerzos «para trabajar juntos por un gobierno con un amplio programa en función del interés de las grandes mayorías del Ecuador». En Twitter, Cynthia Viteri anunció su respaldo a Lasso para una eventual segunda vuelta.
El ex ministro y analista político Francisco Huerta expresó que «de momento, la sorpresa es que los «votos escondidos», los votos vergonzantes, parece que estaban a favor de Lenin Moreno. De otra forma no se explica el resultado de algunas de las encuestas». Antes del voto, se suponía un «voto escondido» a favor de Lasso y Vitteri, en especial por el carácter intimidatorio del poder del «correísmo». Por su parte, el analista Fernando Casabe, expresó: «hay unas cifras muy ajustadas, o el margen de error es superior al 2,5 por ciento; ambos candidatos deberían ser más cautos, pero está claro que el primer puesto es de Moreno».
Con el escrutinio de 57 por ciento de actas, Moreno reunía el 38,26 por ciento y Lasso, el 29,26 por ciento. En conferencia de prensa, el presidente del Consejo Nacional Electoral, Juan Pablo Pozo, expresó que preferían entregar un reporte preliminar de votos escrutados como ese a mantener la espera. Afirmó que por ser «apretados los resultados» decidieron no presentar los resultados del «conteo rápido», una técnica de proyección de resultados. Pozo remarcó entonces que «debemos esperar el 100 por ciento de escrutinio». El triunfalismo temprano de Correa y Moreno, dando por hecho el triunfo en primera vuelta, quedaba archivado. Esto dio ánimos a la oposición, que había comenzado a bajar los brazos en las redes sociales. Cuando eran las 0.20 en Argentina el escrutinio seguía a todo ritmo. El CNE dio a conocer su conteo rápido, que dio un 36,6 por ciento a Moreno, 28,9 por ciento a Lasso y 16,2 por ciento a Viteri, algo que pareció indicar que el oficialismo reconocía la segunda vuelta.