Donde manda diputado no manda intendenta, ¿quién gobierna Cañuelas?

Gustavo Arrieta fue reelecto como intendente pero dejó el cargo para oficiar de Diputado, como hizo cuatro años atrás para ir a Asuntos Agrarios.

Gustavo Arrieta fue reelecto como intendente pero dejó el cargo para oficiar de Diputado, como hizo cuatro años atrás para ir a Asuntos Agrarios. A cargo queda su esposa, Marisa Fassi, primer concejal, pero él aparece en las fotos de todas las actividades oficiales.

¿Diputado o intendente? No queda demasiado claro el rol de Gustavo Arrieta en Cañuelas. Si bien fue reelecto para un nuevo mandato en las últimas elecciones, en una situación análoga a la que se dio en 2011, le dejó el cargo a su esposa, Marisa Fassi, titular del PJ local y primera candidata a concejal.

Seis años atrás se dio un caso parecido: Arrieta abandonó la intendencia para desembarcar en el Ministerio de Asuntos Agrarios, en el gobierno de Daniel Scioli. Una crisis de inseguridad en el distrito, que incluyó una pueblada, y la proximidad de las elecciones de 2013, lo llevaron a volver al sillón municipal.

Ese mismo año fue candidato, sin aspiraciones, en la lista de Diputados nacionales del FpV. Firmó en el 15avo lugar, tres por debajo del último que «cobró». La renuncia de Martín Insaurralde y la de Verónica Magario, más la reposición de Fernanda Raverta, que volvió a ganar una banca por el FpV en 2015, le allanaron el camino.

Esa serie de contingencias hizo que, a pesar de no haber ingresado en su momento, tuviera la posibilidad a partir de 2015. Entonces, una vez más, dejó el cargo para el cual fue electo en el plano local para llegar al Congreso.

Sólo que esta vez se decidió a acompañar “de cerca” a la gestión de su esposa. Tal es así, que aparece en todas y cada una de las reuniones políticas y de gestión que se comunica de manera oficial. Arrieta y Fassi aparecen sonrientes junto a directivos de la Universidad de Morón, en la carrera por el 195 aniversario de Cañuelas o junto a funcionarios del Instituto de la Vivienda. También puede actuar «en representación de» Fassi, a pesar de que no tiene facultades, como pasó durante una audiencia para reencauzar la apertura del hospital regional.

Se ve que, acostumbrado al trajín de llevar las riendas municipales, a Arrieta la labor en el Congreso no le quita las energías y se da maña para sobrevolar la gestión de Cañuelas. Sólo resta saber qué pesará más para octubre: dejar su banca cuando expire el mandato o renovar y seguir explotando el don de la ubicuidad.

Fuente: InfoCielo