La resistencia ganó la calle en el primer mes de Trump
La consigna de “no es mi presidente” se adueñó del feriado. La fecha que rinde tributo a mandatarios facilitó las protestas.
21/02/2017 EL MUNDOLa consigna de “no es mi presidente” se adueñó del feriado. La fecha que rinde tributo a mandatarios facilitó las protestas.
Miles de estadounidenses volvieron a tomar ayer las calles de Nueva York, Chicago, Los Ángeles y otras ciudades de todo el país para protestar contra Donald Trump y sus políticas, a un mes de la llegada del magnate a la Casa Blanca y en medio de crecientes demostraciones de descontento con las acciones del mandatario republicano.
Los promotores de las marchas y acciones de protesta aprovecharon el feriado que en Estados Unidos es conocido como “Día del Presidente” para convocar manifestaciones bajo el rótulo de “el día de no es mi presidente”, una consigna que manifestantes anti Trump vienen ventilando desde su elección, en el mes de noviembre pasado.
Con la mayoría de los empleados estatales, trabajadores de la educación y de la salud en su día no laborable, a los que se sumaron los estudiantes sin clases, varios millares de personas respondieron al llamado y salieron a protestar en más de 25 ciudades.
En Nueva York, miles de manifestantes se congregaron poco después del mediodía cerca del Columbus Circle, donde hay una estatua de Cristóbal Colón, y del Trump International Hotel y la Torre Trump, que estaban rodeados por agentes de policía.
La concurrencia ocupaba casi nueve cuadras, llegando al Central Park. En una de las esquinas del enorme parque, casi frente al hotel, participantes de la marcha cantaron consignas a favor de la salida de Trump del poder. Otros portaban pancartas que rezaban: “No, en nombre de la humanidad, nos negamos a aceptar un Estados Unidos fascista”.
Otros carteles que se vieron en la manifestación decían, entre otras cosas, “Nunca mi presidente”, “Rechazar el odio”, “Echar a Trump” y “No al muro”.
Mientras, Trump nombró ayer al teniente general del Ejército H.R. McMaster como su nuevo asesor de seguridad nacional, en reemplazo de Michael Flynn. De posiciones islamófobas, Flynn debió alejarse del cargo en medio de acusaciones y filtraciones de supuestos contactos con miembros de la Inteligencia rusa.