Alerta en Comedores y fundaciones ante el incremento de la pobreza

Luego de que se difundiera el informe que indica que casi el 33% de los argentinos vive en la pobreza, se realizó un relevamiento en el que varias ONG coincidieron en que la situación “es muy compleja” y reconocieron estar “con la soga al cuello”.

Luego de que se difundiera el informe de la Universidad Católica Argentina (UCA), que indica que casi el 33% de los argentinos vive en la pobreza, Info Región realizó un relevamiento en el que varias ONG coincidieron en que la situación “es muy compleja” y reconocieron estar “con la soga al cuello”.

La cantidad de gente que necesita de la solidaridad, de las donaciones, de los merenderos y de los comedores se incrementó notablemente en los últimos meses. Pero la posibilidad de donar y de recolectar alimentos, ropa y demás, cada vez se ve más comprometida porque los costos continúan aumentando.

Desde Fundación Si señalaron que “hay cada vez más gente que necesita para comer y para vestirse, y se complica mucho en las colectas poder hacer frente a tanta demanda”. “En los comedores que atendemos vemos una pobreza mayor, como lo es en todo el país. Esto representa una etapa complicada también para nosotros porque ya no recibimos la cantidad de donaciones que recibíamos antes; incluso las empresas grandes que nos daban alfajores o galletitas, lo hacen en menor cantidad. Todo está muy afectado”, manifestó uno de los referentes de Fundación Si en la zona, Maximiliano Pascua.

Por su parte, una de las coordinadoras de Un Litro de Leche por Mes de Lomas, Débora Guzmán, aseguró que es “sorpresivo” encontrar merenderos con muchos chicos, llevando pocos días de abierto. “Notamos, con respecto a otros momentos, la gran cantidad de chicos que se acercan a merenderos de un día para el otro. Encontramos un merendero que había abierto sus puertas hacía veinte días y ya tenía cerca de sesenta nenes, lo que muestra que la situación está muy ajustada”, comentó.

Además, aclaró que en algunos casos “los chicos no están merendando todos los días, porque abren dos o tres veces por semana, cuando reciben una buena cantidad de donativos”.

Uno de los casos más complicados se nota en Monte Grande, en el comedor Los Peques. Su administrador, Adalberto, aseguró que “estar con la soga al cuello es poco”.

“De sesenta chicos que teníamos el año pasado, hemos pasado a 150. Y todos los días se quieren sumar familias. Ya no sé cómo hacer, porque en esto estoy solo y las cosas aumentan mucho. La carne picada se fue a 58 pesos el kilo, y yo le pongo seis kilos a la comida que preparo. Y lo mismo pasa con las verduras y demás ingredientes que necesito”, expresó.

Falta de insumos y donativos. El aumento en el costo de vida afecta también a aquellos que pretenden ayudar a los que más necesitan porque no pueden adquirir una cantidad necesaria para donar o sostener un merendero.

“Al comedor vienen cien chicos. Pero también hago comida como para que lleven, como viandas, y a partir de ahí se suman unas cincuenta personas más. Y la gente que dona ya no es tanta, por lo que se complicó todo. Me puse todo al hombro yo y me está costando horrores”, sostuvo Adalberto de Los Peques.

En Fundación Si tomaron como ejemplo los damnificados de inundaciones o catástrofes similares y señalaron que “les cuesta mucho más que antes recuperarse”. “Después de estas catástrofes hacemos relevamientos y vemos también que cada vez surgen más necesidades. Nos cuesta mucho conseguir las herramientas o las donaciones como para mantenernos en la ayuda”, completó Maximiliano.

Débora, de Un Litro de Leche por Mes, afirmó que “enero y febrero tuvieron niveles de donación muy bajas, un poco por las vacaciones y otro por lo costos de algunas cosas”. “Ahora en marzo esperemos que eso pueda cambiar un poco y que las colectas sean más importantes. Pero este año se presenta como complejo, porque el litro de leche cada vez cuesta más. Pero siempre se encuentra ese corazón solidario que dona un poquito más que nos permite seguir ayudando”, completó.

Casi como un mensaje de optimismo ante tantas complicaciones, Adalberto concluyó: “Antes algo de comida me sobraba, pero ahora casi no me queda. Estoy ahorcado, pero vamos a seguir adelante como pueda”.

Fuente:  Info Región.