Galli dice que no tiene miedo de que lo destituyan, pero toda la política de Olavarría le apunta

Desde una posición de extrema debilidad en el Concejo, el intendente salió a apuntarle a la productora. La oposición por ahora apuesta a la cautela pero lo hace responsable por la tragedia y el descontrol durante el recital del Indio Solari.

Desde una posición de extrema debilidad en el Concejo, el intendente salió a apuntarle a la productora. La oposición por ahora apuesta a la cautela pero lo hace responsable por la tragedia y el descontrol durante el recital del Indio Solari.

El Gobierno bonaerense guarda, por ahora, un silencio sepulcral. Pero acciona. Se habla por estas horas de que Joaquín De la Torre, ministro de Gobierno bonaerense, lleva sus buenos oficios a parte de la oposición para que no se sumen a la acometida que le llegará, tarde o temprano, a Galli.
El intendente de Olavarría, Ezequiel Galli, es, por estas horas, y junto al mismísimo Indio Solari, la figura a la que apunta en primer lugar cualquiera que busque dar con los responsables de la tragedia y el descontrol que enlutaron a Olavarría durante el último fin de semana.

El intendente sacó pecho en la máxima adversidad: “No tengo miedo a una destitución”, declaró hoy, y cargó las tintas contra la productora, que, dijo, se excedió en la venta de entradas: tenía autorizadas 155 mil y expidió, por lo menos, el doble.

Soberbio, Galli no reparó en que no se busca deslindar responsabilidades en las personas fallecidas únicamente. Se busca conocer además las causas del descontrol, de la falta de operativos de contingencia y de la pobre respuesta de la COmuna, que incluyó traslados en camiones volcadores de decenas de personas a las que prácticamente se «deportó» de la ciudad.

Los dichos de Galli en torno a una eventual destitución tienen el respaldo implacable de las matemáticas: le responden apenas cinco de los veinte concejales de Olavarría y necesita por lo menos dos para alejarse de los dos tercios necesarios para habilitar una acción en su contra.

La voluntad de la oposición de accionar contra él existe, pero por ahora se manifiesta en voz baja, porque nadie quiere aparecer sacando rédito político de dos muertes. Actores menos comprometidos en el territorio de Olavarría sí dijeron lo suyo, y fueron lapidarios.

El Defensor del Pueblo Bonaerense, Guido Lorenzino, ya tomó cartas en el asunto y solicitó informes a la comuna. “Más allá de que exista una investigación judicial que hay que respetar, queremos tener información para conocer todo”, declaró. En concreto, busca saber qué tipo de responsabilidad asumió la Comuna al declararse “fiador” de la productora.

Además, como Galli, busca precisiones sobre el “factor ocupacional”, es decir, la determinación de cuánta gente concurrió e ingresó al predio de La Colmena. En la misma búsqueda está el resto de la oposición, por ejemplo el Frente Renovador, que sospecha incluso la existencia de un negocio inmobiliario que incluye al predio.

El Gobierno bonaerense guarda, por ahora, un silencio sepulcral. Pero acciona. Se habla por estas horas de que Joaquín De la Torre, ministro de Gobierno bonaerense, lleva sus buenos oficios a parte de la oposición para que no se sumen a la acometida que le llegará, tarde o temprano, a Galli.

Claro que no lo dicen en esos términos. “Joaquín de la torre está operando. Seguramente vino a comprar a dos concejales del FpV”, le relató una fuente de la oposición a este portal. Si la intentona por llevar adelante un  juicio político fracasa, la oposición tiene un plan b: fogonear una comisión investigadora que produzca informes y desgaste al Jefe Comunal, a  meses de que encare sus primeras elecciones de medio término desde la posición de oficialismo.

Fuente: InfoCielo