Mendoza: Los chicos pobres tardan más en iniciar las clases por falta de útiles y otros elementos

Son los docentes quienes notan las ausencias por falta de los elementos para asistir desde el primer día. Desde la DGE reconocen que la ayuda disponible llega unas semanas después del comienzo del ciclo lectivo

Son los docentes quienes notan las ausencias por falta de los elementos para asistir desde el primer día. Desde la DGE reconocen que la ayuda disponible llega unas semanas después del comienzo del ciclo lectivo

El inicio tardío de las clases por parte de los chicos más pobres es una realidad. Al ya acostumbrado retraso de los que tienen padres cosechadores, que no vuelven al colegio hasta que termina el trabajo en la viña, se suman –y cada vez más– los que no tienen zapatillas o el guardapolvo o los útiles porque pertenecen a familias en las que el ingreso no alcanza para afrontar este gasto de inicio de marzo.

Si bien aún es pronto para decir qué número de alumnos dejarán el colegio por razones económicas, desde la Dirección General de Escuelas no niegan el problema y están tomando algunas medidas para evitar que la cifra aumente, por ejemplo, se ha dispuesto una compra directa de una mochila con elementos básicos –cartucheras, cuadernos, hojas de plástica, etc.– y una compra de guardapolvos. Tampoco desconocen que muchos de estos pequeños de zonas marginales cuentan con la merienda escolar, que empezará a distribuirse hoy en los comedores, adelantando así la entrega dos semanas (ver aparte).

Por otra parte, el gobierno escolar explicó que una vez que este tipo de problemas son registrados por los directivos, existen mecanismos para ayudar a estos chicos y garantizarles la asistencia al colegio. Pero admiten que esas ayudas no llegan el primer día de clases, sino más bien promediando el fin del primer mes o a principios de abril, cuando la matrícula ya está consolidada.

A partir de allí, también se sabe a ciencia cierta cuánta deserción hay y por qué motivos, aunque históricamente nunca ha sobrepasado el 2 o 3% anual, según datos oficiales.

Sin embargo, desde el SUTE Godoy Cruz, con una conducción diferente al oficialismo que encabeza Adrián Mateluna, denuncian que la situación es mucho más seria y que está llevando a cerrar aulas en los colegios de zonas marginales y rurales, en particular de Nivel Primario.

«Ya no es noticia que los docentes dejan chicos sin clases, sino que los chicos que no pueden ir a la escuela por el crecimiento de la pobreza, mientras se cierran cursos en la provincia y se persigue y se despide por denunciar estas políticas de ajuste» indicó en un comunicado Sebastián Henríquez, titular de esta organización gremial.

Como expresa Henríquez, efectivamente conseguir testimonios de docentes que padecen la ausencia de chicos porque no tienen lo necesario, se dificulta. Pero Sonia Mazuzzo, maestra de 1º de la escuela Emaus del Bº Sarmiento, que recibe a niños del Campo Pappa accedió a dar su testimonio y explicó: «Yo tengo inscriptos unos 18 chicos y luego aparecieron otros 4 que no estaban en la lista. De este grupo, unos 10 son los que van a clases, van fluctuando porque para ellos es muy complicado, o les falta abono o los útiles, y los padres, por más que se les diga que los traigan, igual prefieren no hacerlo hasta no tener zapatillas, guardapolvo y mochila. Es una cuestión entre orgullo y dignidad».

Además, explica: «Muchos chicos preguntan por la merienda y es una situación muy incómoda porque no todos traen algo para comer». Termina diciendo que hace tiempo que en su colegio no se dan ni guardapolvos ni zapatillas, como solía hacerse cinco años atrás, y la ayuda que reciben los chicos es porque los docentes la gestionan.

Por supuesto, desde la DGE desmienten el cierre de cursos a causa de la pobreza, pero sí aclararon que los cierres existen porque hay escuelas de barrios que no son elegidas por los padres porque deben trabajar en el centro o pasar por la ciudad para ir a cumplir con sus labores, por lo que les conviene tener a los chicos en colegios del radio céntrico o en la villa cabecera de los departamentos.

«Es verdad que hay escuelas donde la matrícula estalla y otras donde hemos tenido que cerrar cursos porque tenemos matrículas de 7 alumnos, pero también se hace toda una ingeniería para que los chicos de escuelas muy demandadas puedan ser recibidos, es decir, que se abren también cursos», indicó Patricia Charamonte, directora de Nivel Primario de la DGE.

Agregó la funcionaria que en algunos barrios que entregó el Procrear o está próximo a hacerlo, están en la tarea de analizar qué matrícula tienen o tendrán las escuelas más próximas para evitar que sean desbordadas, mientras que a los establecimientos a donde van muy pocos niños, se les incorporará una oferta complementaria, como informática o robótica, a modo de tentar a los padres para que dejen allí a sus hijos o vuelvan a utilizar la escuela barrial.

Otro factor que no descartó del todo Charamonte es la inseguridad, lo que provoca que en ciertas zonas los padres decidan sacar al niño de ese colegio y llevarlo a otro de una zona más tranquila.

Fuente: Uno Mendoza