El escándalo de la carne podrida pone a temblar al débil gobierno de Temer

China ratificó ayer la suspensión de la importación de carnes brasileñas y solicitó controles más severos, luego del escándalo de productos faenados adulterados que generó una situación "embarazosa", dijo el debilitado presidente brasileño, Michel Temer.

China ratificó ayer la suspensión de la importación de carnes brasileñas y solicitó controles más severos, luego del escándalo de productos faenados adulterados que generó una situación «embarazosa», dijo el debilitado presidente brasileño, Michel Temer.

«China está preocupada por los problemas de calidad de algunos productos derivados de la carne de Brasil», afirmó hoy el ministerio de Relaciones Exteriores del gigante asiático y mayor socio comercial del país sudamericano.

«Esperamos que del lado brasileño haya una investigación completa del caso y tome medidas más severas para garantizar la seguridad y confiabilidad de las exportaciones de alimentos a China», agregó el portavoz de la Cancillería.

La noticia procedente de Pekín ocupó un espacio importante en los sitios de información económica de Brasil donde el caso de la «Carne Débil» es el tema saliente desde el viernes pasado, cuando la Policía Federal destapó el escándalo.

El portavoz de la cancillería china no respondió con precisión al ser consultado sobre cuando se levantará el bloqueo de las importaciones mientras las noticias procedentes de la Unión Europea parecen menos alarmantes.

Ese bloque económico comunicó que el cese de las compras es provisorio y no dio señales de que la medida sea irreversible, lo que permite suponer que hay disposición de negociar con Brasil.

La Unión Europea mantiene negociaciones con Brasil y los otros países del Mercosur para la firma de un tratado de libre comercio entre europeos y sudamericanos.

Por su parte, el presidente Temer reconoció hoy que las revelaciones sobre la exportación de carne vencida tuvieron un impacto negativo.

«En los últimos días hubo un gran alarde en relación a la carne brasileña, evidentemente eso causa, hay que registrarlo, un embarazo económico para el país», afirmó Temer.

«Algunos países ya piensan, o pensaron, en suspender las importaciones» de carnes brasileñas, acotó el mandatario en Brasilia.

Temer habló en un evento organizado por el Consejo de las Américas y la Agencia Brasileña de Promoción de Exportaciones.

Luego minimizó el problema, como lo había hecho el lunes al hablar ante la cámara de comercio estadounidense en San Pablo.

«Nada como mencionar los números para verificar la insignificancia de los hechos (…) los desvíos de conducta (de los fiscales de la carne) tienen que ser investigados como están siendo investigados» por la Policía Federal, acotó el mandatario.

Temer asumió personalmente la tarea de hacer frente a la crisis de la carne y el domingo recibió a más de 30 embajadores en el Palacio del Planalto para explicarles las medidas en curso.

Junto al presidente estuvo el ministro de Agricultura, Blairo Maggi, en el Planalto, quien este martes viajó al sureño estado de Paraná para visitar plantas procesadoras de carne.

Ese estado está en el epicentro de las denuncias de corrupción en las que hubo la complicidad de los grandes frigoríficos JBS y BRF con funcionarios del Ministerio de Agricultura.

Entre tanto, este martes Hong Kong, un importante comprador, y Suiza informaron que no recibirán más embarques de carnes procedentes de Brasil. Mientras Corea del Sur anunció hoy que continuará con las importaciones de carnes sudamericanas, revisando el anuncio del lunes cuando se informó la suspensión de las mismas.

Fuente: tucumán Hoy