Salta: Vuelve la idea de municipalizar el pueblo vallisto

Reclaman obras y servicios en la localidad que hoy depende de la municipalidad de Campo Quijano.

Reclaman obras y servicios en la localidad que hoy depende de la municipalidad de Campo Quijano.

 

La ausencia de oficinas como el Registro Civil y Correo; la falta de servicios como cajeros automáticos, recarga de Saeta, camiones atmosféricos o la nula disponibilidad de ambulancias para emergencias en un amplio radio de cobertura en zonas de difícil acceso, son algunos de los reclamos que los vecinos de La Silleta están haciendo oír nuevamente.

La Silleta es un pintoresco pueblo con una historia muy particular, ubicado a 18 kilómetros al oeste de la ciudad de Salta y que actualmente funciona como delegación municipal dependiente de Campo Quijano.

Población rural

Su población, en su mayoría rural y semirrural, consta de 8.000 personas distribuidas entre el poblado y parajes enclavados en las primeras estribaciones de la precordillera andina.

Sin embargo esa posición de privilegio que les brinda la naturaleza, no se refleja en beneficios para sus vecinos, ya que las obras y los servicios siguen siendo deficitarios.

Héctor Leonardo López es un profesor de matemáticas de 27 años que vive en el pueblo junto a su familia.

Se desempeña en el Colegio Gesta Gemesiana y desde esa tarea se ha convertido en el referente de un sector de los vecinos que conformaron una comisión promunicipal y que lograron algunos objetivos como la canalización del arroyo Los Nogales que evitó inundaciones en la última temporada. Ante la ausencia de dependencias del Registro Civil también gestionaron la llegada del móvil de documentación rápida y la inclusión de obras dentro del plan Bicentenario.

Necesidades

De acuerdo a lo que López expresa, los vecinos del lugar tienen muchas necesidades. «En materia de Salud, la asistencia es escasa. Casi no hay especialidades. Tenemos pediatras una sola vez a la semana y hay muchos chicos que viven en parajes alejados donde tampoco se llega con asistencia».

En materia de seguridad, López consideró necesario contar con una subcomisaría, ya que hasta el momento existen dos destacamentos con un solo móvil para patrullajes y con un notable aumento en la cantidad de robos.

«No tenemos cordón cuneta, ni veredas. La gente debe caminar por la calle con el riesgo que ello implica. No hay gas natural y el alumbrado casi no existe. Tampoco tenemos cloacas, ni planta purificadora y antes había un camión atmosférico pero también retiraron ese servicio y ahora los vecinos deben pagar 1.000 pesos para desagotar sus cámaras sépticas».

López, quien además es presidente de la Fundación Puertas del Cielo de La Silleta, señaló también los inconvenientes en el transporte público ya que la frecuencia para los colectivos del servicio metropolitano que llegan al lugar es de casi 2 horas.

«Vamos a seguir trabajando con el resto de los vecinos y los referentes de los parajes cercanos. Pese a los problemas que tenemos, los ciudadanos de La Silleta hoy se encuentran esperanzados de recuperar su identidad como comunidad y municipio y así lograr beneficios y progreso», finalizó López.

Fuente: El Tribuno