Sindicalismo chileno dividido con dos marchas

Los trabajadores chilenos conmemoraron con dos marchas paralelas un nuevo aniversario del Día del Trabajo. Una política de relaciones con el gobierno de Bachelet, el eje de las diferencias.

Los trabajadores chilenos conmemoraron con dos marchas paralelas un nuevo aniversario del Día del Trabajo. Una política de relaciones con el gobierno de Bachelet, el eje de las diferencias.

La importante fecha mostró las fracturas del movimiento sindical luego que el año pasado dos gremios congelaran su participación en la Central Unitaria de Trabajadores (CUT). La Confederación de Trabajadores de la Salud Municipalizada (Confusam) y el Colegio de Profesores se plegaron a la convocatoria del movimiento No+AFP que exigió el término del sistema privado de capitalización individual de pensiones.

El presidente de la Confusam, el médico Esteban Maturana, explicó que la marginación del acto de la CUT obedece a que ellos consideran que la nueva directiva es «ilegal e ilegítima, producto de una elección fraudulenta».

«La CUT estuvo más preocupada de ser leal al Gobierno que a los trabajadores. Una CUT que no es democrática, no tiene transparencia y es una sucursal de los partidos políticos, a nosotros no nos sirve», planteó el dirigente.

Cuando la marcha paralela llevaba menos de una hora, se produjeron los primeros enfrentamientos de la policía con encapuchados que destruía inmobiliario público para levantar barricadas, prender fuego e intentar el saqueo de locales comerciales. Fuerzas especiales de Carabineros actuaron con gas lacrimógeno y agua. En ese mismo instante y a unas 20 cuadras de distancia, Bárbara Figueroa, presidenta de la CUT, minimizaba los conflictos internos considerándolos parte de un debate abierto.

«Nuestros debates son públicos porque no tenemos nada que esconder. No estamos imputados como sí lo está un candidato presidencial. Tenemos las manos limpias, duela a quien le duela», dijo en respuesta a los cuestionamientos por la elección del año pasado donde hay denuncias de alteración del padrón electoral. Figueroa, principal oradora del acto oficial, afirmó que «estamos en las calles porque queremos más y mejores derechos» y aclaró que frente al escenario de elecciones presidenciales y parlamentarias de noviembre «no nos da lo mismo quién gobierne».

«El peor de los escenarios para los trabajadores es que vuelva la derecha al gobierno. Ese es el mayor riesgo que estamos viviendo hoy día», más aún cuando «la propia coalición de gobierno pretende llegar con dos candidaturas presidenciales a primera vuelta, abriendo un flanco tremendo de riesgo para que la derecha se consolide».

La sindicalista mencionó los logros alcanzados en los últimos tres años, pero criticó que «dentro de un gobierno que pretende luchar contra las desigualdades, su ministro de Hacienda considere que es una buena noticia que los salarios no crezcan».

Ratificó que van a seguir luchando por profundizar las reformas y en el tema previsional llamó a que «el debate por AFP parta con no darles un peso más. Que ese sea el piso».

La presidenta Michelle Bachelet, a través de un video en Twitter, agradeció a los miles de trabajadores del país «por hacer de Chile un país más grande».

El principal candidato de la oposición, Sebastián Piñera, se dirigió también a la masa laboral diciendo que «Reiteramos: no hay mejor política laboral que el pleno empleo. Volveremos a crear buenos empleos y con salarios justos». Desde el puerto de Valparaíso, en una marcha del Frente Amplio, la precandidata Beatriz Sánchez escribió en la red social: «Queremos trabajar para vivir y no vivir para trabajar».

Dentro del oficialismo, el precandidato Alejandro Guillier subió una foto con trabajadoras de casa particular y lo mismo hizo la postulante de la Democracia Cristiana, Carolina Goic, quien visitó a los trabajadores enfermos internados en el Hospital del Trabajador.

Fuente: Tucumán Hoy