Macron inició su difícil desafío para lograr que Francia recupere su lugar

El joven economista liberal reemplazó ayer al socialista Hollande al frente del país. Tuvo gestos hacia las FFAA y promesas de cambio

El joven economista liberal reemplazó ayer al socialista Hollande al frente del país. Tuvo gestos hacia las FFAA y promesas de cambio

Todos los honores y las tradiciones se cumplieron en Francia para una asunción presidencial histórica, la del liberal independiente Emmanuel Macron, el mandatario más joven de la V República creada en 1958, y el hombre que prometió construir «una Francia fuerte» como la que «el mundo y Europa necesitan más que nunca». Macron tomó el mando de manos del socialista Francois Hollande, un presidente fallido que ni siquiera intentó buscar su reelección, como es norma en Francia.

«Yo no cederé a ninguno de los compromisos que les hice a los franceses. El trabajo será liberado, las empresas serán apoyadas, la creación y la innovación serán el corazón de nuestro país. Necesitamos una Europa más eficaz, más democrática, más política, porque ella es el instrumento de nuestra potencia y nuestra soberanía», aseguró el flamante presidente al coronar la ceremonia de asunción que encabezó Laurent Fabius, histórica figura del socialismo y presidente del Consejo Constitucional.

Como es tradición, Macron llegó de mañana al Palacio del Elíseo, en el centro de París, donde lo esperaba una larga e impecable alfombra roja que lo llevaba hasta el interior de la sede presidencial, donde se encontraba el mandatario saliente, Francois Hollande. El ahora ex presidente y su sucesor se reunieron a puertas cerradas y, cuando terminaron su charla, Macron, en su nuevo rol de anfitrión, acompañó a Hollande de vuelta a la alfombra roja de la entrada para despedirlo. Macron aplaudió a su predecesor, del que fue ministro de Economía hasta hace poco más de un año, cuando se lanzó a una aventura política que muchos creían sin futuro. Hollande ayer se dirigió directamente a la sede del Partido Socialista, donde hizo un breve repaso y análisis de sus cinco años al frente del Estado francés. El PS ha quedado en una profunda crisis luego de la presidencia de Hollande, al punto que su candidato salió quinto en la primera vuelta de las elecciones presidenciales. Hollande dijo a la prensa que dejó el país «en mejor estado» del que lo encontró y, entre sus «logros», destacó la aprobación del «matrimonio homosexual», el acuerdo firmado en la cumbre mundial del clima en París para frenar el cambio climático y los «esfuerzos» que hizo para evitar que Grecia abandone la zona euro. Evitó hablar de su altísimo nivel de impopularidad y de la crisis de representatividad que atraviesa el socialismo después de sus cinco años de gobierno.

En el Palacio del Elíseo, el clima era de esperanza y expectativa. Después de recordar que Francia «sólo es un modelo para el mundo cuando es ejemplar» y prometer devolver toda la gloria a la sexta potencia global, que desde hace años atraviesa una crisis económica, Macron realizó el tradicional desfile hasta la plaza donde se encuentra el Arco de Triunfo a bordo de un vehículo militar, una imagen que recordó no sólo el apoyo incondicional del joven presidente a las fuerzas armadas, sino que el país sigue bajo estado de emergencia desde hace más de un año y medio. Francia es tal vez el único país europeo occidental que mantiene los desfiles militares como tradición nacional. Macron reavivó la llama del memorial del soldado desconocido y luego retomó el desfile a lo largo de la avenida de los Campos Elíseos, donde realizó una última parada para homenajear al policía que fue asesinado en ese mismo lugar el 20 de abril pasado, en la víspera de las eleccione presidenciales. Fue otro ataque del terrorismo islámico, la peor amenaza que sufre hoy Francia. Durante toda la ceremonia y el desfile, alrededor de 1.500 policías protegieron al flamante presidente.

Unas horas después, Macron se estrenó su traje de mandatario con su primera visita oficial. El joven dirigente eligió un hospital militar en las afueras de París, un lugar que no sorprendió ya que el ex ministro de Economía de Hollande había dicho que su primera visita oficial sería a tropas francesas que pelean en el exterior. Después de recorrer el hospital y reunirse con pacientes lejos de las cámaras, Macron volvió al centro de París para una recepción en la sede del poder municipal, donde la alcalde de París y promesa del Partido Socialista, Anne Hildalgo, lo esperaba. En un mensaje que pareció estar dirigido a los votantes de la líder de extrema derecha y su rival en el ballottage Marine Le Pen, el flamante presidente prometió: «La reconciliación de toda Francia será el corazón mi misión».El flamante presidente también le prometió a Hidalgo que la acompañará en su esfuerzo por conseguir que París sea la sede de los Juegos Olímpicos en 2024.

Fuente: La Capital Rosario