El parque provincial de la Sierra de San José un lugar para aventurarse en la selva
Un santuario natural con cinco saltos que marca el límite de la selva paranaense con los campos y malezales, propio del sur de Misiones y el norte de la provincia de Corrientes.
A poco más de 70 kilometros de Posadas, en la zona sur de Misiones, se encuentra el parque provincial de las Sierras de San José. Un santuario natural con cinco saltos que marca el límite de la selva paranaense con los campos y malezales, propio del sur de Misiones y el norte de la provincia de Corrientes.
El Parque provincial de las Sierras de San José —también conocido con el nombre oficial de Parque provincial de la Sierra «Ingeniero Raúl Martínez Crovetto»— es un área natural protegida ubicada en la localidad de San José, en el departamento Apóstoles en la provincia argentina de Misiones.
Fue creado mediante la ley provincial n.° 3221 del año 1996 sobre terrenos fiscales cuya superficie totaliza aproximadamente 1088 ha 2 y recibió su nombre en honor del profesor Raúl Martínez Crovetto, quien fuera en vida un ingeniero agrónomo argentino, profesor titular en la Universidad Nacional del Nordeste y que se especializó en Etnobotánica y Etnografía.
En el Parque hay un camping agreste y se pueden apreciar cinco saltos de agua. El predio es custodiado por guardaparques dependientes del Minisiterio de Ecología y Recursos Naturales y Renovables de Misiones.
El parque se encuentra a unos 23 km de la localidad de San José. Cuenta con dos accesos uno desde la localidad de San José y otro por la Ruta Nacional 14, ambos ingresos son terrados en aproximadamente 20 kilómetros del recorrido, condición que debe ser tenida en cuenta a la hora de organizar una visita.
El objetivo de su creación fue preservar un espacio de transición entre el ambiente de las selvas mixtas característico del norte de la provincia, y el ambiente de los campos y malezales, propio del sur de Misiones y el norte de la provincia de Corrientes.
Esta unidad de conservación, por sus características distintivas con respecto a las demás ya creadas, así como por su ubicación estratégica en una zona de gran presión demográfica y agropecuaria, constituye una medida previsional de cierta precocidad, en cuanto a la conservación de recursos genéticos y naturales se refiere, y además para contribuir al acervo científico, a la educación y a los fines recreativos, incluyendo en estos últimos el aspecto turístico.
Su principal atractivo turístico es el alto grado de conservación del ambiente natural, preservado de los efectos de la actividad humana y de esta forma poder disfrutar los saltos que pueden visitarse recorriendo un sendero peatonal de algo más de 2500 metros.
En el Parque hay un camping agreste y se pueden apreciar 5 saltos de agua. Los saltos son: Salto Colmena Milenaria; Salto El Ceibo; Salto Golondrina; Salto La Gruta y Salto Yateí.
El recorrido se realiza por senderos que los guardaparques se esmeran por mantenerlos limpios y hacerlos accesibles para los visitantes sin afectar el entorno. Hay agua potable, un baño y mucha sombra para los que quieran acampar, con mesas y una parrilla. Hay que ir con calzado y ropa cómoda y estar dispuesto a caminar y escalar, cruzar el arroyito y mojarse un poco.
El parque Crovetto está totalmente aislado de todo en cuanto a comunicaciones, no llega ni la señal de celulares, hay que llevar comida y no olvidarse del repelente. Es un lugar 100 % natural. Para los que viajan desde Posadas es un viaje de poco más de 70 kilometros, al llegar a San José en el semáforo se debe doblar hacia la izquierda, circular unos 2.000 metros y doblar en el acceso terrado. Para los que tienen GPS las coordenadas son 27 44,34 ‘ 99″ S – 55 33,56 52″ O.
Para los viajeros, la recomendación es prestar atención para llegar al parque. Porque la cartelería sobre ambos ingresos es muy incipiente. Solamente hay carteles de madera de pequeñas dimensiones, que identifican los caminos de ingreso al parque. Por contactos con el parque pueden hacerlo a través del la red social Facebook Parque Provincial De La Sierra M. Crovetto.
