Ullum y Calingasta, en alerta por la falta de comida en las mesas familiares

Después de haberse conocido que en Zonda van a instalar dos comedores infantiles para pa­liar el hambre en las villas más vulnerables, los jefes comunales de Ullum y Ca­lingasta dicen estar en similar situación y que van a pedir a­yuda.

Después de haberse conocido que en Zonda van a instalar dos comedores infantiles para pa­liar el hambre en las villas más vulnerables, los jefes comunales de Ullum y Ca­lingasta dicen estar en similar situación y que van a pedir a­yuda.

Como se sabe, desde hace un tiempo a la fecha las economías familiares vienen sufriendo fuerte el impacto de la crisis económica por la que está atravesando el país con los aumentos en las tarifas de los servicios, de los alimentos y demás productos que hacen a la vida cotidiana de cualquier ser humano. A esto se le suman los altos índices de desempleo que se están registrando.

Ahí es cuando las economías familiares comienzan a tocar fondo. Y San Juan no está al margen de esta realidad.
Tal es así que ya varios intendentes están levantando la mano diciendo: “En mi departamento hay familias que ya no tienen qué comer”.

El primero que salió a tomar una me­dida urgente fue el intendente de Zonda, Miguel Atampiz, que en estos días va a crear comedores infantiles en dos villas vulnerables (villa La Es­peranza y villa Hidráulica), con el ob­jetivo de, al menos, asegurarles un plato de comida a más de 270 niños.

Si­milar situación se está viviendo en los departamentos vecinos (Ullum y Calingasta), y más en esta época en la cual las labores de campo bajan y ni changas hay para hacer.

“En los últimos años en nuestro de­partamento han cerrado el 30 por ciento de los diferimientos y la población ha aumentado sobre el 40 por ciento”, analizó Leopoldo Soler, in­tendente de Ullum.

“Así que imagínese cómo estamos en materia laboral. Según los números que nosotros manejamos, tenemos un 50 por ciento de un aspecto que repercute directamente en la mesa familiar”, añadió.

En Calingasta la realidad no es diferente. Según el jefe comunal, actualmente se está asistiendo a alrededor de 250 familias con módulos alimentarios que incluyen mercaderías como leche, aceite, fideos, arroz, latas de conservas, etcétera.

“Estamos muy atentos a la realidad de las familias que asistimos y más en esta épocas donde el poco trabajo que había, baja hasta desaparecer”, manifestó el intendente Jorge Cas­tañeda.

Además, agregó: “Con decirle que el otro día en uno de los relevamientos que hicimos nos encontramos con varias familias que hacía más de un mes que no comían carne. Eso nos alertó y con fondos municipales em­pezamos a reforzar los módulos que nos entrega el Ministerio de Desarrollo Humano de la provincia”.

Los dos intendentes quieren evitar la creación de los comedores, pero ninguno descarta la posibilidad, ya que de seguir acentuándose la crisis, co­mo ya ha sucedido en Zonda, van a tener que recurrir a esta medida.

“Tengo que hablar urgentemente con el ministro (Walberto Allende de De­sarrollo Humano) por este tema, porque las ayudas sociales no nos están alcanzando y con nuestro presupues­to no podemos hacer mucho más de lo que ya estamos haciendo”, manifestó Soler.

Por su parte, el intendente de Ca­lin­gasta contó que “mañana (por hoy) me reúno con el ministro Allende, y uno de los temas a tratar en carpeta es justamente este, porque no estamos bien y ahora se va a poner peor”, sentenció Castañeda.

Fuente: Huarpe