El primer cuatrimestre termina con otra caída en la actividad económica rosarina

Así lo refleja un informe preliminar del municipio. La baja fue del 1,4 por ciento de la facturación real usando el Indice de Precios al Consumidor del Ipec

Así lo refleja un informe preliminar del municipio. La baja fue del 1,4 por ciento de la facturación real usando el Indice de Precios al Consumidor del Ipec

La actividad económica de la ciudad volvió a caer en el primer cuatrimestre del año. Así lo refleja un informe preliminar que elaboró el municipio e indica una baja del 1,4 por ciento en base a analizar la facturación en términos reales usando el Indice de Precios al Consumidor (IPC) del Instituto Provincial de Estadística y Censos (Ipec). La industria y el comercio continúan siendo los sectores más perjudicados, mientras que la construcción se mantiene en alza, empujada por las obras públicas provinciales y municipales. La rama textil factura menos que en 2016.

Los datos provisorios de facturación de abril pasado dan cuenta de un primer cuatrimestre que nominalmente crece un 27,7 por ciento, pero en términos reales decrece un 1,4 por ciento.

Esto significa que, si bien la facturación del mismo período de 2016 resulta en alza por los efectos de la inflación, cuando se le aplica el IPC, la facturación en términos reales desciende.

Sector por sector, se repite la tendencia de los últimos 6 meses: el sector comercio crece a tasas nominales similares al promedio; la construcción y los servicios privados claramente por encima y la industria casi diez puntos por debajo de dicho promedio.

Vale decir que frente a un cuatrimestre con decrecimiento real de algo más de un punto en la facturación total, la construcción y los servicios privados crecen en términos reales, mientras que la industria continua siendo el sector más perjudicado, con fuerte descenso real. El sector comercio también decrece, pero a una tasa menor.

Si algo salva la profundización de la caída es nuevamente la construcción. Entre enero y abril se replica la tendencia que se viene manifestando desde agosto de 2016, con un crecimiento nominal claramente superior a la media y crecimiento real.

Esta conducta reproduce la tendencia nacional, donde los despachos de cemento subieron un 7,3 por ciento en el primer cuatrimestre, en tanto la venta de insumos de la construcción aumentaron en igual periodo del 2017 un 6,6 por ciento.

¿La causa que lo explica en gran medida? El impulso que la obra pública le otorga a la construcción, ya que lo que más aumenta son los despachos a granel asociados a obras de infraestructura. Es decir, que este rubro conlleva un fuerte componente de puestos de trabajo que aún se sostienen y que de la mano de los créditos hipotecarios podría elevar su techo.

En el sector servicios se repite la tendencia observada desde comienzos de 2017: el sector globalmente considerado crece en términos reales pero, a diferencia de lo ocurrido en los años anteriores (2015-2016), ya no es el sector de la intermediación financiera el que lidera el crecimiento, sino que lo hacen las ramas vinculadas a la salud, la información y comunicaciones.

El comercio al por menor (con un crecimiento nominal del 24 por ciento) como el del comercio al por mayor (21 por ciento) crecen menos que la media de la facturación de la ciudad. En cambio el sector de las concesionarias crece un 29 por ciento en términos nominales; aunque cabe recordar que venía de un piso muy bajo en 2016.

En el caso de la industria, si bien la mayoría de las ramas no alcanzan el crecimiento medio de la facturación de la ciudad, la situación más preocupante continúa siendo la de la rama textil, que decrece en términos nominales (factura menos que en 2016).

En abril (siempre según datos provisorios) las fábricas textiles exhiben una caída real del 3 por ciento. De esta manera, reproducen la tendencia de febrero (con decrecimiento real) y no logra sostener el «estancamiento» de marzo.

Si bien los datos locales corresponden a facturación, a nivel tendencia reproducen los del estimador mensual de actividad del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), que para marzo mostró un estancamiento (0,8 por ciento) y en abril una caída real del 2,2 por ciento.

En el periodo enero-noviembre de 2016 ya se había producido una caída real del 4,6 por ciento.

Fuente: La Capital Rosario