Rosario de Lerma:  Dan de comer a 300 persona 11 meses al año los 7 días

Con esfuerzo se alimenta a niños y adultos en riesgo en 4 comedores.

Con esfuerzo se alimenta a niños y adultos en riesgo en 4 comedores.

Los comedores municipales de Rosario de Lerma aumentaron la asistencia que brindan a niños y adultos en situación de calle para completar la contención alimentaria de unas 300 personas de toda la jurisdicción urbana, los siete días de la semana y durante 11 meses al año.

Esta buena noticia es parte de la política municipal que se lleva a cabo con la idea de contener a las familias en riego social y a los adultos que, lamentablemente, andan vagando por la ciudad sin ningún tipo de asistencia. El plan contempla el apoyo nutricional necesario para la población comprendida entre los 5 a los 11 años y los adultos sin familias y sin respaldo alguno.

«Es una intervención social para brindar los alimentos básicos a los que están en situación de vulnerabilidad en algún barrio. Individualizamos cada caso. Teníamos 150 el año pasado. Sumamos nuevos niños y adultos porque nos pudimos organizar desde lo administrativo, haciendo foco en esta prestación para los que más lo necesitan. Cada caso es puntual. Tratamos esta asistencia desde lo nutricional y lo social», contó a El Tribuno el secretario de Gobierno Municipal, Juan Gutiérrez.

Son cuatro los comedores que están en funcionamiento en diferentes sectores de la ciudad, específicamente en los barrios San Jorge, Parque Las Rozas, San Martín y El Tránsito.

Este año comenzaron a funcionar a mediados de enero, cuando históricamente empezaban dos meses después. Ahora, por iniciativa del intendente Ignacio Jarsún, se adelantaron las fechas para beneficio de las personas más vulnerables.

Es importante mencionar que se mejoraron los menús, lo que se traduce en una mejor alimentación para las personas que asisten, de acuerdo al plan nutricional establecido. Cada uno de estos comedores barriales municipales desarrolla, además, actividades de recreación y estimulación. Es decir que la iniciativa no solo es alimentaria, además es social.

En cada uno de los barrios en donde funcionan los comedores se ha evaluado, mediante la labor de asistentes sociales, la situación de cada uno de los que concurren los mediodías a alimentarse. En este sentido, por ejemplo, se lleva un pormenorizado relevamiento de los niños con bajo peso.

«Estamos desbordados»

«No aumentamos todavía más la cantidad de personas en los comedores porque nos desborda la situación social. La crisis afecta a todos, pero si tenemos en nuestras manos la posibilidad de poder administrar los recursos del estado de buena manera, podemos sumar gente necesitada a los comedores», explicó Gutiérrez.

El funcionario municipal contó además que la población creció en la ciudad y esto genera nuevos desafíos en la gestión municipal. «La solidaridad y la interacción cotidiana en nuestros comedores ayuda a paliar las necesidades de muchos. En realidad no deberían existir los comedores, lo ideal sería que cada uno de ellos, niños y adultos, almuercen en sus casas y los necesario y suficiente. Pero somos conscientes de que, por ahora, esto no ocurrirá y que el Estado debe seguir asistiendo a niños y adultos», concluyó.

Fuente: El Tribuno