Córdoba: Calculan que la recolección podría costar $ 140 millones

La cifra es tentativa y marca una expectativa del Ejecutivo. El pliego no fija presupuesto. Hoy la ciudad paga $ 108 millones al mes. El nuevo servicio se licitará el 8 de septiembre para que arranque en 2018.

La cifra es tentativa y marca una expectativa del Ejecutivo. El pliego no fija presupuesto. Hoy la ciudad paga $ 108 millones al mes. El nuevo servicio se licitará el 8 de septiembre para que arranque en 2018.
El nuevo intento municipal por licitar el servicio de recolección de residuos en la ciudad de Córdoba tuvo ayer la primera precisión que todos estaban esperando: el intendente Ramón Mestre eligió el día del cumpleaños de Córdoba para anunciar que la compulsa de empresas interesadas será el próximo 8 de septiembre.

Es el primer paso formal, luego de que el Concejo Deliberante dio una acalorada discusión sobre el pliego de la convocatoria, cuya letra chica insumió buena parte del primer semestre del año. En ese proceso hubo cruces políticos, correcciones y cambios en la redacción y hasta algunos cimbronazos internos en el oficialismo.

La confirmación de Mestre habilitó, en el acto, otras proyecciones sobre lo que viene. Si no surgen contratiempos, el Ejecutivo espera estar adjudicando la prestación a las empresas ganadoras antes de fin de año, para que el nuevo servicio arranque en 2018.

Ahí aparecen alternativas que se pueden vislumbrar. Si siguen como concesionarias las actuales Lusa y Cotreco –vienen desde 2012 con una cesión precaria de contrato y sucesivas prórrogas de ese vínculo– se daría una continuidad casi natural.

Si ganan otras empresas, se generará una transición que demandará negociación, porque la actual prórroga de Lusa y Cotreco rige hasta junio próximo. En ese caso, lo más razonable sería esperar una cesión de ese remanente de seis meses de contrato en favor de las nuevas prestatarias.

Ahí, un aspecto no menor por resolver es qué pasará con el convenio laboral que años atrás supo cerrar el Surrbac (gremio de recolectores), cuando se escindió de los Camioneros de Hugo Moyano.

Ese vínculo, que la edila oficialista Laura Sesma calificó de “abusivo”, tiene vigencia hasta los primeros meses de 2018. Si vienen empresas nuevas, ¿lo mantendrán o querrán renegociar condiciones?

Oferentes y precios

Otras cuestiones centrales, que desvelan al Palacio 6 de Julio, son qué cantidad de oferentes habrá y qué precios cotizarán.

Desde mediados de 2016, en que el municipio desmembró la prestación y delegó las tareas de barrido en el Esop, el servicio de higiene urbana se concentró en la recolección domiciliaria de residuos. Hasta marzo pasado, la ciudad abonaba por ese servicio 108 millones de pesos mensuales.

Si bien el pliego no contempla un presupuesto oficial, desde el Ejecutivo calculan que el costo de la nueva prestación podría rondar los 140 millones de pesos al mes (una suba del 30 por ciento).

“Calculamos que ese número sería algo más o menos razonable”, dicen en el municipio, considerando las tres principales mejoras que deberán incorporar las futuras prestatarias: recolección diferenciada en toda la ciudad, renovación de la flota de camiones y contenerización progresiva, partiendo del área central y avenidas principales a los barrios.

El principal incentivo para los oferentes es la previsibilidad de un contrato a ocho años, con opción a prórroga por dos más, lo que supone un respaldo muy fuerte a la hora de pedir financiamiento para inversiones.

En materia de precios, la cautela de las autoridades es hija directa de las (malas) experiencias disponibles.

Tanto en la licitación que en su momento encaró Daniel Giacomino como en la que llevó adelante el mismo Ramón Mestre, el dato saliente fueron los precios exorbitantes que cotizaron las empresas interesadas. Ambas licitaciones se terminaron cayendo, por tratarse de cifras impagables para la ciudad.

Nada garantiza que ese escenario no se repita, aunque esta vez hay un elemento nuevo, con peso específico: el servicio se concentra en la recolección, que demanda mayor inversión en camiones y logística, pero se sacó de encima el lastre del barrido, que es mano de obra intensiva y, por ello, mucho más costoso.

Entre los cambios que el Concejo introdujo en el pliego está la gratuidad. Eso alienta expectativas de que haya varios oferentes además de Lusa y Cotreco, cuya presencia se da casi por descontada. En este rubro, las miradas están puestas en algunas de las seis firmas que tienen a su cargo la limpieza de la ciudad autónoma de Buenos Aires.

Fuente: La Voz