Importación, recesión y parate
La firma de capitales brasileños les dio vacaciones adelantadas o envió a hacer capacitación a sus obreros para discontinuar la producción sin echar al personal, aunque seguirán cobrando los “repro”.
19/07/2017 El PaísLa firma de capitales brasileños les dio vacaciones adelantadas o envió a hacer capacitación a sus obreros para discontinuar la producción sin echar al personal, aunque seguirán cobrando los “repro”. Malas perspectivas por la reducción del mercado.
La fábrica de calzado deportivo de Aguilares no logró eludir el impacto de la importación y la menor demanda.
La empresa Alpargatas ingresó en el esquema del “Repro Express” que ofrece el Gobierno para sostener los puestos de trabajo, aunque las dificultades persisten: los trabajadores de la planta de Aguilares, en Tucumán, recibirían vacaciones adelantadas y una capacitación para que se pueda discontinuar la operación, ante la caída de la producción por el achicamiento del mercado interno y el aumento de las importaciones. Una situación complicada también se vive en la planta de Catamarca, en donde casi no hay producción. En un pase de manos de la burguesía paulista, muy comprometida en los escándalos de corrupción de Brasil, Alpargatas fue vendida a una sociedad controlada por los accionistas del Banco Itaú.
La semana pasada, Alpargatas cerró su incorporación al programa Repro Express, que consiste en el pago de 3 mil pesos por trabajador por parte del Estado por un período de tres meses, renovable por otros tres meses. A cambio, la empresa se compromete a no despedir personal. Si suspende la operación, debe abonar el 100 por ciento de los salarios. De todas maneras, la firma ya realizó un ajuste en los últimos meses: anunció el cierre de su fábrica de zapatillas en Villa Mercedes, San Luis, y la discontinuación de su línea de calzado en la planta ubicada la localidad bonaerense de Florencio Varela, que afecta la fuente de trabajo de 150 empleados.
La empresa acordó con el Ministerio de Trabajo comenzar a cobrar el Repro, pero quedan a la vista los problemas económicos que son moneda corriente en el sector textil y de calzado. En la planta de calzado de Aguilares, en Tucumán, la empresa Alpargatas dispuso que el personal se tome una semana de vacaciones adeudadas del año pasado, mientras la otra semana se realizará una capacitación. La decisión todavía no fue comunicada oficialmente al gremio. “En el curso de estas medidas, la empresa va a pagar los salarios, así que formalmente no hay nada que reclamar”, dicen en la Asociación Obrera Textil (AOT). El negocio del calzado está muy complicado por el fuerte incremento de la competencia por parte de Adidas y Nike, que rebasaron los canales de comercialización con importaciones. En el gremio advierten que la situación es todavía más complicada en Catamarca, en donde prácticamente la producción está parada ante la falta de ventas. “La mitad del mes se trabaja y la otra mitad, nada”, resumen en el gremio.
“Alpargatas en Catamarca tenía un panorama muy complicado, yo diría que más para irse que para quedarse. Tenemos 320 obreros en Alpargatas Textil y 220 en Calzados Catamarca, y estamos dispuestos a pagar el precio que sea para mantener esos puestos de trabajo. Que se pierdan implicaría un desastre”, dijo Jorge González, secretario general de la Asociación Obrera Textil de Catamarca, ante la noticia del cambio de dueño de la empresa Alpargatas. En los últimos días se conoció que Alpargatas, propiedad de la firma J&F, también dueña del frigorífico JBS, aceptó la oferta de una sociedad controlada por el fondo Itaúsa (dueño del banco Itaú), que pasará a controlar el paquete accionario de la filial en Argentina.
En el gremio textil aseguran que hay unas 50 empresas que ya están recibiendo el Repro para evitar la pérdida de empleo. De todas maneras, hay mucha preocupación entre los textiles y los empresarios del calzado porque entienden que el modelo económico de Cambiemos, de enfriamiento del mercado interno con apertura comercial y altas tasas de interés, es estructuralmente perjudicial para el negocio. Según los datos del Indec, la producción del sector textil en los primeros cinco meses cayó un 17,9 por ciento frente al mismo período del año pasado, cuando ya mostraba un deterioro.
La CAME calculó que en junio las ventas minoristas de empresas pymes textiles se ubicaron un 3,3 por ciento por debajo del nivel del año pasado. En tanto, las importaciones de productos terminados en textil e indumentaria siguieron en alza. En mayo, las compras al exterior crecieron 46 por ciento en toneladas y 28 en dólares respecto de abril. En lo que va del año, acumulan una suba de 49 y 30 por ciento, respectivamente, informó la consultora Radar. En indumentaria, se destaca el incremento de pantalones y suéteres. Por el lado del calzado, las compras externas crecieron 59 por ciento en mayo.